𝕻𝖗ó𝖑𝖔𝖌𝖔...

32 6 5
                                    

Dos reinos enemigos, declarados en guerra desde sus antepasados.

¿La razón?

Sus tierras son encantadoras y, aunque otros dirían -malditas-, cada rincón después de ese hermoso bosque estaba lleno y repleto de riquezas, criaturas de fantasía y mucho más...

Lisa, reina del reino "Manobal", dueña de media Asia central, distribuidora de armas y tráfico de esclavos.

Jennie, hija del rey del reino "Kim", que ha luchado por mucho tiempo para proteger lo que llamaban el terreno maldito, aseguraban que aquellas criaturas salvaron la vida y el corazón de Jennie al haber nacido sin latido.

Aquella era llamada
"Hija de la Naturaleza".

El reino "Kim", personalizado con un pueblo de encanto, bondad, alegría y risas se destilaban al ver bajar a la princesa, una chica con valores, buenos modales, un corazón tan radiante como sus lindos ojos color avellana y su cabello semi-ondulado color castaño.

Por otro lado, Lisa, una mujer indomable con el corazon roto y negro, tenía el peor pueblo, sin corazón, ladrones, enseñados a domar y asesinar por naturaleza, una mujer bastante déspota.

La primogénita Manobal, había ganado el trono al casarse pero, no era con amor, su mayor ambición siempre fue reinar para lograr tener en su poder al "Bosque Maldito" y todas sus riquezas, poderes y criaturas.

¿Cómo podía haber una mujer así?

¿Que le hicieron para que odie tanto al mundo?

Una sola explicación.

Al nacer, su belleza siempre se destacó, y, al ser una princesa no hubiese quien no dijera y recordara aquella hermosura tan dicha de la misma.

Al crecer, bajaba al pueblo acompañada por su madre, la reina Yea-ji, una mujer admirada por su belleza, dedicación, amabilidad y sabiduría, poseía conocimientos en medicina, moda, matemáticas e incluso astronomía, una mujer bastante inteligente y por supuesto hermosa.

Lisa, solía jugar con los niños del reino pero en especial con la pequeña Rosé, las risas, secretos y virtudes que ambas tenían fueron creando una inmenso amor entre las jóvenes.

Al cumplir los 16 años, se juraron amor eterno en el gran manzano después del extenso prado y largos maíces. Fue un beso el que sello su más grande secreto y amor.

Pero, un día todo cambio drásticamente, Rosé desapareció...

¿Dónde estaría?

Lisa corrio hacia aquel manzano, solo ahí podría encontrarla pero, al llegar solo el cadáver de su amada se encontraba posado como si de una muñeca se tratase...

-¡Rosé!, ¡No!, ¡Mi amor!, No me dejes, por favor, ¡Aún no!...-. Decía Lalisa entre lágrimas y con un llanto desgarrador, abrazando a lo que era su más grande tesoro.

De pronto, un papel se visualizo en sus ojos cristalinos; tomo este y leyó...

Espero y puedas perdonarme mi amor, fuiste y serás el amor de mi vida, pero, al parecer el destino no nos permitirá estar juntas, el pueblo se ha enterado de nuestra relación y pronto me asesinaran...
Te doy mi vida para que puedas vivir la tuya, este será mi más grande regalo...

Te amo y amare siempre.
Con cariño, tu más grande tesoro.
Rosé...

Lisa entro en un pánico horripilante, fuera de sí cabo una tumba con sus propias manos, sangrando y con las lágrimas sobre sus pómulos, tomo el cuerpo de su amada y con cuidado depósito este dentro de la tumba para dejar un cálido beso en los labios del amor de su vida, cubrió todo con tierra y puso sobre ella una linda rosa roja...

Lloró desconsoladamente y sin más cayó en un sueño profundo en lo que ahora yacía el cuerpo de su novia...

-Perdoname...-. Dijo Lisa antes de perder la conciencia.

¿Cómo vivir sin el amor de tu vida?

¿Como tener un nuevo comienzo sin ella?

Lo mismo rondaba por la cabeza de la joven y pequeña Lisa...

𝑴𝒚 𝑹𝒐𝒔𝒆𝒔 - Jenlisa. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora