—Bienvenido a Melissa's Café—saluda la chica con la mirada fija en la caja registradora—¿qué te sirvo?—pregunta a la persona que está frente al mostrador
—Un café negro con dos de azúcar, porfavor—habla el cliente
Meddy levanta la vista y se encuentra con un par de ojos verdes viéndola directamente
—Hola Madison—saluda el chico—no sabías que trabajas aquí
—Eh, me conoces?—preguntó la chica algo confundida
—Algo, estamos juntos en la clase de arte
—Ah, no te recordaba
Él sonríe un poco decepcionado
—Entiendo
Maddy le sonríe en forma de disculpa
—Bien, tú pedido estará listo en un momento
Al cabo de unos minutos la chica vuelve al mostrador con el pedido del chico
—Que tengas lindo día—le dice amablemente mientras le entrega el café
—Me gustó verte—le dice el chico antes de salir del local.
La tarde pasó rápido, hubo mucha clientela en el café y Maddy está realmente agotada. Después de dejar todo limpio con su compañera, toma sus cosas para ir a casa.
Siempre le gusta caminar para poder tardar el más tiempo posible en llegar
Saca los auriculares de su mochila y le pone play a la música, luego saca una cajeta de cigarrillos de su bolsillo y lo enciende
Todos se saben el discurso de que el tabaco es algo letal y que puede incluso llevarte a la muerte. Ella se saben bien dicho discurso, y tal vez es lo que trata de hacer desde hace mucho tiempo, morir o desaparecer de toda está mierda llamaba vida
Fumar le daña los pulmones, pero también le ayuda a calmar sus ansias que le provoca su mera existencia. Cada día es como una lucha para ella, una lucha por mantenerse cuerda y una lucha entre si vale la penas vivir o terminar con todo de una vez
Ella tiene muchos sueños los cuales son su motor para poder aguantar un día más.
Al llegar a la entrada de la casa se queda de pie un momento observando su alrededor. En la entrada de la cochera ya está estacionado el auto de su papá
—Genial—suspira
Con cansancio camina hacia la puerta, pone las llaves en el pestillo y entra a la casa. No hay nadie en la sala así que deja sus cosas sobre el sofá y se dirige a la cocina
—Buenas noches—saluda a sus padres que ya están en la mesa listos para cenar
—¿Por qué llegas tan tarde?—le pregunta el padre serio
—Me tocó cerrar la cafetería hoy—dice mientras toma asiento a lado de su madre—por eso fui la última en salir
El papá la observa con los ojos entre cerrados
—Segura que fue eso, o te quedaste en algún lugar con algunos vagos haciendo quien sabe que
Ella suspira en busca paciencia para no empezar una guerra
—No papá, del trabajo a la casa, lo tengo muy claro
Su madre le soba la pierna con cariño por debajo de la mesa y le regala una sonrisa tranquilizadora
—Eso espero Madison, no quiero que empieces con esas estupideces de adolescente, no tengo paciencia para estar lidiando con eso
—Si papá—dice mientras baja la cabeza.
La cena transcurrió silenciosa—como siempre—después de lavar los platos Maddy tomó sus cosas y se encerró en su habitación. Fue un día largo, pero al menos esa noche no paso nada
Unos minutos después de haber entrado alguien toca la puerta
—Pasa mamá
Su madre siempre pasa unos minutos con ella después de la cena, ya que durante el día casi no se ven. Maddy estudia por las mañanas y por la tarde trabaja en la cafetería
—Cómo estuvo tu día linda?—pregunta la señora Alisson mientras se sienta en la cama
—Estuvo bien mamá, pero lo menos la cena no termino en
—Lo se hija—la interrumpe—eso es algo bueno
—Si, claro—dice Maddy con ironía
—Ay mi niña, ven—le pide mientras la toma de la mano
Maddy se acerca a ella, se acuesta en la cama y coloca la cabeza en regazo
—Cuando cumplas dieciocho años todo esto acabará—le dice—solo seremos tú y yo enfrentando al mudó lejos de esta casa, pero necesito que cumplas dieciocho y seremos libre, te lo prometo mi vida
—Lo prometes?—pregunta Maddy con una sonrisa
—Lo prometo mi pequeña, ahora duerme que mañana es un nuevo dia—le pide mientras besa su frente—nunca olvides que te amo
—También te amo mamá
Y con eso la señora Alisson sale de la habitación.
Meddy se empieza a preparar para dormir, despojándose de la ropa y poniéndose algo más cómodo. Bosteza cansado y se mete en la cama. Mientras da vueltas intentando dormir las palabras del señor Nicolás —su padre—viene a su mente
Segura que fue eso, o te quedaste en algún lugar con algunos vagos haciendo quien sabe que?
Maddy sonríe con tristeza e ironía a la vez, ya que el último recuerdo de ella saliendo con un grupo de chicos fue en sexto grado cuando salió con toda la clase a celebrar que ella ganará el puesto número uno del mejor cuento infantil de la escuela. Desde entonces todo cambio en la vida de Madison, y no fue para bien, si no que toda ella y su esperanza en la humanidad se empezó a ir a la mierda
La única persona en la vida de ella que aún mantiene la chispa encendida es su madre, a pesar de todo su madre es lo único bueno que tiene y por ella ruega por que su cumpleaños dieciocho llegue pronto y poder ser libres de una buena vez, ambas han sufrido demasiado en esta vida y no podrían aguantar más tiempo en ese lugar por que una de las dos podría rendirse al quedarse sin esperanza
El amor de su madre era su esperanza, su razón para no tirarse al vacío y acabar con su tormento.
[...]
Es miércoles por la mañana y Maddy ya está lista para ir a clases. Después de darse un último vistazo en el espejo sus ánimos bajan en seguida. Tiene muchas ojeras causadas por las noches de desvelo ocasionadas por su ansiedad; está más delgada y pálida
Le duele verse así y ver su cabello corto hasta el inicio del cuello la pone aún peor por reconar la razón de por la que lo corto
Una noche tuvo un ataque de ansiedad causada por una discusión con su padre y cuando se encerró en el baño por el impulso de cambiar algo de su vida, lo que fuera, ya sea una mínima cosa sacó unas tijeras de una de las gavetas y lo corto, lo corto con tanta tristeza, rabia y dolor al mismo tiempo. Sentía que ya no podria con toda esa mierda y colapso en llanto
Cuando su madre entró al baño la encontró metida en la tina con las tijeras en la mano y cabello regado por todas partes. La señora Alisson no dijo nada, solo la abrazó y estuvo con ella hasta que se calmó y se quedó dormida
Al día siguiente cuando ya estaba más calmada su madre le ayuda a arreglar el desastre de corte que se había hecho. Y le dejó un hermoso corte recto que termina al inicio de su cuello, y como Madison tiene cabello liso le quedó hermoso—aunque ella no esté muy convencida de eso—pero su apariencia es algo que dejó de importarle hace mucho, solo se limita en verse "decente" por que de no ser así su padre enloquecería y ella hace todo lo posible porque eso no pase.
Con los ánimos por el suelo toma sus cosas y sale de la habitación en dirección a la cocina para desayunar. La comida de su madre es como vitamina para su día a día, es como si le ayudará a sobrevivir. Porque eso es lo que trata de hacer Madison de alguna manera, y es sobrevivir.

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Un Día Mas
Teen Fiction-Sólo tienes diecisiete, ¿qué tan cruel puede ser la vida a esa edad? Ella suspira con tristeza -La vida no se fija en si tienes quince o treinta años para joderte Will, solo lo hace -La vida es una mierda-comenta él