Parte 13

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Despierto a solas en la cama y, tras no percibirlo en todo el lugar, noto que Ethan se ha marchado sin avisar. Lo cual me provoca cierta sensación de pesar y abandono.

Suspiro resignada y abandono la cama para tomar una ducha rápida y alistarme.

Camino hasta las habitaciones de Ellienne y empujo levemente la puerta de entrada. No quiero encontrarme con nada que no esté preparada para ver.

- ¿Estás decente?

- Por favor Evangeline. Hace dos semanas que terminé con Garrett. – anuncia – Todo el mundo lo sabe.

- Yo no. – digo acercándomele a la cama atestada de revistas –

- Solo tienes que revisar mi Facebook, o Instagram. – reflexiona – Puede que también haya hecho algún twit...

- ¿Tienes planes para hoy? – pregunto interrumpiéndole –

- ¡Sorpréndeme! – pide eufórica –

Llegamos colgadas una del brazo de la otra, envueltas en un aura muy cálida, sonrisas y parloteo.

Ethan aparece de la nada delante de nosotras y se acerca a mí repentinamente, tan repentinamente que me sobresalto. Coloca su profunda mirada roja en mis ojos e inmediatamente me mira de arriba abajo. Para después deshacerse en un suspiro de profundo alivio.

- ¡¿Dónde estaban?! – le grita a la hermana – ¿Tienes la menor idea de lo peligroso que es salir de la estancia?

- Yo no...

- No me refiero a ti. – dice despectivamente – Mientras estés con ella los Cazadores no se atreverán a tocarte. Tengo seguridad de que ella te protegería. Me refiero al peligro al que le expusiste al sacarle de aquí. ¿Sabes cuántos se oponen a este matrimonio? – ella se encoje de hombros desenfadadamente – ¡Millones! Y la manera más sencilla de poner fin a esta alianza con los Cazadores es provocando la muerte de ella para después culparnos.

- Le puedo proteger. – le desafía –

- ¡Por favor Ellienne! – espeta molesto – Te asesinarían junto a ella. Edgar no es tan diplomático, no seas estúpida...

- ¡Ethan! – es todo lo que puedo tolerar – Ya basta.

- ¿Por qué le defiendes? – pregunta irritado – Te puso en peligro...

- No, no lo hizo. – le vuelvo a interrumpir – Fue mi idea salir, yo le invité. – abre los ojos sorprendido – Soy lo bastante mayorcita e independiente como para poder tomar ese tipo de decisiones.

Camino en su dirección y él se planta.

-En cuanto a mi seguridad, puedo cuidarme muy bien sola. – espeto poniéndome a la defensiva – Además, Ellienne y Sebastián estaban conmigo también. – agrego señalando al joven Demonio que nos acompañara – No nos iba a ocurrir nada.

- No puedes tener esa certeza. – arremete –

- No pienso quedarme encerrada en esta casa solo porque estás un poco paranoico.

- ¿Paranoico? – ríe estúpidamente – No...

- No importa. – rechazo – No puedes tratar a tu hermana de esa manera. – le regaño – La manera en que le gritaste e insultaste es el colmo de lo inapropiado. Discúlpate en este instante. – demando –

Todos los presentes en la sala enmudecen. Miraran una vez hacia mí y luego a él.

Ambos nos miramos a un tiempo.

Profundas miradas, plata contra rubí.

Yo demasiado seria y él demasiado pálido.

Finalmente, deja escapar un suspiro al tiempo que cierra los ojos.

Luz [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora