"No es justo. No después de haber sacrificado tanto para esto."
°1976°
AugustMadrugada, esa fría madrugada se encontraba silenciosa. No había ni un pequeño canto, silbido o murmullo. El silencio era casi aterrador, sin embargo. No lo era, en absoluto. Era hermoso en realidad. La vista de esa madrugada era simplemente etérea. Y eso sin duda producía una sensación de euforia divina en el cuerpo de una chica de ojos azules.
Pero había algo distinto esa madrugada de entre semana, ella estaba sola.
Sola, así estaba esa vez aquella bella chica, pero eso solo llenaba de tranquilidad a la de fugaz cabello. No era un disgusto para ella, la soledad era más para ella.
La soledad no era un castigo para esa pelirroja, era un gracias profundo. Nunca estaba totalmente sola, tenía una familia numerosa, y un grupo de amigos siempre cerca. Así que la soledad era un regalo para aquella chica.
Tomaba esa oportunidad de soledad para ser ella en verdad, para tener la oportunidad de sacar todo aquello que la consumía día a día. No parecía en absoluto que ella fuese a tener algún problema o un atormento que llevara consigo.
No, ella no daba esa imagen. No daba la oportunidad de ser tan sincera con todos, no siempre las personas eran buenas en verdad. Y ella no creía que mostrar sus sentimientos la hiciera débil, al contrario. Pero no cualquiera era merecedor de sus lagrimas. Así que su imagen de persona dura contra todo contratiempo era solo eso, una imagen.
Ese miércoles a las cuatro de la mañana la ojiazul por fin lo soltó. Por fin dejó el tranquilo silencio y soltó sus amargas penas.
Y se quedó ahí, sentada en la gran torre de astronomía y solo comenzó a hablar consigo misma, solo se dejó llevar por el aire refrescante y totalmente sincero.
Hace mucho no lo hacía hace un buen tiempo no sólo se escabullia de su habitación y contemplabla las brillantes estrellas.
—... Y tal vez debería darme una oportunidad de... —iba diciendo la ojiazul cuando derrepente un golpe seco se escuchó. Lo que ocasióno que la gran nube de color azul brillante desapareciera.
Inmediatamente la chica se levantó del frío suelo y miró por la entrada de la enorme torre. El sonido no se escuchaba muy lejano, pero era definitivo que alguien había visto algo muy importante para la pelirroja.
Sin esperar nada más la chica tomó su pequeño bolso y salió corriendo de ese algo que huía ahora de ella.
Los pasos de la otra persona sin duda eran torpes, para nada sigilosos y muy apresurados.
ESTÁS LEYENDO
Epifanía #1
Fanfiction¶=Qué pasaría en un mundo donde los Potter no murieron el 31 de octubre. Dónde la pelirroja no tenía los ojos verdes, si no azules. ¶=Donde August Gray y James Potter comparten la custodia de su hijo; Harry Potter. Con el detalle que ella vive en E...