Black Kurenai: La Guerra (Boceto)

Capítulo 48: Ataque

Después de ese encuentro, Black comenzó a frecuentar las cercanías del orfanato, saludando y hablando con Max de tanto en tanto, al encontrárselo. Sus ojos tan llenos de vida, esperanza e ingenuidad. Algunos adultos empezaron a darle miradas raras, y Black entendía perfectamente el porqué, aunque le era indiferente. Pero esto solo duró unos días, porque lo inevitable finalmente alcanzó a Black.

_¿Como estuvo Ava hoy? ¿se recuperó de su resfriado?_ Preguntaba tranquilamente Black.

_ ¡Oh, si! De hecho fue bastante gracioso, porque_ Empieza a contar Max, pero es interrumpido por una sirena _ ¡¿Que es ese sonido?! ¡Lastima mis orejas!

_¡Demonios!_ Gruñe Black, exaltada_ ¡Max, ve dentro y asegurate de que todos salgan! ¡Deben ir a la salida este, por la calle principal!

_¡Pero!

_ ¡NADA DE PEROS, DEBEN SALIR DE LA CIUDAD, AHORA!

El rostro de Max de baña de pánico, entendiendo, hasta cierto punto, la situación. Black agarra su bolso y corre, corre desesperada. Las primeras lineas ya están disparando contra los enemigos, pero están avanzando de todos modos.
_¡Estamos siendo rodeados! ¡Es una emboscada!
Black escucha esto y sus pensamientos van inmediatamente a los camiones de evacuación y comienza a correr, pero da una mirada atrás antes de desaparecer y cruza mirada con un soldado enemigo, un hombre a comienzos de sus 20's, con unos ojos que no se veían humanos. Black sintió un escalofrío en su espalda cuando recibió una sonrisa macabra de su parte e inmediatamente corrió al otro lado de la ciudad. Cuando llegó, aún habían civiles en las cercanías de los camiones que habían quedado atrás. Había tres personas muertas en el suelo, presumiblemente los choferes de los vehículos y un grupo de unas 30 o 40 personas, siendo contenidas por tres soldados apuntando sus armas a ellos e intentando dialogar.
_ Mientras ustedes se mantengan calmos y no hagan ningún intento de escapar, los dejaremos ir cuando hayamos conquistado esta área, o serán prisioneros por un tiempo, no les deseamos ningún daño y sus derechos serán respetados.
Este lugar aun no estaba lleno de guardias ni de hombres armados, y con un poco de suerte, Black supuso que podría matar a los tres captores. Dudó durante unos segundos, hasta que escuchó la voz de Max, intentando calmarse a si mismo.
_ E-es solo un raspón, estaré bien...
Determinación surgió los ojos de Black mientras daba una pequeña vuelta hacia la parte opuesta de la casa donde se estaba escondiendo. Cargó su arma y saliendo de su escondite, le disparó en la cabeza a uno de los soldados, alertando a los otros dos de ella. Rápidamente, uno de ellos sacó una radio de su bolsillo.
_ ¡Tenemos una intrusa! ¡Envíen refuerzos!
Una bala pasó zumbando a centímetros de Black y ella respondió con dos balas al pecho de su atacante, quien cayó al suelo. Se apresuró y le dio otro disparo a quien llamaba refuerzos, pero era demasiado tarde.
_ Tsk_ Murmuró, con molestia en su voz, pero rápidamente volvió en si _ ¡Ustedes!_ Grita, dirigiéndose a los civiles_ ¿Alguno sabe conducir?
_ Yo puedo_ Tartamudea una voz en la muchedumbre.
_ Necesito que tomes el volante, y sigas el único camino de esta salida, deberías poder llegar a la siguiente ciudad y pedir ayuda._ Los ojos de Black se posan sobre Max, quien tiene una rodilla raspada. Ella se acerca y con gentileza mira al niño, que parecía haber tenido una caída bastante fea, por el estado de su ropa. _ No puedo hacer mucho más que retener a los refuerzos mientras sales de aquí, pero espero que sea suficiente_ Black duda unos segundos, y se saca su chaqueta de uniforme y se la alcanza al niño_ Por favor, llega a salvo.
Max agarra la chaqueta y algunas lagrimas le llenan los ojos. Todos los demás empiezan a subir al camión, pero el niño no se mueve. Black le da la espalda y suspira.
_ Max, sube al camión.
_ ¡NO!