Jisung llevaba una vida "correcta", creía fielmente en lo que su familia le enseñaba y seguía cada consejo y orden recibida, sus padres confiaban en que él no les traería una decepción, aún así no podían correr riesgos...
No comprendía que había hec...
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La formación se había acabado, y se sintió aliviado por algunas palabras dichas por los profesores. Cuando todos los alumnos regresaban a sus habitaciones, Jisung esperó en las escaleras por su compañero ya que le debía una disculpa.
Los directivos del instituto no quisieron más problemas entre pabellones así que prohibieron la entrada tanto de los provenientes del A hacia el B y los del B hacia el A, y en cuanto a los baños que era un espacio casi compartido tendría vigilancia las 24 horas por un supervisor.
Parece una prisión. Pensó Jisung.
Además dijeron que por ser el primer incidente no habría castigo mayor, ni avisarían a los padres. Claro, eso les convenía, imagina decirles a los grandes empresarios que dejaron a sus hijos en el privilegio del pabellón A que fue golpeado por un compañero del otro pabellón. Sería un escándalo que dejaría sin los más importantes clientes a la institución.
Jisung lo sabía, Eric tenía cierta razón al llamarlos "engreídos". Si él fuera del B también se sentiría frustrado y rencoroso, pero eso no era razón para ser violento. En el pabellón A tenían mejor alimentación y tanto como el campo deportivo y el comedor eran un poco más grande, su parte del baño contaba con agua todo el tiempo a diferencia del B que en las noches no había. La biblioteca estaba de lado del A y también el laboratorio, y tenían más clases ellos allí que los del B.
No era justo, y el se sentía mal de tener dichos privilegios cuando sentía que no los merecía. Su familia no era tan poderosa ni adinerada, pero sus padres eran lo suficiente orgullosos como para acceder a pagar la tarifa más alta por lo tanto darle lo "mejor" a Jisung.
Justo cuando empezaba a sentirse suficientemente emocional como para llorar vio a Jeongin acercarse y se paró rápidamente.
- Hola Jeongin...
- ¡Hey! Buen puñete amigo, eso fue sensacional... Entre los dos lo pusimos en su sitio. Fue muy divertido.- Habló el menor super rápido dejando notar su emoción.
Jisung se encontraba confundido, su compañero estaba siendo amable cuando él pensó que no le volvería a hablar en su vida.
- Yo... Disculpa, hice que te castigaran y tú no-
- Eso no es importante, no te preocupes.- Lo interrumpió entendiendo que Jisung se sentía mal respecto a eso.- ¡Vamos! Fue genial, nunca pasó algo tan interesante como una pelea en este lugar ¿No crees?
- Si... Tienes razón.- Jisung río porque él había pensado en lo mismo y ambos subieron a su habitación mientras seguían conversando de su gran pelea.
Ya estaba oscureciendo y ya no quedaban más clases, el almuerzo se canceló por la pelea aunque todos los alumnos se quejaban porque tenían hambre debían esperar a las 8:30 p.m. para el lonche.
