Problemas en casa

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Stweek/Steek
* Mención de alcohol y alcohólicos

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Los pasos parecían cortos en la nieve, y sus huellas se perdían en la misma.
Hace ¿cuánto? ¿Una hora? Había salido de la escuela, pero por primera vez no fue a su casa.

Su madre de seguro estaba ebria, y cuando ella estaba en ese estado, él prefería no interferir.
No es como si su madre hiciera locuras bajo el alcohol, pero sí llegaba a ser agresiva.

Desde que sus padres se separaron, ella se la pasaba algunas tardes así, a veces hasta noches eran en las que él no dormía por los gritos de su madre.

Ya se había acostumbrado; si bien verla así le dolía, él era todavía un pre-adolescente, no podía hacer nada por ella por más que quisiera.
Más de una vez habló con ella sobre meterla a algún club de alcohólicos anónimos, pero esta siempre se negaba.

Perdido en su mente, paró en el lago del pueblo.
Aquel lugar era el único en el cual podía sentirse seguro.

Se sentó en la banca, suspirando.

El frío le atravesaba los huesos, y su nariz podía soltar aire frío únicamente.
Podría pasar ahí horas, incluso un día entero, y aún si muriese de frío, todo era mejor que ver a su alcohólica madre culparlo por el abandono de su padre.

Sintió una presencia a su lado, y con nerviosismo giró a verlo.
Era Stan, un chico de su clase.
Volvió a suspirar.

Ese chico y su grupo a veces lo molestaban por sus tics de pequeño (especialmente Cartman) y hasta un día lo unieron al grupo para luego volverlo a desechar.
No tenía ganas de hablar con nadie, y mucho menos con él.

— Hey, Tweek —

— Hey, Stan —

Pronto, ambos volvieron a mirar al frente.

— ¿Problemas en casa? — preguntó el rubio, ya casi toda la escuela sabía de lo mal padre que era Randy y la mala vida que le podía hacer llevar a su familia.

— Sí... — respondió el azabache, y luego miró al rubio mientras este seguía con su mirada en el lago — ¿Y tú? ¿También tuviste problemas en casa? —

Tweek suspiró, volviendo a ver a Stan.

— Sí. —

El silencio entre ambos duró, hasta que Stan sacó una pequeña botella de alcohol.
El blondo lo miró, curioso y asombrado.
Ambos tenían solo 13 años, ¡¿cómo era posible que Stan tuviera eso?!
Aunque, bueno, sabiendo del pueblo donde estaban, tampoco era tanta su sorpresa.

El de gorro tomó un trago, limpiándose la boca con su ante brazo, todo ante la mirada del ex-cafeinomano.
Stan miró a Tweek, y al ver la sorprendida mirada de este no pudo evitar reír un poco.
Le extendió la botella, y el rubio la miró en una mezcla de sorpresa y confusión.

— ¿Quieres? — preguntó, y al ver la cara de Tweek volvió a hablar — Al principio es algo amargo, aunque creo que tú ya estas acostumbrado a eso... Pero, de igual forma, te va a ayudar a distraerte — repuso — toma —

Finalmente, algo dudoso, el rubio agarró la botella pequeña. Eso se sentía muy incorrecto, se sentía mal.
Hasta que luego pensó... "¿Y quién se supone que va a retarme por esto? ¿Mamá borracha o papá ausente?" y con una cara firme (y algo nerviosa) dio un largo trago.

Luego de sacar esa botella de su boca, hizo una mueca de asco al sentir el extraño sabor del alcohol. El azabache a su lado rió.

Al final, ambos terminaron tomándose toda la botella, entre risas y comentarios randoms.

Sobra decir que luego, dos días a la semana, se volvían a juntar en la misma banca a tomar y charlar.

One-shots [AllTweek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora