En un enorme y basto espacio blanco desolado se encontraba una pequeña mancha, esa mancha era un humano que se encontraba recorriendo el lugar.
Llevaba varios años explorando el área sin éxito de poder encontrar algo o alguien, un día después de descansar volvió a levantarse como de costumbre y mientras se preparaba para partir, sintió en su interior una fuerte vibra, como si lo estuvieran llamando de algún lado, sentía como su entorno tenia una esencia diferente, sin pensarlo dos veces empezó a caminar a su alrededor hasta tropezarse con lo que parecía ser una piedra.
Aquel humano se acercó lentamente a inspeccionar aquella extraña forma con la que se había tropezado, lentamente fue levantándola hasta obtener una extraña figura plana con un orificio en la orilla, él estuvo investigándolo durante horas, hasta que tuvo la idea de introducir su pulgar dentro del orificio, parecía impresionado, pues su mano aparentaba ocultarse junto al lugar, ya que ese extraño objeto era blanco como todo lo demás.
Decidió cargar con él en su travesía en el amplio blanco desolado, pasado un tiempo aquel humano volvió a sentir otro extraño sentimiento en él, se detuvo de golpe, como si el tiempo se hubiera detenido, mirando a su alrededor se calmó y empezó a observar a sus alrededores.
A lo lejos se lograba ver un pequeño montículo con alguien recargado en algún tipo de árbol, el humano fue acercándose lentamente hacia aquel lugar, con cada paso que daba un sentimiento de nostalgia crecía en él, aumentando la velocidad con la que avanzaba, ansiaba el momento de poder ver quien era ese ser que se encontraba en la cima, que extendió su mano para poder tocarlo, mientras aquello que se encontraba en la cima giraba lentamente y justo antes de poder hacer contacto todo se desvaneció frente a él dejándolo caer al suelo.
Poco a poco, un sentimiento de tristeza lo empezó a envolver con gran fuerza, de sus ojos no paraban de brotar lágrimas, lamentándose en el suelo su extraño objeto empezó a tornarse de color azul y sin darse cuenta aquel humano quedó envuelto en una gran tormenta que no cesaba.
La tormenta era demasiado fuerte que poco a poco empezó a tomar volumen dentro de aquel blanco desolado, él humano paró su llanto al notar la elevación del agua, desesperado tomó su extraño objeto y empezó a correr, pero sin éxito el agua lo cubrió por completo hundiéndolo lentamente en sus profundidades dejando ver cómo se desvanecía aquel blanco en la superficie.
Con su último aliento, estiró su mano hacia aquella luz deseando poder subir y sobrevivir, antes de perder la conciencia una extraña sombra se acercó hacia él tomándolo de la mano.
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El vacío del alma
FantasyHa pasado mucho tiempo desde que una apareció en el inmenso infinito espacio blanco, vagando por el sin ninguna motivación, hasta el día que algo extraño apareció ante él que cambio su vida.