ENOJADO

01

E N O J A D O

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—¡Alfa malo!

—¡Omega renegón!—grito igualmente el pelinegro, arrepintiéndose cuando miro los ojitos de su omega humedecerse amenazando con llorar—Oh no, mi amor, yo-

—Déjame.—La pequeña bolita de sábanas se paró del sofá, queriendo irse a su cuarto, más la mano del mayor en su cintura no lo dejó.

—Bebé, yo no quise-

—Suéltame, Kim. Estás en abstinencia—el menor forcejeo, alejándose y se encerró en el cuarto. Dejando al mayor con su ceño fruncido.

—Este chico es tan manipulador.—susurro enojado.

—¡Hoy duermes en el sofá!

—Carajo.

El mayor se tiro la sofa frustrado, la había cagado.

Mientras que un pequeñito omega se encontraba tirado en su camita, llorando, no sabía porque lloraba, ¡Sunoo es un alfa tonto!

La razón era verdaderamente tonta, pero para Jungwon era importante.

Hace unos minutos había surgido el tema de tener otra mascota en la casa, más sin embargo Todo terminó mal cuando Sunoo le dijo que no podía tener otro, ya que con Mauemi era suficiente.

El menor se enojó, él quería una compañía para el bebé Mauemi, pero Sunoo era un bruto, además le dijo Renegón.

Pero eso si, que Kim se prepare porque quedará en abstinencia y el menor no pensaba perdónalo.

Si, Jungwon era un bebé.

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Al día siguiente, el ruido de alguien tocando la puerta, resonó en los oídos del pequeño omega, abriendo de a poco sus ojitos.

Toda la noche había necesitado a su alfa, hacía frío y necesitaba los brazos fuertes de este rodear su pequeñita cintura. Además no le dio su besito de buenas noches. Su lobito enojon ahora estaba triste porque ayer en la noche había rechazado un besito del mayor.

Extrañamente toda la semana había estado demasiado sensible.

Se levantó perezosamente de la cama, tratando de acostumbrarse a la luz, abrió la puerta encontrándose con Kim.

Ay Dios.

Una toalla rodeaba las caderas del mayor, su cabello mojado estaba pegado a su frente, su mandíbula marcada y su olor. Dios, amaba ese rico aroma a tierra mojada.

Bajo más su mirada, encontrándose con los pectorales del mayor, luego sus brazos fuertes y sexys, su abdomen donde una V se perdía bajo la toalla y....

El mayor río al darse cuenta de la hambrienta mirada de el pequeño.—Won....—Sunoo habló con su voz sumamente gruesa y dominante, ahora el mojado era el. Se contuvo de bajar su cabeza en forma de sumiso ante el tono del alfa, sosteniendo a duras penas su mirada.

—¿Que?

—Yo venía a disculparme, en serio....

—No, sigo enojado.—El menor paso al lado del pelinegro en busca de unas galletas, ahogando un inaudible gemido cuando sintió sus piernas como gelatina, no sabía que le pasaba, pero desde ayer el aroma del mayor lo tenía más hipnotizado que nunca.

— Pero-

—Ya te dije que no, déjame—Jungwon sonrió cuando escuchó el bufido del mayor.

—Omega infantil.—el pelinegro quiso mirarlo con mala cara, más no pudo cuando vio la carita de su bebé.

Tan precioso, tan hermoso, tan perfecto.

Mio, mío, mio, gruño su posesivo lobo al ver la más pequeño.

—Ya Cámbiate, Kim—El menor sonrió y se fue a él cuarto, moviendo sus caderas a propósito para el mayor.

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