Capítulo tres: La libreta

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Jennifer comenzó a escribir:

"Hola Erick..."

Y se quedó en blanco, Jennifer se paralizó y se preguntó a si misma:

-¿Qué diablos estoy haciendo? Nisiquiera lo conozco, nos vimos una vez pero siento como que no fuera así.

Y se quedó en silencio.

-Me siento tan rara, es gracioso. Un chico que solo me sirvió un café me está haciendo sentir así, increíble.

Bajó el lapicero, cerró la libreta y se recostó en su cama a pensar. Pensar en el chico que a tan sólo unas horas conoció.

-¿Pensará así de mí también? No lo creo, me acaba de ver por primera vez. Yo soy la loca.

Antes de dormir, se levantó de su cama a buscar un poco de dinero para regresar a la cafetería el día de mañana. Jennifer tenía un trabajo (de medio tiempo, mal pagado) no se podía dar el lujo de gastar todos los días porque tenía que pagar su apartamento y todo lo que conlleva eso, pero por Erick, regresaría aunque sea solo a pedir un vaso de agua con hielo, quería hablarle un poco de nuevo. Solamente, conocerlo.

...

Erick llegó a su casa decepcionado por la impresión que tuvo la cafetería, no asistieron muchas personas pero, una le quedó en su mente. Jennifer.

Decidió tratar de buscarla en alguna red social, probablemente la encontraría y hablaría con ella pero, hay un problema. Nisiquiera sabe cómo se escribe su nombre, si lleva una "N" o dos, no sabía su apellido, entonces mejor no hizo nada antes de tiempo.

Erick estaba cansado pero aún así, queria volver a trabajar pronto con la esperanza de ver a la chica de vestido café y camisa blanca que lo hizo sonreír.

Se colocó ropa más cómoda, se recostó en el suelo y puso su canción favorita mientras se imaginaba cómo se vería la luna el día de hoy.

...

Era claro que los dos pensaban en el otro pero probablemente no de la misma manera.

Como me siento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora