(XV)

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Los entrenamientos iban bien, Yeonjun había mejorado bastante y ahora, con ya 13 años de edad, estaba listo para formar el vinculo para el grupo. 

― Tranquilo, no te fuerces. 

― Si no puedo hacer esto, no podre ayudar a mis amigos, y no quiero dejar a Woo solo allá. 

― Bien, no dejarás a Wooyoung solo, pero de verdad, no te fuerces ―Yeonjun cerró los ojos, se introdujo en las mentes de los chicos y llegó a sus almas, brillaban en distintos colores, la de Kai era blanca, la de Taehyun rosada, la de Soobin no brillaba tanto así, era como u agujero negro, la de Beomgyu brillaba en un tono grisáceo, con mucho esfuerzo, logró unir su propia alma a las de los cuatro chicos, la conexión fue bien recibida, había tenido éxito. 

― ¡Yeonjun! 

― Tranquilo, Woo dijo que es normal ―estaba sonriendo, a pesar de sentirse demasiado agotado―. Lo logré ―todos activaron sus escudos, Yeonjun hizo lo mismo, amaban su privacidad mental. 

― Yo opino que deberíamos tomarnos un día libre y dormir, digo, Yeonjun está muy agotado. 

― Ok, solo por hoy. 

― Soobin, acompáñame, quiero ir a ver la grieta. 

― Ok, vamos, esperen aquí, será rápido. 

― Ok, vamos Junnie, hay que aprovechar que logramos convencerlo ―Taehyun y Soobin se fueron, era un viaje corto así que no ocuparon la ayuda de Yeonjun, además, querían dejarlo descansar. 

― Lea, abre. 

― Pasen, Hiyyih. 

― Sí, los dejo solos ―las hermanas se fueron, dejando al par solos. 

― ¿Cuándo piensas decirle a Yeonjun? 

― La próxima semana sin falta, lo prometo. 

― Bien, no puedes ocultarle esto. 

― Lo sé, solo tengo miedo. 

― Estará bien. 

― No lo sé, sus padres están en coma, después de eso, no quiero arruinarle un rato de felicidad. 

― Estará bien, repito. 

― Solo digo, tengo miedo. 

― Ya, está bien, puedes decirme lo que sea, somos amigos. 

― Lo sé ―se sentaron en el piso―. ¿Por qué sigues conmigo? 

― Porque eres buen líder, ninguno de nosotros pudo haberlo hecho mejor, además, me estás ofreciendo una vida buena, sin tener que preocuparme por lo que diga o haga Luna, es la mejor muestra de que te preocupas por nosotros. 

― Pero, dejar todo y no poder volver a la Tierra, no sé, ¿extrañarás este lugar? 

― Claro que sí, pero ustedes estarán conmigo, son mi única familia después de todo, a mis padres no les importó ofrecerme a Luna. 

― Ya, me vas a hacer llorar. 

― No llores. 

― Sí, muy simple, obvio ―se quedaron en silencio, Taehyun había apoyado la cabeza en el hombro de Soobin. 

― ¿Por qué soy tan débil? ―el silencio y la cercanía que tenía con el mayor habían hecho que sus sentimientos afloraran―. ¿Por qué no puedo ser como Jeongin?, él es fuerte, rápido, bonito, perfecto, y yo, yo solo soy esto, mi propio poder me lastima, ¿sabes lo horrible que se siente eso? ―estaba intentando contener las lágrimas, Soobin sabía cuánto le afectaba al menor todo eso. 

― En primer lugar, no eres débil, tienes una fuerza distinta, Kai y tú son los más débiles físicamente, pero mentalmente ―Soobin hizo que levantara la mirada―. Sus mentes son indestructibles, no como la mía o la de Beomgyu, así que no digas eso, has sido mi soporte todos estos años, de verdad te aprecio demasiado, te quiero Taehyun, y no pienso dejar que pienses eso de ti, porque eres perfecto tal y como eres ―abrazó fuerte al más pequeño―. Nunca me había percatado de lo pequeño que eres, es que tu presencia impone ―Taehyun soltó una risita y luego se quedaron callados, Soobin acariciaba la espalda del menor y Taehyun se dejaba consolar. 

― Cuando éramos pequeños, antes de que supiera cómo me afectaba ser como soy, cuando solo sabía que podía concebir, odiaba eso, aún lo odio, porque me hace débil, y a veces siento que no ayudo, pero sabes que Gyu siempre había querido tener una familia, como la de Kai, lo envidiaba por eso, me lo dijo muchas veces, y un día dijo que le gustaría tener hijos, que sería lindo, por eso odio esto, nunca seré suficiente para él. 

― Ya eres suficiente para él, créeme, soy su hermano, le conozco todo, el de verdad te ama, pero el muy idiota tiene miedo de dañarte, yo le dije que primero le rompes todos los huesos, pero bueno ―a Taehyun le gustaba eso de Soobin, que no lo tratara como a una pieza de cristal que podía quebrarse al más mínimo toque―. En fin, si nos quedamos más tiempo, los chicos verán una película sin nosotros. 

― Cierto, pero no quiero volver, me verás los ojos con lágrimas y preguntarán qué pasó. 

― Lea debe saber que hacer ―Soobin salió y llamó a la mayor. 

― A ver, Hiyyih, ¿puedes curarle la vista un poco? 

― Claro, mira que ni siquiera está tan dañada ―antes de que la niña pudiera hacer algo, la vista de Taehyun estuvo completamente curada―. Vaya, pensé que demoraría un poco más, pero toma, bébelo, te sentirás mejor ―Taehyun bebió el contenido de la botella, sabía dulce. 

― Gracias ―él mismo estaba sorprendido, jamás se había curado tan rápido, si bien era cierto que hace un tiempo venía teniendo más resistencia y poder de curación, no pensó que llegaría a ese nivel. 

― Bueno, nos vamos, hasta luego ―dejaron la casa Huening y volvieron a la habitación de Yeonjun. 

― Hasta que llegan, vengan, no sabíamos que ver, Yeonjun estaba entre los dos chicos, con un helado en la mano. 

― ¿Por qué estás comiendo helado a estas horas? 

― Porque había, siéntense. 

― O floten, como deseen. 

― Soobin, elévame. 

― Ok, ven, chiquito ―en tiempos que no le decía así, solía decirlo para molestarlo, pero se volvió más un apodo cariñoso con el paso del los años. 

― Tonto, poste con patas. 

― Shh. 

― Ya. 

A tu lado | soojunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora