Little taetae |•VHope•|

1. Taetae! mí pintura!

—Meow!,Meow!— el pequeño gatito de Hoseok maullaba frente la puerta del departamento, su dueño aún no llegaba de su pesado día de la universidad y Taetae sólo tenía hambre, en la mañana Hoseok había llenado su platito pero ya se lo había acabado todo.

Y no lo culpen por glotón, la verdad era que ya eran pasadas de las seis de la tarde y Hoseok no llegaba

—¡Meow!— está ves el maullido fue más suave y lastimero, por poco el pequeño minino se ponía a llorar, era la primera vez que Hoseok llegaba tarde a casa y sin decirle nada.

Media hora después un ruido de llaves hizo alegrar a taetae ya que eso significaba que ya podía comer y quizá recibir caricias.

—¡Tae¡ ¡ya llegué a casa!— dice entrando a la casa cerrando la puerta tras de sí para tomar a su gatito y dándole besitos por su rostro.

Bajo al gatito en el suelo para caminar a la cocina seguido por el minino quien con su cabecita empujo su platito de comida.

—¡oh! Si claro amor, ya te doy —dijo abriendo la puerta de la alacena para sacar el paquete de alimento para gatos y echar un poco en el plato.

El gatito empezó a comer su alimento gustosamente mientras que Hoseok iba a la sala para tomar su lienzo, pinturas y pinceles para dibujar, quizá Hoseok no sea tan bueno dibujando o pintando pero eso lo desestresaba después de un largo día de estudios

Una vez listo todo Hoseok empezo a pintar su lienzo de negro con algunos toques de azul marino.
Mientras taetae ya había terminado de comer y tomado un poco de agua para después buscar a su dueño a sala.

—¡Meow!— maulló intentado llamar la atención de su dueño quien seguía concentrado en su pintura.

—ahora no puedo Tae, más tarde te daré mimos— dijo acariciando detrás de sus orejas

Taetae no sabía por que debía esperar, el sólo quería que Hoseok lo mime y se duerma con el en la cama como siempre, o a veces en el sofá viendo alguna película o serie.

Hoseok dejo en el suelo su lienzo para poder ver qué otros colores iba a usar, taetae se acercó para oler el lienzo por pura curiosidad sin fijarse que sus patitas se ensuciaron con pintura blanca que Hoseok había vertido en la paleta anterior mente.

—¡taetae! Mi pintura!— dijo Hoseok al darse cuenta de que el minino había caminado dejando huellitas blancas debido a sus patitas pintadas.

—¡Meow!— maulló cuando fue tomado en brazos por su dueño y llevado al baño para labar sus patitas.

Una vez que taetae estába limpito y en su camita Hoseok regreso a ver su pintura notando que no estaba nada mal lo que hizo taetae y que quizá lo iba a colgar en su habitación como recuerdo.