CAPÍTULO 21

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TE SOSTENDRÉ Y NO TE DEJARÉ CAER

NARRA SHAMSIEL

Muerdo la tapa del boli y me reclino hacia atrás, miro el techo y bufo. Sigo sin entender la sintaxis de los cojones, realmente no se como he llegado a aprobar todos estos años y sin saber hacer una frase.

Cuando estoy apunto de volver a intentarlo escucho una piedrita chocar contra la ventana. Lo ignoro, no será nada, me vuelvo de nuevo a mi cuaderno y me rindo, guardo lo de lengua y empiezo con física. Cuando estoy apuntando la fórmula vuelve a sonar la piedrita contra la ventana.

Joder, que pesados los vecinos, son unos niños de 10 años que se han mudado con sus padres no hace mucho. Y juraría que les caigo mal y no se por que, ni siquiera le he dirigido la mirada.

Lo vuelvo a ignorar y hago el ejercicio, menos mal que me gusta la física y las mates, si, toda una chica de ciencias.

Miro la ventana y me sobresalto al ver a Zack trepado, le miro entre confusa y preocupada, él me hace señas para que abra que se va a caer, me apresuro a abrir y él entra, dejando un skate en el suelo.

—¿¡Estas loco?! Te podrías haber caído y roto algo— le regaño y me apresuro a inspeccionar por si tiene alguna herida.

—Tranquila tigresa, estoy bien. Solo que tú no respondías a mis piedrecitas, así que tuve que hacer el plan b— explica y me dan unas ganas de sonreír tontamente, pero me contengo.

Somos bipolares, en serio.
Lo se.

—Voy a cumplir lo que dije, ponte algo para salir, vamos a la pista de Skate.—dice y miro mi vestimenta, una sudadera ancha gris que me llega hasta los muslos y un pantalón corto que no se ve. Me sonrojo un poco, no se ve el pantalón corto, pensará que no tengo nada...

—Pues vete, que me tengo que cambiar—le digo pero él se tira en la cama y coge uno de mis almohadas y se tapa la cara.—Zack, no me voy a cambiar contigo ahí— me cruzo de brazos y él se destapa la cara.

—Vamos, Seyi, ya he visto todo lo que se podría ver— dice burlón y le miro mal.

—Que no me voy a cambiar contigo aquí—vuelvo a repetir. Se vuelve a tumbar en la cama y a tapar con la almohada, haciendo caso omiso a mi queja.

Ruedo los ojos y me doy por vencida, me quito la sudadera y no tengo nada debajo aparte del sujetador negro de encaje, me coloco una camisa de tiritas, una chaqueta azul, y me coloco un chándal gris con mis zapatillas Nike de bota.

Le tiro un peluche a los huevos, haciendo que se sobresalté y se queje.

—Baja tú por dónde has venido, si mi padre te ve, te mata—Digo y él se carcajea.

—Pero si tu padre me ama—dice abriendo la puerta y pasando olímpicamente de mi. Baja las escaleras y le sigo corriendo y me tropiezo con su espalda cuando para.

—Hola, Zack. Hijo, no sabía que estabas aquí— dice mi papá alegre desde la cocina.

—Hostia él favoritismo— murmuro y Zack se carcajea.

—He llegado hace poco, solo venía a llevar a su hija para dar una vuelta y enseñarle skate— dice normal y por algún motivo que desconozco me pongo nerviosa.

—Vale, cuídala y no lleguen tarde—dice de buen humor, Zack me toma de la mano y me arrastra afuera.

—Mi papá te ama mas que a mi— me quejo.

—Soy irresistible, Preciosa.—me guiña un ojo y me sonrojo. Esto de sonrojarme se está haciendo costumbre por culpa de él.

Caminamos unas cuantas calles de la mano hasta que rompe el silencio.

¿VOLVER A ENAMORARME? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora