¿VOLVER A ENAMORARME?

CAPÍTULO 19

¿HERMANOS?

Zyan... se llama Zyan...¿Como lo se? Los rumores en este instituto corren como el viento... ¿El problema? Ya verán...

—¿Que haces tú aquí?—pregunta Zack empujando a el profesor, me sorprende que haya llegado antes que nosotros.

—Tranquilo hermanito, ahora estoy aquí, me mude aquí y quiero hacer mi vida aquí, era una sorpresa.—

—Mira, te quiero mucho y todo. ¿pero profesor aquí?—

¿Hermano?
Oh shit.
This is the problem.

Me aclaro la garganta y ellos se giran al tiempo, mis ojos quedan atrapados por los de Zack y siento la mirada de Zyan en mi.

¿Aquí está empezando a hacer calor o soy yo?

—Hola—saluda Zyan rompiendo la mirada que tenía con Zack—de nuevo—

—¿De nuevo?—pregunta Zack

—Ella fue la que me dio el tour—

—Hola—sonrió de labios cerrados y voy a mi sitio.

La clase se empieza a llenar y como supuse, las chicas ya empezaron a coquetear con el profe, que ella no saben que es el profe.

Hicieron todas un circulo alrededor de él, mientras que los tíos buenos de clase se quedaron en sus sitios con caras de pocos amigos.

—¿Hermano?—rompo el silencio entre Zack y yo.

—¿Ahora quieres hablar? Te recuerdo que esta mañana me echaste de tu casa—

—Mira Zack, no quiero que confundas las cosas. Se que me mostré débil ante ti, solo fue un fallo, pensé que empezábamos a tener una amistad pero solo era mentira. Lo de acostarme contigo no sucederá, lamento haberte echado así de casa pero me cabree al saber que solo buscabas eso—

—No me quería acostar contigo.—

Vaya no se si eso dolió o no.

—Aja—

—Contigo no quiero llevarte a la cama, joder, contigo... no se que me pasa contigo, joder—

Al escuchar esas palabras me congelo, el estómago y el corazón me da un vuelco y en un segundo sentí miles de sensaciones .

—Yo... yo no se que me pasa contigo. Joder, no te entiendo, no logro descifrarte...—continua

—¡Sentaros!— grita Zyan todos le obedecen y las chicas complacidas le dirigen una mirada demasiado coqueta.

—Ya está—refunfuña Zack y le miró con una sonrisa de lado. Está apoyado en la silla con brazos cruzados y se nota cansado.

—Perdón por echarte de casa a las 4 de la mañana...— murmuro acercándome a él disimuladamente, me ignora pero se que no tardará en caer. Me quito la sudadera grande dejando ver mi camisa de tirantes, me la bajo un poco para que el escote se note.

Se que me mira, noto el calorcito que su mirada me produce.

—¿Te puedes tapar?—pregunta de una manera demasiado tierna y graciosa, al menos eso me pareció a mi. Me cruzo de brazos y él me mira con la mandíbula apretada.