CORNELIA
Con Cameron de vacaciones, Mile y yo estábamos planeando un viaje familiar a Londres para visitar a mis padres y mis hermanos, había pasado mucho tiempo desde que nos vimos. Cameron había salido de la casa para comprar unos libros, mientras tanto, yo vigilaba desde la ventana con vista al jardín como tres muchachos guapos habían venido a visitar a Luna con regalos y flores. Hubo una vez que llegó uno con un mensaje cantado por dos bellas cantantes. Luna se sintió entre halagada e incómoda por la declaración.Mi hija siempre vivía rodeada de pretendientes y no era para menos. Luna se había convertido una autentica belleza rubia este año. Reía y le gustaba coquetear con muchos muchachos. De repente unos fuertes brazos me abrazaron por la cintura, recosté mi cabeza en su pecho y reí al sentir los besos en mi cuello.
—¡Mile me haces cosquillas!
—¿Qué tanto miras? —preguntó divertido.
—Me preocupa un poco que salga demasiado a fiestas con esas amigas que tiene, es momento de protegerla y buscarle una pareja adecuada. —le comente a Mile mientras veía a Luna conversar con los tres muchachos.
—Aceitare mi escopeta, ¿con cuál de ellos quieres que se case?
—No seas tonto, ninguno de esos mentecatos le importa a Luna, ella solo juega con ellos porque son atractivos y le traen regalos muy caros pero dudo que llegue a querer a alguno de verdad.
—¿Entonces que propones Cokkie?
—Sigue escribiéndose con Lewis.
—Qué casualidad que el pretendiente que tengas en mente sea el hijo de tu mejor amiga —reí.
—Ellos dos se han gustado desde la infancia.
—Así como tu dudas de esos muchachos ahí abajo, que puedan enamorar a mi hija, lo mismo pienso de Lewis Genco. Puede que llegue alguien mejor.
—Puede ser
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CAMERON
Ya habíamos cenado y yo pase para hablar un poco con mi padre en su estudio.—¿Te emociona volver a ver Tris? preguntó mi padre.
—Bastante, han pasado años desde que pude verla. Nos escribimos siempre, pero no es lo mismo.
Adoraba esas veces en las que Beatrice se quedaba en nuestra casa, vivíamos haciendo desastres en cada rincón del lugar. Mi padre aún mantenía la residencia que él compró en Londres hace años.
—¿Y cuándo será el momento en que darás a conocer a una futura nuera? Tu madre ya quiere buscarle un buen pretendiente a Luna. —reí.
—Aun no pienso en eso padre. Si quiero una familia, pero aún no hay nadie en mi mente con quien formarla, primero deberé terminar mi carrera.
—Eso me parece muy bien. El primer medico de nuestra familia, ya cuando llegue a viejo tu tendrás el deber de lograr que yo llegue a los cien años junto a tu madre.
—Padre por favor, con tu alma alegre seguro llegarías a los doscientos —los dos reímos para luego beber de coñac que mi padre había destapado.
Luego de unos tragos los dos nos fuimos a dormir. Al acostarme en mi cama, me quité las gafas para dejarlas encima de mi mesita de noche, eran molestas en el día pero si no las usaba no veía a los lejos y muy poco de cerca. Si forzaba mi vista no usándolas sería peor todo.
Me preguntaba cómo estará Beatrice, tal vez se ría al verme con lentes. No las usaba la última vez que nos vimos, recuerdo que fue en sus quince años. Estoy seguro que ella debió volverse una mujer muy hermosa.
Me encanta Luna Perkins 💋 es descarada, coqueta y me hace reír 🙈💞
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Mi dulce Caos.
Historical FictionLa ama, aunque sabe que hacerlo está mal. Cada pensamiento que tiene sobre un futuro se ven ensombrecidas. Quiere dejar de amarla, arrancarla de su corazón para no sentir que está muriendo por dentro al verla con ese bastardo. «Deseo pensar que no...