Capítulo 6

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CAMERON
Siempre era reconfortante volver a casa durante las vacaciones de la universidad, para poder pasar el tiempo con mis padres y mi hermana, aunque Luna ahora se la pasaba saliendo de casa con sus amigas o escribiendo cartas para el molesto de Lewis Genco.
La busque por toda la casa y la encontré en su saloncito privado.

—Otra vez escribiéndole a Lewis  —mi hermana volteo a mirarme y sonrió.

—Si. Su carta acaba de llegar, esta vez me está contando cómo lo está pasando en Italia, se ha hecho muy amigo de Marco Petrelli.

—Se entiende que se agraden tanto, los dos son igual de aventureros. —tome asiento en el sillón. Si pudiera decir algo de Marco Petrelli y Lewis Genco es que ambos son hombres juerguistas.  —Siempre me preguntaré porque tú y él se volvieron tan cercanos.

—Fue algo que solo surgió.— respondió con cariño.

—Sigue sin gustarme.

—No me interesa si te gusta o no, es mi decisión Cameron. ¿Y tú? ¿Eso que tienes en tu mano es la carta para Tris? —preguntó con un tono divertido por la carta en mi mano, ya sellada y lista para enviarse.

—Si.

—Me reprendes por escribirle a Lewis y tú le escribes a Beatrice sin falta todos los días.

—Es diferente. Ella es nuestra prima.

—Cierto pero he leído sus cartas y si no fuera nuestra prima pensaría que son dos amantes intercambiando cartas de amor.

—¡No seas ridícula Luna! ¡No tiene nada de romántico!

—¿Entonces te pondrías a hablar conmigo de palabras raras con significado como lo haces con ella? —no-pensé.  Luna se rio —Por supuesto que no lo harías, sería raro e incómodo, así que no lo hagas, no soy como tú y padre que le gusta buscar e investigar el significado de palabras en otros idiomas.

—Deberías hacerlo, así no serias una mujer tan inculta.

—No soy inculta, solo no me gusta leer e investigar palabras con pronunciaciones difíciles. No gracias, soy feliz así. Ya volviste a Beatrice lo suficiente “culta hablándole de los abrazos y amores a distancias. 

—¡¿Qué tantas de mis cartas leíste?! —pregunté furioso. Era una invasión a mi privacidad.

—Déjame pensar. Las leí todas.

—¡Luna! —ella escapó corriendo del salón riéndose en voz alta, mientras yo la perseguía, cuando la agarre voy a zarandearla. —¡Ven acá niña!

—¡No!— corrimos por el pasillo, hasta que Luna se refugió atrás de mi madre, quien venía saliendo de la biblioteca. —¡Madre! ¡Cameron me quiere pegar!

—¡Ella leyó mis cartas! ¡Eso es privado! —grité en mi defensa.

—¡Silencio los dos que parecen niños y ya están viejos! —madre podía ser pequeña pero tenía un carácter bastante fuerte y cuando miraba detrás de sus gafas se mostraba un poco intimidante. —Luna no debiste leer las cartas de tu hermano. Eso estuvo mal y Cameron por favor, sabes cómo es tu hermana.

Luna estaba detrás de madre, sacándome la lengua y haciéndome burlas.

—Luna Perkins sigue haciendo eso y veras como no tendrás permiso para salir con la hija de los Lens más tarde —dijo mamá sin voltearse a mirarla, Luna se puso tensa y dejó de hacer burlas, sonreí victorioso.

Luna Perkins en serio podía sacarte de tus casillas. Ella es mi hermana pequeña y yo la quiero con mi vida pero en momento como estos en los que tenía la osadía de invadir mi privacidad para leer todas mis cartas y las que Beatrice me daban ganas de agarrarla del pescuezo.

Mi dulce Caos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora