Versión no cringe de "La Última Valkiria", corregida y aumentada.
Hipo al final de cuentas escapó de Berk, 10 años después la vida de Astrid termina en manos de un Maestro Dragón. ¿Podrá un amor sobrevivir a 10 años de distancia?
Un fanfic que da u...
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POV NARRADOR
-¿Lista pequeña?- le dijo Hipo a Astrid mientras terminaba de empacar.
Había pasado 1 año desde la destrucción del nido, el archipiélago jamás había tenido tanta paz, los jefes se convirtieron en el consejo de un solo reino, se agregaron a este los Defensores del ala, Marginados y Doncellas Aladas, y Naddod, se convirtió en fiel aliado de estos, debido a la relación entre las reinas de ambos lugares, nieta y abuela, la convivencia se volvió pacífica y estrecha.
El corazón del reino era la orilla del Dragón, lugar en donde los jinetes se quedarían, como Hipo lo prometió, la educación en respeto y conocimiento de dragones fue obligatoria desde niños y a los adultos también se les daba. La esclavitud desapareció igual que los límites de linaje y la tradición de la Doncella del Escudo.
Hipo se convirtió en un rey en la totalidad de la palabra, un rey sabio y justo, que siempre, sin importar nada cumplía sus promesas, y esa incluye las que hizo de niño.
-Lista- dijo Astrid suspirando - ¿seguro que esto es correcto?-
-Será como escapar de un entrenamiento con Vala... es peligroso, algunos se molestaran, pero valdrá la pena- le dijo risueño mientras sus manos abrazaban la cintura de la valkiria y sus labios decidían jugar con los suyos.
-¿Mi esposo siendo irresponsable?- le decía aquella que tenía sus manos sobre su cuello dejando ver al fin su argolla de matrimonio, Hipo en cuanto hubo paz al fin de decidió a trabajar en ellas como la tradición lo mandaba, y por qué sabía que les tenía que entregar a sus padres aquel préstamo.
-Eres una mala influencia para mí- le respondía con la misma dulzura, se dio un segundo para mirarla y le sonrió de lado acariciando su mejilla -Te amo Astrid, con todo lo que tengo, y siempre te amaré-
-Sé que me amas- le dijo sonriendo y robándole otro beso entregado como aquellos que seguían habiendo, que solo fue interrumpido por un quejido
-¿Listos?- dijo Heather
-¿Esperen que?- dijo Hipo al ver a todos cargados de la misma manera que Chimuelo y Tormenta
-¿Creyeron que irían sin nosotros?- decía sarcástico Patapez
-Oye después de nuestro éxito "Hiccstrid: la valkiria y el maestro" necesitamos material para escribir- dijo Brutacio. Cabe destacar que en realidad, su libro fue el más vendido de todo el archipiélago, después de todo, el mundo quería conocer por curiosidad, morbo o fascinación la historia de los reyes.
-Así es hermano Bruto, además desde que hay paz, esto se vuelve aburrido... NECESITAMOS DIVERSION- gritaba exasperada Brutilda
-Oye nosotros estamos listos, ustedes están listos, Gallina esta lista ¿no es así hermosa y pachosa y preciosa gallina?- le decía en tono meloso a su Gallina, lógicamente Brutacio no iría a ningún sitio sin ella.
-Bien chicos... pero será peligroso... no sabemos a qué nos enfrentamos- les advirtió el líder
-Bla bla bla ... ¿por qué tienes que ser tan dramático para todo?- dijo Patán -Mejor ya vámonos-
-Está bien... pero si alguien tiene alguna duda- sin más tiempo para decir otra palabra los jinetes salieron volando.
-Vamos al más allá- gritaban unos
-Al más allá- completaban otros
Astrid se limitó a mirarlo y a regresar a su abrazo.
-Te amo chico dragón- le dijo sonriendo y amarrando una trenza que se le había desecho a Hipo
-Y yo a usted mi reina- dijo corriendo subiendo a Chimuelo... -vamos amigo- le dijo riéndose mientras veía a una rubia enfadada detrás de él -Astrid noooooo-
POV HIPO
Esto es la Orilla del Dragón, el lugar que me enseño la diferencia entre un refugio y un hogar, el lugar que vio nacer a los jinetes, unas millas más adelante, esta Berk, el lugar de mi infancia, el sitio que vio nacer el amor de dos pequeños niños y cientos de promesas entre ellos, el sitio que hoy ha recuperado su esplendor, es justo como lo recuerdo, mi padre junto a los otros jefes tienen encomendada una tarea mientras no estoy, conservar la paz, y ahí frente a nosotros, está el sur... el más allá, exploraremos hasta que la tierra nos muestre su límite, como dos niños enamorados prometieron hacer en un bote... solo que a diferencia de ellos, nosotros... Tenemos dragones.
