𝐀𝐋𝐋 𝐅𝐎𝐑 𝐔𝐒 :: 𝗛𝗢𝗨𝗦𝗦𝗘𝗠 𝗔𝗢𝗨𝗔𝗥

📌1.3

Amine Gouiri estaba en casa relajándose y a la vez preparándose para ir a visitar a su mejor amiga hasta Lyon. Tenía mucho que no oía de Mar, lo mismo con Houssem pues casi siempre la pareja los mantenía en constante comunicación entre los tres.

El francés escucha como alguien está del otro lado de su puerta principal, bajaba de las escaleras mientras sentía su celular vibrar. Lo toma al mismo tiempo que con la otra mano agarra la manija.

-Mar!- su mundo se detiene al ver a su mejor amiga destrozada.

La castaña buscaba qué decir -No sabía a donde más ir- pausa para agarrar más aire -No sé qué hacer...? Estoy asustada, Amine- de nuevo procede a llorar.

El futbolista del OGC Nice envuelve a Mar en sus brazos y los dos se van al sofá -Déjalo sacar, Mar. Es necesario-no hacía falta que Amine le preguntara lo que sucedía.

De todo el grupo de amigos, Amine sabía que algo mal estaba pasando con su amiga cercana. Y tenía que ver desde el parto. Hubiera deseado nunca irse de Lyon y así estar más cerca de Mar pero no estaba en sus manos manejar la situación.

Amine y Marlene se conocen desde muy pequeños. Nacieron el mismo día, pero no año. Sus respectivas familias eran vecinos. Ambos amigos se veían todos los días con Amine siendo hijo único y Mar siendo la pequeña de la familia, los niños se hicieron amigos inseparables hasta el punto de desarrollar amor de hermano.

Gouiri amaba a Mar como si fuera su hermana. Lo mismo Kinnaman hacia Amine.

-Lo arruiné todo, Amine. Los perdí para siempre. Y todo por lo pinche inmadurez que llevo conmigo- seguía lamentándose.

-Oye!- el delantero toma el rostro de Mar -No dejaré que sigas ofendiéndote y culpándote. Esto pasó por una razón que estaba fuera de tus manos. Empezaste a sentir miedo aquel día, así que te apartaste para que nadie saliera lastimado por tus temores. Apartaste a todo aquel que se acercaba a la verdad. Mar, jamás estuviste sola, sabes que siempre estaré contigo y haré lo que sea para volver a verte sonreír.

La castaña sonríe ante las hermosas palabras de Amine quien estaba limpiando sus lágrimas con su pulgar -Soy la...

-Deja de culparte por un segundo, quieres?- la calla con su pulgar en sus labios.

-No se qué haría sin mi hermanito- contesta un poco más relajada.

Se mantienen abrazados del otro, el celular del francés no paraba de soñar pero decidió ignorarlo pues era más importante Marlene Kinnaman.

-Ya has comido?- pregunta el francés y Mar niega -Deja te preparo algo.

Se dirigen a la cocina en busca de alimento mientras los dos recordaban los buenos momentos que pasaron desde pequeños. Mar logró olvidarse del dolor pero una vez que terminó de comer, la nostalgia regresó de golpe.

-No se cómo dirigirme hacia Houssem, joder...- confiesa frustrada -Al menos Mehdi está con Lizzy... Mierda soy la peor madre.

-Qué dije de esos comentarios?- regaña Amine.-Vas a ver que todo regresará a la normalidad poco a poco.

Mar traga saliva. Ya no podía volver al pasado y evitar este desastre. Estaba decidida, quería desaparecer e iniciar de nuevo. Era un acto egoísta por parte de Kinnaman pero si esto la ayudaría a recuperar su confianza y sanar sus heridas, tenía que intentarlo.

-Ya es tarde...

-No dejaré que te des por vencida tan fácilmente...

-Amime, escúchame!- recarga sus manos en el pecho de su amigo -He tomado una decisión- Mar procede a contarle su nuevo plan que cambiará su vida por completo.

-Iré contigo...- afirma Amine.

-Por favor...

-Ficho con cualquier equipo de ese país, en donde quede cerca de ti. Por mi no hay problema- insiste.

-Tienes que dejarme ir- pide Mar.

Amine niega con la cabeza pegada en la frente de Marlene -No puedo. Y menos por esta situación. Está más que comprobado que jamás debí dejar Lyon.

-Es parte de la vida, hermanito- alza la mirada y Amine se sintió a salvo al escuchar "hermanito". La partida de Mar se sintió como si fuera a perder a un familiar suyo para siempre.

-Prométeme que me llamarás todos los días- advierte.

-Lo haré sin falta cada día a primera hora. Será lo primero que haga al levantarme- los dos carcajean levemente.

-Lo digo enserio.

-También yo.

El delantero del Nice atrae a Mar para abrazarla por última vez -Te voy a extrañar, Mar.

-Lo se- se despegan un poco -Igual yo.

Los mejores amigos se preparan para lo necesario en order de llevar a cabo la salida de Marlene Kinnaman. Mientras ella fue a darse una ducha, el francés aprovecha para contestar su celular el cuál dejó de sonar horas atrás.

-Diga?- no se fijó en quien lo había estado llamando ni tampoco se dio cuenta a quien le respondió.

-AMINE FERID GOUIRI!!!!! DONDE VERGAS HAS ESTADO?!?!!! HE INTENTADO CONTACTARTE TODO EL PUTO DÍA!!!!- grita Houssem Aouar.

-Dios! Me vas a dejar sordo!! Estaba dormido...

-Todo el santo día?!!

-Salí de fiesta anoche. Que sucede?!- actúa para cubrir de Mar.

-Mar está perdida. Nos peleamos anoche y se fue de la casa. Amine... estoy perdiendo la paciencia y...

-La encontraremos, Houssem. Tampoco pudo irse lejos.

-Amigo, te necesitamos. No está contigo? Conoces algo que nosotros no?!- el futbolista del Lyon empezaba a levantar sospechas al notar que Amine no se escuchaba en lo absoluto preocupado.

-Créeme, si supiera donde estuviera Mar, te lo diría. Ella es como mi hermana.

-No esta con Lia o Dianne. Sus hermanas están conmigo. Danny y Lizbeth cuidan de nuestro hijo. Solo queda una opción- descarta Houssem.

Amine traga saliva -Houssem, me estas preocupando. Cómo no esta en ningún lado conocido?! Por qué no me ha contactado!?- intenta proteger a Marlene.

-No lo sé?! Maldita sea!! Ayúdame a encontrar al amor de mi vida, Amine. Nunca me he sentido tan aterrado hasta el día de hoy.

Gouiri se sintió el peor amigo del mundo, pero tenia que respetar la decisión de Mar -Buscaré por aquí, te llamo si hay novedades, de acuerdo. Avísame si la encontraron- cuelga la llamada.

-Nos va a odiar de por vida...- Mar había salido de la ducha.

-Te aseguro que está en camino. Mar, aún no es tarde para...

-Estarán mejor sin mi- niega la castaña y se dispone a cambiarse de ropa. -Nunca me va a perdonar, estoy consiente de eso- Marlene Kinnaman observa la pequeña sortija que aún poseía en su dedo.