Capítulo 8

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Gabriel

Desde que conocí a Marinette he deseado que fuera mía, pero desde que ella conoció a mi hijo ha deseado estar con él siempre y detesto la idea de que su amor por él haya crecido y se haya reforzado tanto que ahora es prácticamente irrompible.

Miro a Emilie dormir, me casé con ella teniendo yo 24 años y ella 17 al ser nuestras familias las más poderosas decidieron unirse y unirnos a nosotros también para seguir con la fortuna y no perderla pero yo en estos momentos no sé bien si aún amo a Emilie, desde que Marinette llegó a la vida de mi hijo no he podido pensar en nada más que no sea ella, ahora ella me hizo abuelo al entregarse a mi hijo y no cuidarse bien.

—No importa todo lo que hayas logrado con mi hijo Marinette, tú serás solo mía y tendrás a un verdadero hombre contigo mi hijo nunca será suficiente para ti él es solo un niño inexperto en todo pero yo te enseñaré todo lo que sé—Digo mientras miro ahora su foto en mi celular—Nadie te puede tener solo yo.





Ella ahora luce mucho más hermosa que antes, su cabello ahora largo y suelto, su cuerpo bien desarrollado más que antes y su forma de vestir y comportarse es simplemente perfecta y ahora sí no la dejaré ir para nada., Todo lo que hice fue con el único objetivo de alejarla de Adrien para que no se enamorara más de él, ella no puede amarlo debe amarme a mí y no me importa si eso implica lastimarla, de alguna manera lo tengo que hacer.












—¿Qué quieres aquí? Será mejor que me dejes de fastidiar niña—Le digo a Marinette que ha venido a mi casa y está parada delante de mí—¿Estás sorda o no entiendes?

—Solo quería informarle al gran empresario que su hijo y yo somos amigos.

—¿Amigos?

—Digamos que yo le causo cierta curiosidad a él por lo tanto no ha sido capaz de dejar de estar conmigo.

Abro mis ojos en grande ante esa respuesta.

—De qué hablas ¿acaso tú?

—¿Qué si ya hemos? No aún no, no haré eso él no sabe que soy la madre de Emilie, cree que soy una mujer mayor al principio pensó que si era Marinette pero me encargué de que pensara todo lo contrario no quiero que me reconozca aún.

—No te atrevas a hacerle daño a mi hijo Marinette.

—¿Acaso cree que yo sería capaz? No soy usted señor Gabriel, yo sí tengo corazón y Adrien no me ha hecho nada y ni él ni mi hija, ni la señora Emilie tienen la culpa de toda su maldad señor y no se olvide que mi venganza contra usted está cada vez más cerca y pagará por cada lágrima que me ha hecho salir.

—¿Es una amenaza?

—Tómelo cómo quiera yo ya le advertí.

—No puedes hacerme nada.

—¿Tiene miedo es eso? Solo acuérdese de aquella vez en la que usted me amenazó estando yo aún embarazada de SU nieta, por su culpa casi pierdo a Emilie ella hubiera muerto por su maldad.

—Yo no te hice nada.

—Se equivoca, porque ese día cuando usted se fue sufrí una hemorragia y estuve apunto de sufrir un aborto y por ende en peligro de perder a mi hija pero disfrutaré el momento en el que usted sufra lo mismo que yo y mucho peor.

—No tienes el valor, eres solo una mocosa-

—No me subestime, ya no está tratando con la misma niña ingenua y débil de antes ahora estoy a su mismo nivel o incluso mucho más arriba.

—Puedes perder a mi hijo y a mi nieta para siempre si llegas a intentar algo en mi contra.

—¿De qué manera los perdería?

—Puedo inventar que me quisiste matar o peor aún que qusiste matar a Emilie, a mi nieta.

—¿Enserio cree que eso funcionará? por favor, con ese truco barato no engañará a nadie, yo tengo una manera muy efectiva de hundirlo cuando quiera, tengo algunas de sus amenazas bien guardadas cómo prueba. También puedo hacerme una prueba de ADN y mostrársela a su hijo para que así sepa que soy su amada Marinette la cual él está seguro de que murió al dar a luz a su hija  porque eso le hizo creer su padre.

Arrugo mis cejas, ella es mucho más lista e inteligente de lo que pensaba nunca pensé que cambiaría tanto.

—Tengo muchas armas a mi favor, y muchas maneras de comprobar lo que digo Adrien cree que ese día que casi pierdo a nuestra hija fue por un accidente que tuve pero eso solo lo inventé por miedo a la amenaza que usted me hizo ese día, ahora sus amenazas no me intimidan para nada cuando tengo mucho más poder que usted.

—Pareces muy confiada.

—Y con justa razón ¿No cree? Usted debería de tenerme miedo sabe.

—¿A una niña débil como tú?

—Veremos que tan débil puedo ser cuando mi venganza llegue y me pida perdón de rodillas por todo el daño que me ha hecho no solo a mí, también a su familia—Termina de decirme, que ganas de agarrarla por el cuello y darle una buena lección pero debo controlarme aún no es el momento pero ya lo será,.

Ella se retira de la mansión tan tranquila cómo si aquí no hubiera sucedido nada.

Unos minutos después entra Adrien con mi nieta, yo la cargo y saludo a mi hijo.

—¿Qué hacía Emma aquí?

—¿Emma?

—Papá ella se llama Emma es una amiga que tengo.

Con qué le mintió, pero esa mentira no durará mucho.

—Vino a preguntar por ti.

—¿Enserio, y que era?

—Si necesitabas algo o si estabas bien.

—Parecía preocupada cuando me la encontré a la entrada de la casa.

—Adrien con respecto a esa mujer te quería pedir algo.

—¿Qué cosa papá?

—¿Puedes no relacionarte más con ella por favor?

—¿Por qué?

—Porque es una mujer mayor que tú se ve claramente y tú eres un niño aún, no quiero que ella te haga algo.

—No lo creo, hemos salido varias veces y ella hasta se encariñó con Emilie.

—¿Podrías obedecer? Es por tu bien.

—Papá esta vez no te haré caso, ella no me ha dado motivos para dejar de verla por lo tanto seguiré saliendo con ella.

—¿Acaso te gusta?

—Es una mujer mayor cómo podría gustarme, me lleva 5 años.

—Pensé que podrías creer en ese dicho de que para el amor no hay edad.

—Creo en eso pero no soy de esos chicos que se interesan en mujeres mayores que ellos, papá estaré bien tranquilo.

—De acuerdo hijo confío en ti.

—Muchas gracias padre—Me sonríe y yo a él, adoro a mi hijo y a mí nieta pero mi amor por Marinette es más grande.

Mi vida hubiera sido mucho mejor con ella a mí lado, pero lamentablemente se fijó en Adrien.

El Engaño • MLB.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora