-Una mañana accidentalmente, lo conocí... Era una mañana aparentemente normal, yo salí de mí casa de camino hacia mí trabajo cuando empezó a lloviznar, tuve que esperar horas en una cafetería a qué pudiera parar de llover, un rato luego de que se calmara la lluvia, al fin pude salir de esa cafetería, pero perdí una mañana de trabajo.
Debo decir que no fue nada agradable escuchar al día siguiente a mí jefe decir "Clara, ¿qué te sucede? Debes llegar más temprano o serás despedida y remplazada, eres una tonta" Que se calle ya. Gracias al cielo ese día no perdí mi trabajo, estaba en un muy buen puesto, y a mí jefe no le era conveniente despedirme, ya que le di órden a esa compañía. Era administradora de una compañía de departamentos lujosos, en dónde se hospedaban celebridades.
Tenía una vida relativamente cómoda y tranquila, vivía sola, ganaba lo suficiente en mí trabajo, podía hacer absolutamente lo que quisiera, pero en cambio yo prefería estar en mí departamento leyendo, y viendo películas en mi tiempo libre.
Mí horario de trabajo era de 9:00 a 2:15 p.m solo los lunes, miércoles, viernes, y jueves! Que usualmente eran los días con más trabajo por hacer. Aveces el trabajo me agotaba, y solo quería a alguien que me apoyará y me mimara como a una niña pequeña, pero nadie aparecía. Tengo muy mala suerte para el amor, casi nadie se fija en mí y no logro entender la razón por la cuál no sucede eso en mí vida.
Ese día cuando llegué a mi casa me quedé pensando en el chico que estaba en la parada del autobús, y me dió su paraguas para que no me mojara, ese día sabía que algo en mí había cambiado. Era un chico de ojos azules, cabello liso negro, una piel blanca y unas manos tan delicadas que podría decirse que fueron talladas por los mismos ángeles, su rostro, tan perfilado y perfecto, y unos labios tan rosas y carnosos, provocaba besarlos...
Me tomó de la mano, me asusté, pero el me dijo con una voz un poco intimidante y seria.."No temas, no te haré daño, pero no sé sí notas que estás bajo la lluvia y podría llevarse un resfriado, señorita Clara"..
¡¿Queee?!
¿Como sabe ese chico que me llamo Clara? -Susurré mientras el chico me cubría con un abrigo y un paraguas, y me dice "Mire su camiseta señorita, lleva su nombre en ella" ayyy que vergüenza, ¿cómo no me pude haber fijado de que mi camiseta llevaba la etiqueta con mi nombre? Que torpe, ahora éste chico creerá que estoy loca...En ese momento no supe más nada de mi alrededor, solo quería desaparecer de la vergüenza que tenía con el chico en frente. Hmm, a su altura le calculé como unos 1.95 metros de altura, era guapísimo, y yo actuando como una tonta con él, quise disculparme con él, pero cuando me di cuenta, el chico ya no estaba y me había dejado su paraguas. Creí que volvería, pero pasaron horas así que tuve que esperar en el café, y pregunté si lo habían visto, pero nadie sabía quién era éste chico.
De verdad, ese chico flechó mi corazón al instante en que lo ví a los ojos, lamento que ese momento no duró mucho tiempo, pero aún sigue pasando por mi cabeza la pregunta, ¿Por qué me dejó su paraguas sin siquiera darme su nombre? Era muy extraño, pero luego no le presté tanta atención. Regresé a mi casa y me puse mis pantuflitas preferidas, eran de conejito con una tela de peluche.
En ese momento llegué a casa un poco hambrienta, así que fuí a mi refrigerador y preparé un vaso de leche con galletas, mientras tanto, yo vería mi serie preferida en mi habitación con las luces apagadas para que fuera más apreciada.
Cuando por fin estuvieron las galletas, las tomé con mi vaso de leche y luego lavé los trastes que usé y fui a prepararme una ducha tibia y espumosa. Entré al cuarto de baño y me relajé lo más que pude, venía agotada y una ducha de agua tibia no me vendría nada mal, tomé mi esponja y empecé a frotarla suavemente por mi cuerpo para quedar impecable. Salí de la ducha y tomé mi bata de baño, y envolví mi cabello en una toalla hasta secarse, apliqué algunos productos en mi rostro cómo aceites, cremas, mascarillas y exfoliantes, luego de hacerme la limpieza de cutis procedí a peinar mi cabello y aplicar algunos productos de cuidado para el cabello, lo peiné muy bien y fui a mi armario y escogí una ropa de pijama cómoda y acogedora, tomé un conjunto rosa de seda y unas medias naranja, me gusta estar cómoda en casa, y como vivía sola, podía estar en pijama en mis días libres y hacer lo que yo quisiera, sin ninguna detención.
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El lazo del destino
RomanceClara, una chica tímida e introvertida amante a los libros, quién un día sale de su casa camino a su trabajo, pero no sabía que un evento inesperado le sucedería en el camino. En la parada del bus, en el que se transportaría para llegar hasta su tra...