El reencuentro

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Paso aproximadamente 2 horas y a penas eran las 6 pm y el vuelo salía a las 11. Yulia ya tenía sus cosas listas, había rentado un auto para llevar las maletas y a Lena a su casa por las suyas.

-¿Te encuentras bien? - Preguntó Yulia mientras manejaba, Lena iba en el asiento del copiloto, miraba hacía la ventana, su mirada parecía perdida, pero Yulia no había tenido el valor de hablar, hasta hace un momento

-¿Mande? - Pregunto Lena saliendo del transe en el que estaba hasta hace unos momentos, cuando escucho la voz de Yulia

-¿Qué si te encuentras bien? - Volvió a decir la ojiazul, mirando a Lena en un momento en el que estuvo el semáforo en rojo

-Sí... sí estoy bien - Constestó la pelirroja aún con la vista en la ventana - En el siguiente semáforo a la derecha y la tercera casa es la mía - Le indico a la morena 

-Por supuesto - fue lo único que contestó antes de que el silencio volviera a proclamarse 

Se estaciono en frente de una casa blanca y de dos pisos, no tenía nada extraordinario ni resaltaba entre las demás casa, simplemente era una casa

Lena bajo del coche seguida de Yulia, toco la puerta y una señora de unos 45 años, de estatura mediana, algunas canas en su cabello rojo bien peinado en una coleta y unas pequeñas visibles arrugas en su rostro fue quien abrió la puerta. En cuanto vio a Lena sus ojos se cristalizaron y abrazo a la pequeña.

-¡Lena! Cariño, ¿Donde has estado? - Preguntó la señora, para esto Yulia había entendido que ella era la madre de la pelirroja

-Estoy bien mamá, solo vine por mis cosas - Contestó Lena con un tono tranquilizador y serio

-¿Qué? ¿Por qué? - Su cara mostraba confución

-Me voy de viaje mamá 

-¿Pero a donde? ¿Con quién? 

-Con ... ella - Señalo a la ojiazul que miraba la escena sin decir nada - Mamá ella es Yulia Volkova, una amiga y me invito a pasar unos dias en su país natal, en México

-¡Ah! Mucho gusto señora - Dijo Yulia sorprendida con la presentación tan inesperada y directa que le dio la pelirroja a su mamá 

-¿Eres de confianza? - Preguntó la señora mirando a la morena con voz seria 

-Claro que sí - Contestó Lena impidiendo la respuesta de Yulia que apenas empezaba abrir su boca para la respuesta cuando fue interrumpida

-¿Estas segura? - Volvió a insistir la señora

-En serio mamá, te lo puedo asegurar, ella es muy buena y no me haría nada con solo un viaje de una semana, tranquila 

-Esta bien - Dijo la señora no un tanto convencida

-¿Podemos entrar? - Preguntó Lena al darse cuenta de que seguían en la entrada de su casa

-Oh disculpa, pasen, pasen - Decía mientras se hacía a un lado invitándolas a pasar

-Con permiso - Dijo Yulia mientras entraba

-¿Él esta acá? - Preguntó la pelirroja buscando a su padrastro con la mirada 

-Sí esta en la sala viendo televisión 

-Oh bueno, iré a mi habitación - Tomo la mano de la ojiazul y subió las escaleras 

Abrió la puerta e invito a la morena a pasar, tomo unas maletas y empezó a sacar ropa al azar de su armario, la ojiazul se ofreció ayudarla, pero Lena se negó y la mando a sentarse en su cama mientras terminaba de acomodar sus cosas en las maletas

-Bien, vamos - Le dijo la pelirroja parando la maleta que tenía, la morena solo asientió con la cabeza y se paro de la cama 

iban bajando las escaleras cuando escucharon a la mamá de Lena salir de la cocina invitándolas a quedarse a cenar antes de su viaje, ambas se miraron y aceptaron la cena, puesto no habían comido nada y su viaje seria largo

Se sentaron al rededor de la mesa, había un plato de crema de elote en cada lugar, había demás un lomo de cerdo cocido en salsa de guayaba y papas al horno, ambas tenían hambre y aquello les pareció algo maravilloso, cuando estaban dispuestas a probar bocado un señor alto, cabello negro, flaco, traía una camisa blanca holgada y unos pantalones azules igual holgados, las miro a las dos chicas y poso su vista en Lena, sonrío para si mismo y se sentó a un lado de esta, la pelirroja se tenso ante su aproximación.

La cena tuvo un ambiente incomodo, en ocasiones su padrastro pasaba la mano por la rodilla de la pelirroja provocando que se tensara y este a su vez sonriera de la reacción que tenía Lena. En cuanto termino de comer se paro alejándose lo más posible de su padrastro, Yulia se paro detrás de ella, agradeció la comida y cuando se acercaban a la puerta su mamá las detuvo

-Lena, cariño cuídate mucho - La abrazo y unas lágrimas resbalaron por su rostro - Toma, llévate esto, se que te servirá - Dijo dandole un sobre con dinero 

-No, no puedo aceptarlo, es tuyo - Contesto Lena negándose al ofrecimiento que su mamá le daba

-En serio, toma, te va a servir más a ti que a mí 

-Gracias mamá - Y la abrazo un rato más, Yulia solo miraba la escena sin decir nada, más cuando le padrastro de Lena salío de la cocina, la morena le envió una mirada asesina, sabía lo que había pasado en la cena y se sentía impotente de no poder defenderla, de no poder alejarla aun sabiendo lo que estaba pasando, él solamente le sonrió y entro de nuevo a la sala, ambas chicas salieron y Yulia le abrió la puerta del copiloto a Lena, esta le agradeció y entro, vio como la ojiazul se daba la vuelta para entrar a su lugar.

-¿Estas bien? - Preguntó Yulia antes de prender el coche, Lena no contestó, simplemente se lanzo a los brazos de la morena llorando que tan protector mente y con cariño la recibieron incluso el primer día en el que se habían conocido, la pelirroja no podía describir el sentimiento que tenía cada que Yulia la abrazaba, se sentía tan segura, tan amada que le gustaba. Después de un rato la pelirroja se tranquilizo, seco sus lágrimas y se volvió a incorporar en su asiento. Yulia entendió que era hora de marcharse y no preguntar nada más 

La última soluciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora