El viento chocando directo tu rostro era una sensación no desconocida para Trixie, cuando aún estaba en Canterlot antes de su fracaso más grande de su vida solía sentir el viento con fuerza en su rostro como ahora, ir de paseo con Sunset siempre era relajante, poder ir donde quisieran y disfrutar de la velocidad que podían llegar, no tan radio claro, pero la suficiente como para lograr dejar atrás tantos problemas que sufría la ilusionista diariamente, era como si estuviera huyendo de todo, siendo rebeldes juntas, como si nada importara en ese preciso momento. Como todo en la vida es claro que no puede durar para siempre, siempre había ese fin del camino que las esperaba sin lugar a dudas, pero deseaba algún día que ese momento fuera para siempre... vivir su vida como ella quisiera sin tener que sufrir a diario.
Sunset manejaba como siempre cuando tenía a Trixie como pasajera, ni tan rápido y ni tan lento, con el tiempo aprendió por parte de las expresiones de Trixie que como debía manejar para que su amiga disfrute el viaje, puesto que si iba muy rápido Trixie se enojaba con ella todo el día, pero si iba muy lento se sentía mal pensando que solo lo hacía para cumplir su capricho, era un golpe a su orgullo.
Aunque no lo parezca, y también queda demostrado lo sencilla que puede llegar a ser Trixie en muchas ocasiones, ella es muy difícil de complacer.
Sunset aprendió que Trixie es mucho más sencilla de lo que aparenta ser, pero también jodidamente compleja.
Cuando la pelirroja le compraba algún postre o algo delicioso a su amiga esta siempre le miraba raro, pero cuando alguien más le invitaba algo, ya sea Pinkie pie o incluso Luna Trixie lo recibía como niña pequeña, pero en donde más podía ver felicidad en sus ojos era cuando ella por sí misma iba y lo conseguía, siendo el mismo puto postre no importa cual fuera el medio, Trixie parecía rechazar muchas cosas de parte de ella.
"Sabe diferente cuanto Trixie lo consigue"
Fue la simple respuesta que la ilusionista le respondió, no se hablaba del tema, era un punto aparte en ese aspecto.
Ahora cuando se tratara de otras cosas como sea hacer sus tareas, charlar, escuchar música juntas, películas, caminar o hacer algo juntas, también pasaba lo mismo, un día Trixie tenía ganas de ver una película en casa de Sunset y lo hacían y la pasaban bien, la semana siguiente cuando Sunset le proponía hacer lo mismo Trixie hacia un berrinche para que vayan al cine a ver algo que este en cartelera, cuando salían al parque a jugar la ilusionista siempre quería hacer lo que Sunset quisiera hacer, nunca elegía un juego en específico, siempre seguía a Sunset y hacían lo que ella quisiera, esto destrozó completamente la teoría que la mayor se hizo con respecto a Trixie, ella podía llegar a ser muy caprichosa con algunas cosas, pero completamente obediente y sumisa con otras para que la próxima semana cambiara de parecer, como si estuviera jugando con la cabeza de Sunset, pero ese no era el caso, ella solo hacia las cosas porque quería hacerlas y punto.
Era muy difícil de tener satisfecha a Trixie, pero realmente era simple.
- Ha pasado tiempo –
Una vez llegaron a su destino y ambas bajaron de la motocicleta de Sunset, fueron las primeras palabras de la menor al ver el edificio donde vivía su amiga, en efecto había pasado algo de tiempo ya, aun podía recordar las sensaciones que sentía al bajar de la moto de Sunset para llegar a su departamento para pasar el rato.
Nada había cambiado, se sentía como si no hubiese huido a otra ciudad y que nada de lo que vivió pasó realmente.
- No tanto como crees – dijo Sunset cargando su casco y caminando con relajo hasta su hogar – Pero no tienes idea como te extrañe –
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Quedate Conmigo (Sunxie)
RomantikEl padre de Trixie era un hombre que le gustaba la bebida y las apuestas, y por causa de esa vida falleció dejando a su hija de 17 años sin hogar a causa de dinero que debe Trixie se ve obligada a buscar trabajo, sin embargo se dará cuenta que la vi...