Extra: Tomás y Tere

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Eventos ubicados más de 6 meses después del final de SMC...

Tomás

Luego de largos meses llenos de pruebas físicas, después de tanto entrenamiento sumamente agotador, hoy me encuentro portando mi uniforme, en espera de obtener mi placa al final de la ceremonia. Parece que es un sueño, uno del que tengo miedo de despertar. La alegría me mantiene con una energía inmensa, tanto que puedo llorar en cualquier instante.

Espero pacientemente, durante la media hora que transcurre. Finalmente llega la parte de entregar placas, llamando a cada uno según su grupo asignado. Siento como si me estuviera graduando del colegio nuevamente.

Al escuchar el nombre de mi grupo, me pongo de pie y paso al frente de manera ordenada. A lo lejos escucho a mi hija gritarme y desde la tarima observo a mi familia sentada en la parte de atrás del público. Parecen una multitud, acaparan muchas sillas y eso que no todos está presentes. Sonrío sin poder evitarlo, pero no me muevo de mi lugar. Mis superiores pasan de uno en uno entregando las placas, siguiendo el protocolo. Mi vista se mantiene al frente en todo momento, con porte rígido y rostro en alto.

Mi corazón se acelera cuando siento la cercanía de alguien. Me inclino hacia el frente y me colocan una medalla, la cual es por logro de mis altas calificaciones obtenidas en los entrenamientos y por fin, tengo mi placa en manos. Mis ganas de saltar y gritar son enormes, sin embargo debo comportarme profesionalmente. Así que espero hasta que la ceremonia acabe para expresar lo que siento ahora mismo.

Una vez esto sucede, corro hacia mi familia, Amber es la primera en darme un abrazo. Claro, ella no entiende lo que pasa, pero sé que comprende mi felicidad y la de los demás. Me abraza con fuerza y luego Tere procede a abrazarme mientras un par de lágrimas inundan sus ojos. Beso su frente y siento el flash de una cámara en aquel instante.

Observo al frente y vi a mi hermana con su nueva cámara profesional en manos. Sonrío y aparto la mirada de ella para observar a mi novia. Limpio las lágrimas de su rostro y le planteo un casto beso en los labios.

Le entrego a Amber y ahora tengo a mamá llorando en mi pecho, papá se acerca para calmarla, sin embargo, ella no parece con la intención de querer hacerlo.

-Me llena de orgullo que lleves el apellido Roberts en alto. -Papá comenta ignorando el que mamá no me suelta.

-Gracias papá, tú siempre me has hecho sentirme orgulloso de llevar tu apellido.

-No quiero llorar yo también, Dios. -se queja restregándose el rostro. Río con eso y finalmente puedo apartar a mi madre de encima y poder abrazar a papá y los demás.

-Déjame llorar tranquila, Demian, otro de mis bebés ya es un adulto profesional. -mamá chilla a unos pocos metros de mí.

-Sí, pero cálmate un poco, Juli.

-Sé que no tiene nada que ver, pero no puedo parar de imaginar la pesadilla por la que van a pasar los futuros novios de Amber. -Lucy comenta entre risas. -Le va a tocar peor que a mí.

-Cierra la boca Lucila. -Le pido con diversión, pero a la vez con un poco de molestia.

-No mi nombre completo, Tomás, no mientras esté rodeada de policías. -me amenaza fulminándome con la mirada.

-Yo ahora soy la autoridad, exijo más respeto, gracias.

-Siempre he querido golpear a un policía, creo que ahora puedo cumplir ese sueño.

-Me haré la sorprendida con el hecho de que ya estén peleando. -mamá se acerca, ya parece más serena que hace un momento. Pero sus ojos siguen hinchados y su maquillaje se ha desvanecido.

Sin Mis Chicos (SC Libro #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora