Expectation For His Kisses -the GazettE/Yaoi-

7- |𝕱𝖆𝖇𝖚𝖑𝖔𝖘𝖔𝖘 𝕱𝖆𝖛𝖔𝖗𝖊𝖘...|

NOTAS DEL CAPITULO:

Parte de lo bueno de los 100 reviews

es las actualizaciones mas rapidas *_*

espero q les guste!

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Una semana después Kai despertó con un ruido muy molesto y que sonaba extrañamente parecido a su timbre.

Dos minutos después cuando estuvo completamente despierto se dio cuenta de que si, era su timbre y que estaba sonando terriblemente temprano para ser un día libre.

Con sueño todavía, comenzó a buscar algo de ropa que ponerse mientras el timbre seguía sonando insistentemente.

- Ya voy – murmuró, completamente seguro que quien estaba fuera no lo había oído pero al menos lo había intentado. Al abrir la puerta se encontró con un guitarrista sonriéndole tontamente. Bostezó un poco para poder hablarle cómodamente – Uruha... ¿Qué haces aquí? – preguntó, aún con sueño.

- Despierta! – exclamó Uruha sacudiéndolo un poco - Tenemos una torta que hacer! – dijo el castaño señalando un bolso que cargaba.

- ¿Torta? ¿Quién cumple años?

- ¿Cómo que quién? Reita! ¿No sabes la razón de tu día libre?

- Aah! Ahhh! Cierto cierto! ¿Pero torta porque? ¿No sabes que va a pasar todo el día con la... con Tsugu-chan? – Uruha trató de no arrugar la cara.

- No me lo recuerdes. Lo se. Haces la torta, se la llevo y me voy – dijo simplemente.

- Hacemos querrás decir. – le corrigió el menor. Uruha se encogió de hombros y accedió entrando a la casa. Kai cerró la puerta detrás de él y lo siguió a la cocina donde el castaño se encontraba sacando los ingredientes del bolso - ¿Kit kats? ¿Por qué no me sorprende? – dijo riendo, Uruha sonrió terminando de sacarlo todo – Bueno... manos a la obra! – anunció alcanzándole un delantal.

Las siguientes dos horas transcurrieron en la cocina, Kai tratando de controlar que Uruha no hiciera mucho desastre, y sorprendentemente lo logró y no solo eso, el castaño hizo casi toda la torta con poca ayuda del baterista.

Kai podría decir que estaba orgulloso de su alumno.

__

- Akira ¿estás despierto? – hablaba Uruha por el teléfono mientras manejaba a casa del bajista.

- Estoy despierto desde que me llamaste como a las cuatro de la mañana para desearme feliz cumpleaños – respondió fingiendo molestia.

- Hey, no te quejes ¿Quién es el que llama a todos a las doce en punto? Yo fui más considerado. Pero bueno, ¿Tsugumi no ha llegado?

- Eh no... - dijo Reita riendo – ella no se levanta temprano...

- Ok, nos vemos – finalizó Uruha colgando. El bajista se quedó mirando el teléfono desconcertado. Pocos minutos después sonó el timbre. Al abrir, lo primero que vio fue una fabulosa torta de la golosina más sabrosa del mundo.

- Shima... eres lo máximo – dijo emocionado agarrando su torta con igual emoción y entrando a la cocina.

- Para que tengas suerte hoy con Tsugumi*– respondió el castaño guiñándole un ojo. Reita solo pudo reír ya que no podía apartar la vista de la torta.