LILITH
Mis brazos rodean su cuello en automático. Mis ojos se cierran y humedecen debajo de mis párpados. Otra vez. Después de haber desahogado mis miserias por dos horas, ahora estaba llorando de alegría, júbilo, regocijo; sentimientos muy diferentes a las desgracias habituales en mi rutina de gimoteos. A pesar de todo aún conservaba parte de mis mejores facetas conmigo; aunque me hayan humillado, gritado, resentido y, maltratado psicológicamente por años..., aún tenía en mi poder el arma más poderosa e indestructible de esta familia: mi humanidad. No hay nada más valioso que ser tú mismo, en especial... si esa personificación de virtudes: soy yo.
Mamá tenía mucha razón.
He encontrado otra razón para seguir con vida. Y tengo muchas ganas de decírselo, que él es la causa de mi nueva historia por descubrir, que tengo muchas ganas de vivir a su lado lo que aún no se ha contado; pero también tengo miedo de asustarlo, por algunos aspectos en mí, sin resolver aún.
Tengo que hacerme cargo de mis problemas, entender ciertas cosas de mí que aún no han podido ser resueltas, y empezar por conocer un poco más de la historia que nadie ha querido que sepa sobre su sombrío origen, el mismo que dio un hito a mi existencia con preguntas que jamás me imaginé plantear ante mis padres.
Sí..., tengo mucho en la cabeza. Pero ahora, por el momento que comparto con alguien a quien parece importarle más la chica que soy en verdad, en vez de la que aparento delante de la sociedad..., es en quien debería concentrarme. No en papá, o en el biológico, o la agresión de hace años de mi mamá, o los asuntos sin solucionar de mi familia. Ellos han hecho su vida, tomado sus decisiones, y creído lo que les conviene de esta horrible acción que dio origen a mi nacimiento... Leo tiene razón, debo dejar de preocuparme por cada opinión que algún familiar tenga de mí, y empezar a trabajar en mi recuperación emocional y mental.
Me estrecha entre sus sólidos brazos, renuente a dejarme ir, sintiendo la fragilidad de mis trepidas articulaciones; queriéndome, deseándome, amando cada imperfección que resulta insoportable para mí, sobando mi cabeza con mimo mientras me brinda su apoyo con besos suaves a mi cuello.
Entre beso sí, y beso no, dulces y cariñosos, me pregunta con palabras aplastantes por mantener la boca oculta en el hueco de mi cuello, causándome ligeras cosquillas:
—¿Tienes hambre?
Me rio de su donaire, —Qué vergüenza, ¿me rugen las tripas? ¿Pudiste sentirlo?
—No; pero te conozco, y sé que siempre tienes hambre, nenita.
Me rio con un poco más de fuerza, y ánimos de los que creí que engendraría en mí con su simpatía, y también beso un pedazo tierno de su piel, como muestra de agradecimiento, sintiendo su piel erizarse por mi contacto. Guau... Se siente extraño provocar y ser testigo de una sensación como ésta. Y, aunque antes ya había hecho el amor con Leviatán, debo admitir que la conexión que he establecido con él, es muy diferente a la de su hermanastro.
Cada emoción es distinta de la otra, y no todas me resultan del todo cómodas de experimentar; pero... no negaré que cada una tiene su nombre y significado para mí, que me resulta estúpido evitar aferrarme a ellas, y... que si las percibo y puedo jurar mantener una relación con éstas, entonces es mi deber dejarlas fluir y aprender a vivir con ellas.
La verdad es que nunca he estado de acuerdo con algún afecto manifestado por mi sistema. Todos esos sentimientos siempre me han parecido... inútiles. Al menos hasta ahora. Hoy es un buen día para comenzar a sentir amor.
Leo está aquí; sólo quería comprobarlo. Me moriría si mi insana mente me estuviera jugando una broma, si resulta que todo esto es un retorcido juego de algún medicamento que me recetaron hace años, y ahora estaba sufriendo los efectos secundarios de su suministro. O peor aún... que todo esto sea producto de mi imaginación, que todo este País de las Maravillas versión videojuego del terror esté en mi mente como en un gran final inesperado de una serie de televisión.
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¿Se pueden querer a dos personas al mismo tiempo? [POLIAMOR #1]
Novela JuvenilLa joven adulta, abogada y devota religiosa Lilith de veintiún años, despierta su sexualidad descubriendo emociones ocultas y avivando la llama de la inocencia que los hermanastros Bianchi Soto despiertan en ella, haciéndole una tentadora oferta que...