Liability

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Presente

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Presente.

—¡Omega!— Exclamó un alfa frente suyo, tenía unos penetrantes ojos azules y una cálida sonrisa, era mucho más alto y fornido que él. El hombre tomó la mano del Omega para dejar un suave beso sobre ella.

—¡Omega! — Repitió el más alto. Se podía percibir un sollozo lejano que cobraba vida poco a poco.

—¡Estúpido omega inútil!— Las palabras despertaron a Harry mientras jalaban con fuerza el delgado cobertor que lo protegía del frío clima exterior.

Una ráfaga de viento helado le inundó los sentidos poniendo la alerta.

Miró el rostro furioso del señor Ronson, todo había sido un sueño, no había ningún joven alfa conversando con él.

Por supuesto que alguien como Ryan Gosling nunca le prestaría atención a él. Un huérfano de dieciséis años sin futuro por delante. Pensó Harry

El señor Ranson; el alfa del hogar donde se hospedaba actualmente. Sostenía a una pequeña beta que desprendía un olor desagradable, depositó a la cachorra en el regazo del omega sin cuidado alguno.

—Es la última vez que me tomo la molestia de despertarte para que hagas tus obligaciones, sabes a lo que me refiero. — Y si El Omega sabía a lo que se refería el mayor. Lo devolvería al orfanato, no era la primera vez que le amenazaba con eso.

El mayor desprendía feromonas haciendo evidente su enojo —Harry, estoy harto de ti y de tu incompetencia. — Se quedó inmóvil en la ahora helada cama.

La palabra incompetencia resonó en su cabeza, no comprendía del todo por qué personas como los Ranson estaban en el sistema, hogares temporales si en realidad no les importaba su bienestar.

Decidió asentir pretendiendo poner atención a lo que le decía el mayor. Ajustó el peso del cuerpo de la beta sobre él tratando de calmar el llanto incontrolable de la pequeña. El alfa lo miró con desdén para luego marcharse de la habitación, con un portazo.

No era usual para el quedarse dormido tarde, odiaba romper las reglas, pero no pudo evitarlo. La noche anterior, Betty la hija mayor de los Ranson lo invitó a ver televisión con ella. Cuando terminó su extraño programa animado y la pequeña se había quedado dormida puso "The notebook". Y no se fue a dormir hasta terminarla.

Eran muy escasas las ocasiones en las que tenía la oportunidad de ver algo en la televisión y cada vez que podía, escogía esa misma película. Le brindaba un sentido de seguridad en cierta forma. O al menos lo ayudaba a olvidarse de su realidad por unos minutos.

—Hola, linda— Suspiró pesadamente el omega para tratar de calmar a la niña en sus brazos.

—Te parece si respiramos juntos un segundo y así puedo cambiar tu pañal. — El llanto de la cachorra no cesó ni un poco.

Royal Souls [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora