Primera clase

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–Bien ahora porfavor siéntate a lado de Himejima-san, señorita porfavor levanté su mano–, pidió la profesora.

–Ara ara, Ans-kun se va a sentar a mi lado... Quizás podamos ser amigos–, dijo alegremente la chica mientras daba una imperceptible mirada rápida a su mejor amiga.

El chico rubio se limito a sonreír mientras se acercaba a su asiento, ignorando las quejas de sus compañeros masculinos se sentó a lado de la hermosa chica pelinegra y en ese momento se pregunto cómo era posible que hubiera una chica tan hermosas como Rías en su mismo salón, es decir no se supone que era contra la estadística o las chicas más hermosas siempre van a academias puramente femeninas.

Sin tomar mucha importancia siguió adelante con sus clases y se mantuvo al día, de hecho participo bastante ganando algunos puntos extra que le ayudarían en su calificación además de una aprobación en general del profesorado y sinceramente no podía culparlos, tener un alumno nuevo era difícil pero si este estaba totalmente al día y comprendía los temas al momento entonces eso les quitaría mucho trabajo extra.

El día paso bastante rápido hasta que el timbre sonó y muchos alumnos empezaron a levantarse de sus pupitres para empezar a salir del aula, por un momento el rubio se sintió perdido y se culpo por no memorizar su horario pero sus pensamientos fueron interrumpidos cuando Rías, Akeno y otras dos chicas se acercaron a él.

–Ans-kun, veo que no tuviste problemas con la clase, eh–, dijo alegremente la pelirroja.

–Ah si, algunos temas son nuevos y debo decir que es un poco diferente a Europa pero me adapto rápido–, contesto él chico.

–Es bueno que te adaptes rápido, mi nombre es Sona Shitori soy la presidenta del consejo estudiantil, tengo entendido que Rías te hablo de mí–, dijo una de las chicas que no conocía, aunque técnicamente solo conocía a Rías.

–Un placer conocerte Sona o debería llamarte Shitori–san, todavía no me acostumbro bien cuando usar los sufijos–, dijo el chico un poco avergonzado.

–Sona estará bien–, dijo en voz baja la chica mientras miraba a otro sitio.

–Araa Sona está avergonzada, que linda–, se burló Akeno haciendo que Sona la mirará fijamente.

–Bueno Ans-kun, la razón por la que traje a Sona es por qué como eres nuevo tienes muchos deberes atrasados pero el consejo estudiantil te los debe dar en esta semana, además podrás contar con la ayuda de alguien para hacer los deberes y tienes que encontrar un club para unirte antes de bueno antes de este fin de semana–, explico Rías.

–Como ella lo dijo, en dos días tendremos tus deberes y podrás pasar por ellos–, concluyó la una chica de la cual no sabía su nombre.

–Lamento haberles causado tantos problemas–, se disculpo el chico.

–Una cosa más–, dijo Sona haciendo que las demás chicas la mirarán.

–¿Si?–.

–Akeno será la chica que te ayudará con tus deberes... Puedes ir a su casa a hacerlos–, declaró Sona.

–¡Eh!–, exclamó Akeno.

–Araa, Akeno es una niña tan buena, pensé que le gustaría ayudar a Ansorm-san–, se burló Sona devolviéndole la broma a su amiga.

–Si eso debería estar bien, también ayudaré así que podemos vernos en la casa de Akeno... Si no tienes problemas con eso–, concluyó Rías.

–Am, no me gustaría ser una molestia–, dijo el chico.

–Tonterías, una Gremory siempre esta para ayudar a los demás–, dijo Rías.

–Bueno está decidido, si me disculpan el consejo tiene mucho trabajo pendiente–, se desocupo Sona para poder marcharse junto a la otra chica dejando a Akeno y Rías que también se fueron después de despedirse dejando a Ansorm con sus pensamientos.

Tenía que esperar hasta que los deberes le fueran entregados por el consejo estudiantil pero también tenía otro problema, necesitaba encontrar otro club así que tendría que buscar la forma de encargar en algún grupo o pedirle a Rías y Akeno si podía entrar al suyo, aunque realmente no le llamaba la atención el ocultismo, es decir ¿Quien podría creer en espíritus y fantasmas? Es obvio que eso solo pasa en películas.

El chico se alejo del aula para seguir con sus cosas mientras que en otra habitación cuatro chicas estaban hablando sobre él, a decir verdad muchas pero muchas chicas estaban hablando de él pero estás tenían motivos diferentes.

–Debiste decirnos Rías–, se quejo Sona.

–Es cierto Rias-buchou–, apoyo Sona.

–Cuando lo conocí no lo noté, bueno quizás un poco pero era una sensación muy débil, tal vez su Sacerd Gear  apenas este en proceso de despertar–, se escudo Rías.

–En primer lugar no nos has dicho como lo conociste–, agrego Tsubaki.

–Bueno estaba quejándose dentro de su auto, parecía que estaba en problemas...

–¡Rías!, No puedes ir por la calle ayudando a otros, sin ofender a Akeno o tu nobleza pero realmente necesitas enfocarte en tus problemas y no en los demás... Después de todo solo tienes unos meses más–, exclamó Sona haciendo que toda la habitación quedará en silencio.

El silencio se rompió cuando Akeno y Sona empezaron a abrazar a su amiga que había empezado a llorar  desconsoladamente, ambas pelinegras solo podían maldecir a cierto Phoenix.



Quetzalcóatl un dios en dxdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora