Bir Şans Daha (Otra Oportunidad) 1&2

#39: Marcando territorio

𝐍𝐀𝐑𝐑𝐀 CİHANGİR

Llego a Desing and Confection para buscar a Doruk y Olcay.

—Hola Volkan. ¿Olcay está en su oficina? —pregunté cuando lo ví en la entrada.

—Creo que todavía sigue allí. —respondió caminando hacía mí.

—Allí vienen. —dije al verla que se acercaba a mí con Doruk— ¿Vamos? —le pregunté y me da a Doruk.

—Vamos. Pero primero espérame aquí que tengo que hablar con Sinan.

—Allí viene. —dijo Volkan viendo que Sinan estaba hablando por teléfono.

—Bienvenido Cihangir. —dijo Sinan y asiento— Olcay, llegaron nuevos contratos desde Italia. —algo apresurado.

—Está bien Sinan, que esperen. Mi abogada te enviará algo muy importante. Apenas llegue, me lo envías a mi correo, lo tengo que leer urgentemente. —ordenó Olcay.

—De acuerdo. Si llaman de nuevo los Italianos, ¿Qué les digo?

—Diles que estoy muy ocupada aún. Si les tengo alguna respuesta les avisaremos. —ordenó— Ahora sí. Vamos. —me dijo a mí mientras agarra a Doruk.

—Nos vemos. —le dije a Volkan y caminé tras ella.

𝐍𝐀𝐑𝐑𝐀 𝐕𝐎𝐋𝐊𝐀𝐍

Olcay estuvo muy cerca mío, pero ésta vez ella se me acercó.

¡No puedo creerlo!
Por un momento creí que por fin la besaría, pero me hizo bien sentirla apoyada en mí.

Tuve que pensar un poco lo que estaba por hacer.
Quería entrar a la oficina de Olcay y solamente besarla, pero llegó el idiota de Cihangir por ella.

—Recibí tu mensaje hermano. ¿Qué pasó? —preguntó Serkay cuando Olcay y Cihangir se iban.

—Casi la beso. —dije mirando a Olcay y él sonríe y la mira.

—¿Y qué te detuvo? ¿Cihangir?

—No, ella misma. Pero ella se acercó, cuando se quiso alejar la volví a acercar a mí y casi la beso. Solamente me provocó.

—No te preocupes, es un gran avance.

—También lo creo. Además, haremos anuncios juntos por un año. —sonriendo.

—Ese es mi amigo. ¡Te felicito! —dijo sonriendo y me da un golpe en la espalda.

𝐍𝐀𝐑𝐑𝐀 𝐎𝐋𝐂𝐀𝐘

—Estás demasiado callada Olcay, ¿Pasó algo? —preguntó Cihangir mientras conduce.

—Llévame a casa y luego hablamos. —respondí enojada y asiente.

(...)

—Llegamos. —dijo abriendo la puerta de la casa— ¿Hablamos? —asiento.

Voy a dejar a Doruk con sus juguetes y me siento en el sofá.

—Hoy me llegaron estas imágenes. Necesito una explicación ahora mismo. —dije mostrándole mi teléfono.

—Te lo iba a decir, pero estabas muy enojada en el coche.

—Te escucho. —dije apoyándome en el respaldar del sofá y cruzando mis piernas.

Me contó todo lo que pasó y lo fulmino con la mirada.

—No me mires así amor, yo no tengo la culpa. —enojado.

—Claro que sí, la tienes. Tendrían que haberse ido apenas me fui de allí.