Entredormida, di unas cuantas vueltas en la cama, sentía un resplandor acariciar mi piel, y una comodidad que no recordaba que tuviera la camilla de este hospital. Sintiéndome observada fijamente abrí los ojos de forma lenta. Quedé impactada al encontrarme con esos ojos azul intenso mirándome, sin pestañear, con expresión neutra. Mire alrededor y me sorprendí nuevamente al notar que está no era la habitación del hospital, donde se suponia que yo iba a estar durmiendo. Cuando salí de la hipnosis que esa mirada me provocó, recordé que estaba mucho más que cabreada con este hombre, y que no flaquearia solo porque me trajo aquí sabrá Dios de qué manera, y me tiene metida en su cama. ¡Por supuesto que no!
-¿Qué demonios hago aquí? - espeté
-Claro buenos días Annie - dijo de forma sarcástica, se enderezo en el sillón y hecho su pelo para atrás conservando aun la misma expresión .
La habitación era muy masculina, pero estaba ordenada y de hecho no olía mal, nada de lo que imagine que sería su habitación, frente a la cama hay una puerta de cristal, que da vista a un pequeño jardín con un lago. La vista era relajante y el sonido que hacía el agua al correr también lo era.
-No te hagas en gracioso Dylan. Si tuvieras un poco de vergüenza ni siquiera me mirarias después de lo que hiciste.- Dije cruzandome de brazos y mirándolo fijamente de forma retadora.-¿Y qué se supone que hice, Annie? - preguntó enarcando una ceja.
-¿En serio tengo que decírtelo? - imité su expresión .
El suspiro, puso su cara entre sus manos, se arrodilló frente a la cama y habló.
-Annie yo... Soy un imbecil lo sé - Pero me adelanté a los acontecimientos como un perfecto idiota, no sabía como actuar, me gustabas pero maldita sea no como me gustaba el resto. Nunca había sentido algo así ¿De acuerdo? - Sus ojos estaban llenos de ira pero desconcertados -Me lanze como un idiota y lo arruine, lo que hice que las manos lo desbaraté con los pies.
-Llevándote por delante toda la confianza que tenía en ti - Le dije sin inmutarme. Esta vez tendría que hacer mucho más que hablar para que yo cayera.
-Te dije que no sabía ser romántico, yo solo lo intenté.
-Vaya forma de hacerlo, revolcandote con señorita pe... Con Ashlie - mi rostro adoptó la misma expresión fría que el solía tener.
-Todo eso fué un mal entendido.
-Si claro, ella te puso una trampa y tu muy ingenuo caiste - saqué los pies de la cobija que me arropaba.
-Annie aunque no lo creas, así fué - En sus ojos había sinceridad y me maldije mil veces por empezar a creerle - Yo estaba asustado, estaba sintiendo cosas extrañas dentro de mi, ese ataque de sinceridad que me dio al lado tuyo no era normal, esa noche en esa cita te conté cosas muy personales. Me puse todo cursi, y ese no soy yo. Eres la primera mujer que de sube a mi moto y la primera mujer a la que persigo, normalmente es alrevez. Me refugié en un bar en ese tiempo que no aparecí, quería sacar de mi eso que sentía cuando te tenía cerca. Me llegó un texto del hermano de Ashlie, Aaron diciéndome que quería que fuera allá y que era importante. Cuando llegué no había nadie y fui a su habitación y esperé, luego llego Ashlie con muy poca ropa y coqueteandome como siempre hace, me hablaba y se contoneaba, me ofreció algo de tomar y me lo hecho encima "accidentalmente" - Sus ojos lanzaban fuego imaginario de la ira - Me dijo que podia usar el baño y ponerme algo de Aaron que no había problema, y como Aaron y yo somos buenos amigos supe que no habría problema y lo hice. Entonces cuando salí ahí estaba ella y ahí estabas tu ¡Me quedé mudo! Yo no sabía que ella era capaz de hacer eso. Yo nunca la he tocado ni mirado como te miro a ti, ni siquiera como miraba a las otras.
-Qué conmovedor - sonreí burlonamente - ¿Porqué no me convenciste de lo contrario? Porque te vi muy a gusto con ella en la escuela al día siguiente.
-Annie yo estaba intentando alejarte, yo no soy para ti - Su mirada ahora estaba llena de dolor - Eso fué solo una ayuda del destino para que te des cuenta de lo que en verdad soy y te alejes, por un lado lo agradecí, aunque realmente me dolía como el infierno.
-Si no eres para mi y todo eso Dylan, ¿Para que demonios me trajiste aquí? ¿Para confundirme más? ¿A que demonios fuiste al hospital? ¿Porqué te fuiste en cuanto desperté? ¿Que demonios pasa contigo?
-Esas son muchas preguntas.
-La respuesta que más me interesa saber es la última.
El se puso de pie y se sentó a mi lado de la cama. Traia un pantalón largo de pijama y calcetines, nada más, ignore lo más que pude su perfecto abdomen y músculos y me concentre en sus ojos.
-Qué creo que me estoy enamorando, eso pasa.
Me quedé en silencio, su respuesta no era la que yo esperaba, incluso no sabía que le iba a decir ahora. Frustrada heche mi pelo hacia atrás en una coleta y me puse frente a frente a el.
-Yo no puedo estar con una persona que hoy me quiere y mañana no, que hoy está y mañana no. Esto es muy Inestable, me confundes Dylan.
-Yo lo se Ann, y te entiendo perfectamente. Entonces, ¿Eso es un no definitivo? - preguntó con un audible miedo a la respuesta.
-Eso es un "haz las cosas bien". Es una oportunidad para empezar de cero, ya sabes, como la gente normal.
-Por Dios Annie gracias - El alivio inundó su mirada - Ann si tu me aceptas, yo prometo hacer las cosas bien, para ti volverán a tener sentido las historias largas, te llenare de detalles cursis como te gustan. Te voy a cuidar siempre, voy a estar ahí para ti, porque esta oportunidad que me das yo no pienso desperdiciarla, eso te lo aseguro .
-Me gustaría, querido Dylan, que hablaras menos y obraras más. No hay palabras que puedan convencerme.
Me tomo del rostro y poso sus labios sobre los mios, tan repentinamente que no me dio tiempo a pestañar, fue un beso suave pero posesivo, chupaba mi labio inferior y luego buscaba mi lengua con la suya, sentía una corriente en mi vientre cada vez que mi lengua rozaba la suya. Se separó unos centímetros y dijo contra mi boca.
-Esta es una de mis maneras favoritas de demostrarte, que no eres un simple juego para mi, mi niña bonita.
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Dylan Danger |DD#1| - Akary Gressed
Teen Fiction- ¡Mantente alejada de él ! - gritó Akon caminando de un lado a otro, intentando hacer un hoyo en el piso de mi habitación. - ¿Cuál es tú problema? ni siquiera lo conoces. - Tal vez no lo conozca, pero sé lo suficiente para no quererlo cerca tuy...