Capítulo 8

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Después de que las chicas se cachondearan de nuestro aspecto durante un rato, las habíamos dicho que bajaran ellas primero, y se reunieran con los chicos abajo mientras nosotras nos terminábamos de arreglar.

Lola bajaba en el ascensor con Ali y Nerea, mientras daba porrazos al móvil con la mano abierta, porque este rehusaba encenderse, y la pantalla seguía en negro. Lola volvió a presionar el botón para desbloquear el móvil pero nada. Maldijo entre dientes al aparato. Carlos le había escrito y si no le contestaba se iba a montar una buena, maldita sea, necesitaba contestarle desesperadamente.

⁃         Quieres dejar ya el teléfono –dijo Nerea que la miraba a través del espejo del ascensor.

⁃         Necesito que funcione antes de que entremos dentro –contestó Lola que con uno de sus golpes de carate telefonil consiguió que volviera en si-. ¡Lo logre! –chilló alzando el móvil en señal de victoria.

Ali y Nerea se miraron entre ellas con cierto disgusto. El informar y responder a las preguntas demandantes de Carlos en cada momento no era nada bueno, pero ambas habían aprendido que decir algo solo sería contraproducente, ya que ella no las escucharía y encima se cabrearía. Para nosotras, Lola estaba soltera, su novio muerto en vida (si es que ninguna de nosotras lo asesinábamos de verdad).

Lola soltó un chillido mientras miraba con los ojos abiertos el móvil, sin poder creer lo que veía. No podía ser cierto, su móvil estaba en chino, o japonés, o algún idioma completamente desconocido para ella. Las puertas del ascensor se abrieron y Lola miró al frente, viendo al grupo de chavales apoyados en la pared a un lado de la puerta. Lola se acercó a ellos corriendo, dejando a sus amigas en el ascensor, y cogió a Calum por el cuello de su camiseta medio rota, agrandando uno de los agujeros que ya tenían en el cuello.

⁃         ¿Qué?... –Calum miró a Lola con los ojos abiertos y las manos en alto en señal de rendición, no quería que la chica lo dejara sin camiseta.

⁃         Tú eres medio chino morenito o algo ¿no? –más que preguntar, Lola estaba afirmando.

Los demás soltaron carcajadas sin parar y se giraron con disimulo, aun riéndose, mientras Calum los miraba fulminándolos.

⁃         Necesito que me configures el móvil –le lloro Lola, que sin esperar le había tendido el móvil y le miraba suplicante.

⁃         Lola, déjale tranquilo –dijo Ali, llegando hasta ellos.

⁃         Pero es el único que puede ayudarme.

⁃         Creo que no Lola –Calum miró el móvil y frunció el ceño-. No soy chino, ni por asomo. No sé por qué todo el mundo se empeña en decirlo –Calum señalo la pantalla-. ¡Ni siquiera entiendo nada de lo que pone aquí!.

Lola le quitó el móvil de las manos y desapareció por el pasillo, buscando a alguien que pudiera ayudarla.

⁃         Como una cabra esta la buena de Lola –sonrió Nerea viéndola desaparecer.

⁃         No te preocupes, sabe varios idiomas, se las apañara –le dijo Ali a Calum, que miraba alucinado a Lola que iba golpeando la pantalla mientras se iba-. Y ahora vamos a entrar, que las otras dos tardaran un poco en bajar.

Luke se acercó a ellas con una gran sonrisa.

⁃         ¿Os gusto nuestro atuendo? –preguntó colocándose al lado de Ali, que le miraba sin poderse creer que de verdad se lo preguntara.

⁃         Pues no, era horrible –Ali le sonrió al hombre de la puerta mientras este se aseguraban que todos eran mayores de edad y podían entrar. Guardándose la cartera volvió a girarse hacia el chico rubio, que hacía lo propio con la suya guardándosela en el ajustado pantalón-. Menos mal que jugasteis con ellas dos, porque yo os hubiera mandado a paseo.

Incondicional (Luke Hemmings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora