Dosis de normalidad

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¿Qué es esto? Una regresa de un enorme hiatus. En verdad me costó escribir este cap porque no sabía qué dirección darle, pero el siguiente... *guiño**guiño* Discúlpenme enserio por la tardanza. Mas a mis inquisidoras favoritas que me han respetado mucho este tiempo pero ya les toca su dosis de amor de mi parte :) si hablo de ustedes Lirio-Shikatema y Kaoru-sakura (las extraño mil y como hacen sonar el latigo para atormentarme, digo no dejaron de hacerlo pero se extraña jajaja)

Tambien agradezco a los demás lectores que están siguiendo este fic, y no no lo he abandonado. Hay muchísimas cosas que quiero ya escribir pero tengo que seguir escribiendo de poco a poco jeje. Gracias a nawnosan, keishika, Javy413, lauraoingot, vanessayumiko por sus reviews. Enserio me encantan sus comentarios. ¡Les quiero!

-Capítulo 9: Dosis de normalidad-

El castaño reposaba sobre una de las jardineras de la universidad. Únicamente se concentraba en respirar el aire puro que emanaba la vegetación que lo rodeaba. Disfrutando con una amplia sonrisa y sus ojos cerrados esa inmensa sensación de tranquilidad. Hasta que unos acelerados pasos se acercaron a sus espaldas y antes de que pudiera echar una mirada sobre su hombro para indagar la identidad de la persona que estaba detrás de él, sintió un breve, pero certero, golpe sobre su cabeza. Rápidamente se llevó ambas manos a frotarse el área afectada y su cuerpo se entumeció por el reciente impacto. Esa repentina rudeza fue suficiente para saber quién le había propinado tremendo puñetazo.

— ¡¿Por qué fue eso?! —Gruñó entre dientes el agredido sobando su cuero cabelludo.

— ¡¿Qué te crees cediéndole mi auto a un completo desconocido?! —Soltó la chica colocando sus manos sobre su cadera.

— No es un desconocido. Fuimos a la primaria juntos y es uno de mis mejores amigos. Hasta le confiaría mi vida —siseó del dolor—. ¡Cielos, mide tu fuerza mujer!

— Aja —se cruzó de brazos la rubia— ¿Y porque no recuerdo que mencionaras su nombre cuando eras niño?

— Estaba implícito cuando decía que iba a salir con mis amigos. A parte luego me lo agradecerás —mantuvo una mano sobre su cabeza mientras descansaba la otra sobre su rodilla—. Después de pedirte el auto, me preguntó que si estabas saliendo con alguien —juntó las plantas de sus pies y tomó sus tobillos—. Lo único que te pido es que no me lo perviertas.

— ¡¿Y creíste prudente emborracharte hasta perder la conciencia y arreglar un encuentro forzado entre los dos sin antes consultarme si estoy saliendo con alguien?!

— Vamos —alzó una ceja—. Tienes años soltera. Sabemos cuándo estas enamorada porque se te nota a leguas.

— Tu que sabes —arrugó su nariz—. No me haces un favor embarrándome a tus amigos. Ahora mismo me vas a decir cuál es su "detalle".

— ¿A qué te refieres?

Temari rodó la mirada y lo señaló con la palma de su mano abierta.

— Eres un fenómeno viviente de gustos excéntricos y te rodeas de raros semejantes a ti. No me tragó que sea un individuo normal.

— Oh —bajó la mirada como si estuviera buscando algo en el piso, alzo los hombros y ladeo un poco su cabeza—. Bueno le gustan las marionetas como a mí.

— ¡Lo sabía! —La chica echó su cabeza hacia atrás.

— Vamos no lo juzgues antes de conocerlo. Además, ¿de qué te quejas? Sí sé que ya le aceptaste una cita.

— ¡Es increíble que tan parlanchines son los hombres incluso más que las mujeres! —Pronunció retomando su guardia—.Todavía no se define nada.

Tu sombra por tu vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora