Todos estaban sorprendidos por la belleza del chico nuevo que pisaba la escuela.
Con gel en el cabello, reloj caro, su café de Starbucks y siempre su caminata con elegancia además de presumida.
Y Katsuki nunca se juntaría con el chico fresa del sal...
Poco a poco abrí mis parpados por los fuertes gritos de mi madre para que apagará la alarma de una buena vez y me levantará, deje de abrazar la almohada lanzándola algún sitio al darme cuenta, levantando mi cara adormilada y apagando el despertador del celular.
Carajo. No debí hacerles caso a los idiotas y pasar la noche jugando videojuegos.
-¡Katsuki, tu bento está en la mesa!
Esa era su despedida y cerró la puerta partiendo a su trabajo. Luego de bostezar y unos minutos haciendo el idiota, salí de la regadera con una toalla en mi cintura, me aliste y baje a desayunar, tome un pan tostado y cubrí con mermelada, era de las pocas cosas con dulce que me gustaban ya que el pan quemado hacia un contraste.
Salí, encontrando a Kirishima recargado en la cerca de madera.
Eijiro dejo su celular de lado en cuanto me vio salir de casa y se movió hacia el garaje detrás de mí, partiríamos de nuevo en mi motocicleta.
-Bakugo ¿Me prestas la motocicleta este viernes?
-¿Para qué la quieres?
-Para impresionar a una chica peli rosa, me invito a salir y quiero llegar conduciendo este bebe -dijo subiéndose y tomando el casco. Chasqueo la lengua.
-Deja de tratar de poner celoso a Kaminari, así nunca conseguirás algo, idiota.
-¡Pero por más señales que le doy no las pilla, estoy desesperado!
Enciendo la motocicleta, volteando a ver a Kirishima con mis cejas fruncidas y una sonrisa burlona, un poco de su mierdero color rojo del cabello bajo a sus mejillas, pero yo bien sabía como le gustaba el otro estúpido de rayitos.
-Te ves patético, pelo mierda.
-¡Apóyame! -chilló, recordándome a gran bebe horrible y berrinchudo.
Di un aviso para que se agarrara, se sostuvo desde atrás de la motocicleta. Rápido salí del garaje de la casa y conduje esquivando con rapidez por la calle, Eijiro con el casco puesto tenía que gritar para que pudiese entenderle.
-¡Ya llegara alguien que dome al gran Bakugo Katsuki!
-¡Ni en tus estúpidos sueños, pelo mierda!
Di la vuelta en una curva, rápido o si no llegaríamos tarde a la UA.
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Frené mi motocicleta en la entrada de la escuela, dando una indirecta para que se bajará Kirishima y luego yo poder arrastrar mi vehículo hasta el "área de estacionamiento."
Pero...
MALDITA SEA.
Estaban aparcando donde se suponía que era mi lugar.
«Pero esos extras... Ya tendrían su merecido»
No quería llevarme una llamada de atención tan temprano por los profesores por lo que solo por esta vez lo deje pasar, contando hasta diez para regresar con Kirishima y Denki, quien había llegado chocando puños. Los deje atrás queriendo llegar al aula de una vez. Ese par de tontuelos caminaban muy lento por lo que, apuntó de gritarles, detrás de nosotros llego alguien...
Oh, Oh.
Un limo se estacionó frente a la puerta de la UA, dando paso a un chico bicolor. Todos se quedaron impresionados con estúpidas caras, incluso dejaron paso abierto para que pasara.
El chico de ojos bicolores esbozo una sonrisa a todos los presentes de ahí, acompañado de un guiño. Y las chicas caían derretidas como chocolate.
Me dio igual, pero a lo mejor parecí igual de estúpido que todos ahí o algo porque conseguí hacer contacto visual con el chico nuevo.
El chico de raros cabellos mitad blanco y mitad rojo quitó el flequillo que se atravesaba en su heterocromática mirada que le impedía observarme mejor, ese hecho me dio escalofríos.
¿Qué quería? ¿Retarme?, Ja. Me fui dando zancadas pesadas dentro de la escuela. Con los dos idiotas detrás de mí y sus patéticos gritos de "¿Lo viste, bro?", "¡Me noticeo el chico nuevo, wuaaa!" yo quería responderle a Denki un "¡Me miro a mí!" Pero sonaría patético, no le daría tanta importancia.
¿Era alguien famoso o algo así? ¿O porque ese aire de niño rico? Pero desde la entrada note una mata de rizos en la esquina de todo el montón que traía el mitad y mitad ese por detrás, eso me enfureció, pero Kirishima me tomó por el hombro.
-¡Este nuevo año seguiremos en el top uno!
-Los de la otra escuela vendrán en unas semanas Bakugo, te queremos concentrado.
-Maldición, lo sé.
Quite su mano de mi hombro y puse mis audífonos perdiéndome de esa mirada bicolor.
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Shoto sonrió una última vez a los de su alrededor por simple educación y entró a la UA.
La escuela más prestigiosa de la ciudad de Yuei. Algunos alumnos eran becados, pero ese no era el caso de Todoroki Shoto, hijo del señor empresario Enji Todoroki, reconocido por sus empresas en expansión por la ciudad. Tener el último iPhone del mercado y bajar de carros de lujo era lo normal para Shoto, pero en realidad todos estaban sorprendidos por la belleza del chico nuevo que pisaba la escuela.
Pero él solo podía seguir con su rostro neutral y fino, mientras iba hacia la dirección aun sin olvidar esos ojos rojizos.
