C³⁰. Madeleine

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Emma:

El lugar es precioso,tiene faroles de luces brillantes por todos lados,ramos de flores rosas y blancas en cada mesa,los invitados tienen trajes y vestidos espectaculares y aparentemente caros. Miró a Biel y después me miró a mi,nuestra ropa es cara aunque sencilla,pero si parecemos encajar.

—¡Los novios ya vienen!—grita un hombre emocionado y de estatura media.

No puedo evitar emocionarme,siempre me han gustado eventos como este,aunque mis padres nos han prohibido volver a esto desde la última vez que arruinamos la boda de su mejor amiga y casi matarla.

Todos empiezan a gritar y aplaudir mientras un hombre de traje y una mujer con un vestido blanco y de encaje pasan al frente,en medio de todos los invitados.

—Oh mira Biel,se ve hermosa—le doy un leve toque en su pecho mientras veo a la mujer con una sonrisa deslumbrante.

—Un día te verás así de feliz—lo miró,no aparta su mirada de mi.

—Soy feliz—medio sonrió—soy feliz contigo.

—Lo se,pero se que deseas estar así,con un hombre a tu lado tomando tu mano,admirando te con un vestido blanco y caro mientras sostienes un ramo de flores.

—Pero no quiero cualquier hombre,te quiero a ti—algo que los dos sabemos,no se puede aunque se quiera—y no quiero cualquier ramo de flores,quiero un ramo de las flores que has plantado por mi.

Toma mi cuerpo entre sus brazos y me abraza—Se que un día encontrarás a alguien que te ame incluso más que yo.

—Imposible—susurro—no quiero,no voy a amarlo como te amo a ti.

—Lo se cariño—me pongo de puntitas y le robó un beso.

No nos conocen aquí,así que por un momento abrimos la caja de cristal donde guardamos nuestro amor y dejamos que sea libre,tan solo este instante dónde somos él y yo.

Los novios ríen al igual que los invitados que los ven con admiración, entonces le doy la razón a Biel.

—¿Algo de beber o comer?—pregunta Biel mientras los dos vemos la mesa gigante al frente de nosotros con comida,fruta y bebidas de todo tipo.

—Elige tu—le doy una sonrisa y voy a una de las mesas vacías para esperarlo.

Veo a mi alrededor,todo es precioso,caro y deslumbrante. Me hace recordar a todas las reuniones,fiestas que hemos ido en familia,pero también me recuerda que si no canceló la boda con Alessandro antes de cumplir el tiempo, también tendré una boda así,pero no con la persona que amo y que busca comida para mí.

Una chica se sienta a mi lado,puedo ver la orilla del encaje blanco de su vestido.

—Nunca te había visto,le he preguntado a mi esposo porque pensé que eran amigos suyos—dice la novia—no los conoce,así que he preguntado a los guardias de la entrada.

La miró y miró a Biel—Lo siento—es lo único y quiero decir.

—Me han dicho que tú chico los ha sobornado—trato de aguantarme la risa y la pena—sin mencionar que les ha apuntado con un arma antes.

—Lo siento de verdad—me acomodo para verla,es realmente hermosa—hoy tenemos una cita,hemos ido al lago y de regreso hemos visto este salón. Le he preguntado si sabía de quién era la boda,y ha dicho que si.

Suspiro y maldigo a Biel al dejarme este problema a mi.

—Esta bien,en realidad ha sido muy original—ríe y extiende su mano—Madeleine Fritz.

Parece amable,así que también le doy la mano y me presento con educación y calidez. Esa misma que ella desborda.

—Es una linda boda—ella asiente y ve a su esposo,el cual está al lado de Biel.

—Creo que he visto nuestro futuro—se burla.

—Creo que yo igual.

—Espero sea una grata cita y una grata boda—se levanta cuando el chico va a su lado y le toma la mano.

—Veo que ya se han conocido.

—Era necesario—dice ella y vuelve a mi—Un placer Emma.

—Ha sido el mío Madeleine—ella sonríe y se va.

Biel llega y pone un plato con comida frente a mi, él lleva en su mano un par de uvas verdes acarameladas.

—Debes probarlas linda,recuerdo que mamá nos había prohibido estás uvas cuando se las pegamos en el cabello a la anterior novia—se ríe,parece divertirse.

Aún así mantengo mirada en él,así sin decir nada tratando de decirle todo solo con eso.

—¿Sucede algo?—mira el plato de comida—te juro que no hay algo que tenga lactosa,o champiñones,o aceitunas,o espárragos...

—Biel—corto su lista de comida que no me gusta y él anuncia.

—Ya se—pone el plato en la mesa y me sienta para él sentarse a mi lado—no tenía un plan,si lo hacía sabía que terminaría siendo un desastre.

—¿Era necesario apuntarles con un arma y sobornarlos?

—Si tan solo nos hubieran invitado,no hubiera tenido que ir al extremo cariño—dice con inocencia.

—Si no nos han invitado es porque no nos conocen—y eso es bueno en realidad.

—De acuerdo,pero no nos han echado.

—No no lo han hecho—y tiene un punto a su favor—pero no vuelvas a hacerlo.

Él asiente y toma una de las uvas acercándola a mi boca,la abro y como, realmente extrañaba ese sabor dulce y empalagoso en mi paladar.

Empieza a sonar música en el lugar,una canción vieja que alguna vez escuché detrás de la puerta de la oficina de mi padre.

—¿Quien se encarga de la música?—pregunta Biel viendo hacia todos lados—Espero no le paguen,son canciones viejas,no van a esto.

—Biel,te van a escuchar—lo reprendo metiendo un par de uvas a su boca—mejor come,la música es linda,solo que no sabes apreciarla lo suficiente.

Frunce el ceño y mastica para poder hablar,pero no le doy el tiempo suficiente cuando meto otro par a su boca.

—Shh,tal vez un poco de alcohol te siente bien—dejo un beso en sus labios quitando un poco del caramelo—¡Ahora vuelvo hombrecito!—anuncio y me voy hacia la mesa gigante.

Fragmentos De Un Amor Incomprendido [LIBERTAD Y CONDENA] © +18 TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora