Parte I

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Naruto

—¿Y cuál es tu historia, Naruto?

—Mi historia... Bueno...—suspiré con pesadez mientras acariciaba suavemente la arena en la que estaba sentado—Sólo puedo decir con certeza que..., esa mañana, me había despertado... muy feliz...—sonreí mientras el sol iluminaba mi cara y me obligaba a cerrar los ojos.

Aquella mañana del 13 de febrero de 2022, me había despertado realmente feliz. Estaba demasiado emocionado, porque me habían otorgado unas pequeñas vacaciones, a pesar de ser un empleado reciente que no tenía todavía derecho a esos privilegios.

En la empresa en la que había comenzado a trabajar hacía un mes, necesitaba, al menos, un año de antigüedad para que me pudiesen dar mis vacaciones, pero tenía la maravillosa suerte de que el presidente de dicha empresa... era mi suegro, Fugaku Uchiha.

Cuando el jefe de equipo me había dado la noticia a través de un mail, casi se me había salido el corazón, porque podía ir a ver a mi novio, quien había sido transferido temporalmente a Estados Unidos por ser el director general. Tenía dos semanas enteras para disfrutar con mi gruñón y amargado novio. Estaba más que feliz. Iría sin pensarlo a ese país y nada me lo impediría.

Había sacado el boleto de avión de inmediato después de la noticia. Volaría a Estados Unidos en la mañana del 13 de febrero. Eso quería decir que podía pasar el día de los enamorados con él. De sólo pensarlo, se me revolvía el estómago de la emoción. Aunque a Sasuke no le gustaba mucho ese tema. No celebraba nada, pero sólo poder estar a su lado me bastaba. Él era muy dulce cuando quería.

Al llegar al aeropuerto, lo llamé sin reservas. Faltaban treinta minutos para abordar el avión. Todo estaba listo. Sólo llevaba una maleta, porque no iba a ser mucho tiempo. Sasuke insistiría en comprarme ropa nueva y, seguramente, regresaría con otra maleta más.

Su teléfono sonó dos veces y me contestó.

Hola...

—¡SASUKE! —me emocioné mucho al escuchar su voz.

Naruto, vas a dejarme sordo—tan gruñón como siempre.

—Sólo estoy muy emocionado. Desde que te fuiste, sólo pude escuchar tu voz. Ahora que podré verte y tenerte delante de mí, no puedo controlarme, dattebayo—casi daba saltitos de alegría.

¿Estás en el aeropuerto ya? —me preguntó algo desganado.

—Sí, ya estoy aquí. En treinta minutos, abordaré el avión. Podremos vernos en doce horas y cuarenta minutos, dattebayo—le expresé tan feliz de la vida.

Bien...

—Aunque estoy un poco asustado. Nunca había viajado en avión. Me da algo de miedo lo que pueda suceder, dattebayo—bajé mis niveles de emoción al expresar mis inquietudes.

No tienes que preocuparte. Es el transporte más seguro que hay actualmente. Miles de personas viajan todos los días y nada sucede. Tienes más probabilidades de morir en un accidente automovilístico que en un accidente aéreo...—me explicó y eso logró calmarme un poco.

—De todas formas, me pone nervioso—escuché que suspiró con pesadez.

Deja de pensar en tonterías. Llegarás a salvo y podrás fastidiarme todo lo que quieras, como siempre.

Su actitud siempre había sido tan despiadada, pero, en el fondo, Sasuke se preocupaba y era su forma de darme tranquilidad. Le funcionaba al desgraciado.

—Estaremos juntos para el día de los enamorados. ¿No es eso lindo? —me sonrojé un poco.

No. Es sólo otro tonto día donde la gente puede vaciar sus bolsillos—rodé los ojos al escuchar eso.

En mi paraíso [SasuNaru. Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora