¿Creés en el amor a primera vista? Marisol pensó que no era posible hasta que lo vio. A él. Al que sería uno de sus jefes.
La atracción fue inmediata; Leandro era un jugador, un tipo cerca de los cuarenta con mucha experiencia en lo que a mujeres r...
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Algo dentro de mí me dice que esto no es un chiste.
Anhelo que lo sea, pero puede que Romina tenga razón.
Cuando todos se van, la mirada de Maru no es condenatoria, aunque sí lo suficientemente resignada como para darme a entender que ya no tengo ni una mínima posibilidad con ella.
―Ayer a la mañana me hice un test. Mis períodos son de 26 días y hace tres meses dejé las pastillas porque no me estaban haciendo bien. ―La miro y reconozco cuando dice la verdad.
―Cuando nazca, nos haremos las pruebas necesarias para saber si ese bebé es mío. ―Su rostro se desencaja y sé que soy un bastardo, pero no quiero caer en ningún tipo de trampa.
―¿No me creés lo que estoy diciendo? ―Chilla con un agudo que casi rompe las ventanas.
―No totalmente. Nunca fuimos exclusivos ―Le recuerdo y sé que esto equivale a una bofetada.
Romina me mira con odio y no cedo ni bajo la guardia.
No es la primera vez que juega sucio y quiero defenderme.
―Sos una mierda.
―Voy a acompañarte económicamente durante el embrazo, no te va a faltar nada y...
―¿Vos pensás que me importa la guita?¡Cago guita, imbécil! ―Su volumen va en franco ascenso y me arroja un par de papeles que Maru tenía sobre su escritorio prolijamente ordenados.
―Cuando nazca, me haré el ADN.
Ella rompe en llanto y de no ser porque aún estoy aturdido con la noticia y nuestra relación dista de lo convencional, estaría abrazándola ahora mismo, susurrándole al oído que todo estará bien y que vomitaremos arco iris por siempre.
―Pensé que...pensé que esto era lo que querías ―Gimotea, arrastrando sus lágrimas con el puño de su grueso abrigo.
―¿Perdón?
―Me dijiste acá mismo que querías un hijo, asentarte. Te lo estoy dando todo...¡y lo rechazás!
Mi entrecejo se frunce, ¿acaso quedó embarazada a propósito pensando en que de este modo me retendría a su lado?
Bueno, para ser justos, yo no estaba en mi mejor momento y tendría que haberme cerrado la bragueta con candado y aun así...
―No entendiste el mensaje completo, Romina. Sí, quería establecerme y armar una familia, pero con alguien a quien amara. No con vos. ―Mis palabras son balas. Lleva sus manos a su vientre plano y de solo imaginar que hay un bebé allí dentro, un escalofrío recorre mi piel.
―¿Entonces por qué nadie sabe que ella y vos están juntos? Si taaaaanto la amás como decís, ¿por qué la ocultás? ―Abre sus brazos exageradamente y los pone en jarra.
―Porque no me caracterizo por hacer las cosas bien ―la señalo y continúo ―, tenía muchos pendientes que solucionar, fantasmas que ahuyentar...y la cagué. ―Le confieso.
