LO QUE FUERA

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Iba de regreso al gran árbol, absorta en sus pensamientos, pensando en aquella conversación tan inusual ¿Porque le había dicho todo aquello? ¿Porque se comporto de aquella manera? nunca lo había visto ser de esa manera, pero estaba claro que Lyam jamas entendería que ella jamas podrá corresponderle.

Pensó firmemente que el dia de mañana le diría que se olvidara ella, que la aceptara como amiga, como compañera, o si no, con todo el dolor de su corazón, se tendría que olvidar de ella definitivamente.

Con ese pensamiento y determinación en mente, no se había dado cuenta que alguien la abrazaba por atrás haciendo que diera un respingo.

Gloxinia: ¿Te asuste? - Preguntaron calidamente cerca de su oído.

Lunala: Me tomaste desprevenida.

Gloxinia: (Posicionandose frente a ella sin soltar el abrazo) ¿Pasa algo?

Lunala: No ¿Por qué?

Gloxinia: Te siento, rara.

Lunala: Solo, estaba distraída eso es todo.

Gloxinia le quedaba viendo, tratando de leerla, aunque obviamente eso era difícil para el, era muy difícil leer el corazón de la peliblanca, y eso le frustaba, aunque era la única con la que no podía hacerlo, asi que usaba otras tácticas para hacerlo.

Lunala: Aunque te me quedes viendo inquisidor, de verdad no tengo nada, solo un poco de hambre y cansancio.

Gloxinia: Entonces vamos a cenar.

Meliodas: Ha, Gloxinia aquí están - Llamo el rubio junto con Elizabeth acercandose a ellos - Hola Lunala, que tal, vaya, te vez hermosa - Adulo tratando de molestar al pelirrojo... Y lo habia conseguido.

Gloxinia: Los ojos fuera de mi mujer - Advirtio el Hada frunciendo el ceño molesto abrazandose fuertemente de la albina hasta con las piernes, Elizabeth sonreia al ver la acción tan protectora y celosa del monarca.

Meliodas: ¿Que tiene de malo? si es la verdad, Lunala es muy hermosa - Incitando aun mas los celos del Hada.

Gloxinia: "GRRRR" - Gruño con molestia amenazadora.

Elizabeth: Ya ya, su majestad no le haga caso - Tu vo que intervenir - Lo esta haciendo solo para molestar, mejor porque no nos dirigimos a cenar.

- - -

La cena paso de lo mas tranquilo, platicando y riendo de cosas triviales, de pronto, Gloxina empezó a sentirse algo raro, sientiendo una pequeña molestia en el área abdominal.

Lunala: ¿Te encuentas bien? - Pregunto al verlo un poco distraido.

Gloxinia: Si, solo estoy un poco cansado - Informo.

Lunala: Entonces ya es hora de ir a descansar.

. . . 

Ya en su propia habitación, Gloxinia no se sentía mejor - Ire a darme un baño - Comento el pelirrojo un poco decaido.

Lunala: (Acercandose a el, ya que lo miro un poco enrojecido) Estas un poco caliente, encerio ¿Te sientes bien?

Gloxinia: Si, no te preocupes, ire a refrescarme y me sentiré mejor.

Lunala: ¿Quieres que te acompañe? - Pregunto para ayudarlo a refrescarse.

. . .

Dentro en la lagunilla, el monarca no se sentía mejor, se encontraba recargado sobre el torso desnudo de la albina dándole la espalda y ella, humedeciendo su cuerpo, principalmente la cabeza y frente.

Se sentía raro, sentía que le dolia el cuerpo, tenia algo de escalofrios y se sentía somnoliento, al terminar se dispuso a secarse el cuerpo pero se le dificulto hacerlo, sentia el cuerpo pesado al mismo tiempo que sentia que le dolia el cuerpo para moverse, asi que Lunala tomo aquel pedazo de tela para ayudarlo.

TU FRIO CORAZON (TOMO UNO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora