DIECISIETE

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Hermione Granger

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Hermione Granger

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Terminé mi turno de clases por la mañana y bajé al gran comedor. Cuando entré busqué entre la mesa de los Slytherin a Léa y vi que estaba junto a su grupo de amigos, seguí hacia adelante y me dirigí a la mesa de los profesores.

—Buenas tardes señorita Hermione— me saludó el profesor de Pociones, le devolví el saludo y me senté junto a Neville en la mesa.

Señorita...

Me estaba comenzando a acostumbrar a esa palabra, cuando me casé con Ronald y a cada sitio que iba me decían "Señora" a pesar de ni rozar los treinta años, no era de mi agrado, pero claro, ¿Para qué oponerse?

—¿Qué tal las cosas por aquí?— le di un apretón a la mano de Neville.

Tenerlo cerca después de todo lo que habíamos tenido que pasar cuando éramos unos niños me hacía sentir algo de nostalgia, pero también me recordaba a los buenos años que pasamos en estas mismas paredes de piedra y siempre sería mi amigo.

—Genial Hermione, la verdad ha sido todo un gusto tener a alguien como tú aquí– me da una sonrisa de boca cerrada —Cuando volví aquí, se sentía muy raro... No se, ver que los años habían pasado tan rápido y que yo ya no era un alumno si no que años atrás había abandonado este lugar graduado y convirtiéndome en un adulto— sonrió de forma nostálgica, yo sonreí también.

Los dos teníamos esa sensación agridulce , este era nuestro segundo hogar y el tiempo no había quitado esa sensación y quizá nunca lo haría.

—¿Sabes? Me alegra verlos felices, sonriendo, sin problemas, que su única preocupación sea que se van a poner para el Yule Ball o que tienen demasiadas tareas, me alegra que no haya guerras— tragó saliva y después miró la mesa de los alumnos.

—Bueno, a nosotros nos tocó vivir la parte dura para que nunca más nadie tuviera que vivirlo— suspiré, se giró hacia mí.

—Venga, dejémonos de tristezas– sonrió— ¿Que tal estás después de...?— se quedó callado, sin saber bien que decir.

—¿Mi separación?– él asintió, sonreí por su nerviosismo —Al principio fue duro, pero oye, todo es temporal, después de todo nunca terminamos en malos términos y fue por el bien de ambos, ahora mismo estoy bien, cumpliendo mis metas y con ideas en mente— puse algo de comida en mi plato mientras hablaba.

—¿Cuánto hace que te separaste, ocho meses? No se, pero es que el profeta ha bombardeado las portadas con ese titular durante semanas hace unos largos meses— replicó Neville haciendo una mueca de disgusto.

—Ya... No compré el periódico por un buen tiempo, –di un sorbo de mi copa —Y me separé hace un año, fue poco antes de Navidad, por estas fechas—

—Uh... Tuvieron que ser duras esas Navidades— dijo Neville con cara apenada.

—No fueron fáciles la verdad, pero fíjate, estas navidades las pasaremos juntos, Los Weasley, Los Potter, yo incluida, como una sola familia y se que no será incómodo— sonreí, porque era cierto, las cosas con Ron no habían salido como yo quería pero seguía siendo mi mejor amigo y nunca había dejado de serlo, siempre seríamos el trío de oro y eso nada podía cambiarlo.

—Es maravilloso— felicitó Neville.

Seguimos hablando hasta que ambos terminamos de comer, vi el reloj y quedaba media hora para reunirme con Léa nuevamente.

Me despedí de Neville y me marché rumbo a la biblioteca, me senté en la misma mesa de la última vez y fui preparando las cosas.

El reloj marcaba las 15:40.

Tenía veinte minutos por delante aún.

No mucho más tarde cuando yo estaba escribiendo en un cuadernillo cuando sentí a alguien justo en frente.

—Hola— se sentó en la silla que había frente a mi.

Tenía su pelo plateado tomado en una coleta suelta, sus ojos estaban ligeramente delineados de color negro, las mangas de su camisa blanca remangadas dejando ver algunos de sus tatuajes, tenía una expresión fría, como habitualmente.

—Te quedaban diez minutos todavía— dije ojeando mi reloj.

—Pediste puntualidad y la has tenido, –sacó sus cosas de la mochila —Así me quito antes de encima esto.

Asentí ligeramente y me permití observarla un poco más.

No negaba que echaba de menos ver como aquellas perlas de sus ojos que se veían vacíos se volviesen a llenar de ese brillo que había tenido en nuestros primeros encuentros.

—¿Y bien?— llamó mi atención.

—Eh si, –reaccioné —Me queda por explicarte solo un último detalle y después hacer las tareas que pedí para mañana, así habremos terminado— asintió y comencé.

Le conté con detalle la parte en como Harry se topó con aquel diario, era lo último que yo había dado en clase.

Me gustaba ver cómo me miraba mientras yo le contaba y a la vez vivía aquellos momentos, parecía realmente metida en la historia, preguntaba cosas a mitad que yo hablaba y tomaba apuntes, me gustaba aquella faceta como muchas otras que tenía.

—¿Nada más?— preguntó al ver que yo no seguía.

—Es hasta donde hemos llegado en clase– expliqué, saqué un pequeño papel donde tenía apuntadas las tareas —Eso tienes que hacer, no es gran cosa, –tomé mis cosas y las metí en el bolso— No te molesto más, nos vemos mañana en clase— me esforcé a levantarme para alejarme de allí, encerrarme en mi despacho e intentar hacer todo lo que tenía pendiente como profesora y no recordarla más, sacarla de mis pensamientos solo por un rato.

Por lo menos lo intentaría, pero tenía que salir de allí para empezar.

—Espera– alargó su mano que me rozó el brazo, me giré hacia Léa, me miraba insegura, algo raro en ella —Me ayudaste en las otras, hazlo en estas también— me pidió, solté aire de forma pesada.

—Sabes hacerlo sola Léa, no te hace falta mi ayuda.

—Vamos profesora, así no tendrá que corregir lo mío— indicó mi asiento, agarré con más fuerza el asa de mi bolso.

¿A quien quería engañar? Todo lo que fuese pasar tiempo con ella no me molestaba en absoluto.

—Bien— no dije nada más y volví a mi asiento, cuando volví a mirarla tenía una pequeña sonrisa que rápido disimuló volviendo a sus apuntes.

Me senté y me crucé de brazos, mirándola todo el tiempo mientras ella escribía.

Vi que comenzó a mordisquearse el labio inferior, algo nerviosa.

—¿Vas a estar así todo el tiempo?, ¿No tienes nada que hacer?— preguntó claramente nerviosa.

—No, tengo toda mi atención en ti, pero tranquila –me incliné más cerca —Tómate tu tiempo— le di un pequeño toque en la mano y volví a echarme hacia atrás, cruzándome de brazos y teniendo mi atención sobre ella.

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<3

DOBLE ACTUALIZACIÓN!

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ᴍᴇʟɪꜰʟᴜᴏ~ ʜᴇʀᴍɪᴏɴᴇ ɢʀᴀɴɢᴇʀ (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora