Un nuevo comienzo - (Parte 1 y 2)

Capítulo 2

El primer encuentro

Narra Haruka

Tengo ocho años. Pasaron dos años desde que nació Tanjiro y uno desde que nació Nezuko, actualmente mi madre está embarazada de Takeo si no me equivocó. Lamentablemente mi padre enfermo así que me toca hacer las entregas de kimonos y vender el carbón, obviamente se negaron pero por mi amabilidad Kamado no me pude resistir.

Actualmente me dirijo al pueblo para entregar un kimono que mando a arreglar una señora. Últimamente no me han molestado mucho sobre lo de tener una prometida. Eso me pone feliz y ahora puedo ir al pueblo sin que me molesten. Y sobre la danza del dios del fuego... Digamos que soy muy flojo como para aprenderme todos los pasos de baile. Soy bueno bailando ya que tengo un buen ritmo musical, ser mexicano en mi otra vida creo que me benefició en algo.

???: Kamado-kun, es bueno volver a verte. Dime ¿Cómo han estado tus padres y hermanos? *un señor salió de una cabaña*

Haruka: ¡Saburo-san! Mis padres y hermanos están bien ¿Cómo a estado usted últimamente? 

Saburo: Te he dicho que no seas tan respetuoso conmigo *acariciando la cabeza del pequeño* Y contestando a tu pregunta. Mi esposa e hijos están muy bien

Haruka: Eso me alegra. Bueno yo me tengo que ir. Tengo un pedido especial para la señora Nakamura

Saburo: Ten cuidado. Recuerda que su hija está perdidamente enamorada de ti. Si no mal recuerdo mañana es su cumpleaños, así que probablemente ese sea su regalo

Haruka: (La loca) Tomaré ese consejo para después. Fue un gusto platicar con usted *saldría corriendo a una gran velocidad*

Saburo: Ese niño... Nunca aprenderá a la primera *con un suspiro entro a su casa*

Antes de que yo reencarnara en este mundo era muy respetuoso con las personas, no por algo era un soldado del ejército mexicano. Los únicos que no merecían mi respeto eran los malandros y las personas que me caían mal. Llegué al pueblo y después de ayudar a varias personas llegué a la casa de los Nakamura.

Haruka: *tocando la puerta* ¡Señora Nakamura! ¡Le tengo su pedido que ordeno!

Escuché unos pequeños pasos que se acercaban a la puerta. Ya sabía quién era esa persona. Puedo presumir que tengo un buen oído, no es igual al de Zenitsu o Uzui pero puedo distinguir  a las personas con solo el sonido de sus pisadas. Una pequeña niña fue la que abrió la puerta, pelinegra y con ojos azules, vestía un kimono azul con estampados de flores. Esa era Aiko Nakamura.

Aiko: ¡H-Haruka-kun! *muy sonrojada por ver al niño* ¿Q-Que haces en mi humilde casa?

Haruka: Tu mamá envío a arreglar un kimono, así que me pidieron que lo entregará *mostraría la bolsa donde estaba el kimono* ¿Puedo pasar?

Aiko: C-Claro *dejaría que el pelinegro pasará a su casa* Por cierto, puedo ver el kimono

Haruka: No. El cliente principal tiene que verlo primero, además puedes romperlo *alejaría la bolsa de la pelinegra, está última se puso triste*

Soy muy cuidadoso con las cosas de otros. También algo perfeccionista y me gusta seguir las reglas, soy estricto conmigo mismo y con las personas que me rodean. Si perturban mi paz yo destruiré su vida, esa ideología la seguiré hasta que me muera.

???: ¿Haruka? *una señora se acercó a los dos niños* Tienes lo que le pedí a tu madre ¿Verdad?

La señora Sumi Nakamura es una mujer pelinegra con los ojos café y de estatura promedio. Sería y muy recta para mí gusto. Creo que es así debido a que su esposo era un cazador de demonios. ¿Cómo se eso? En la casa hay varios cuadros del padre de Aiko con el uniforme de los cazadores de demonios. Además en una pared está una nichirin, así que no hay duda de que el padre de Aiko era un cazador de demonios.