07 - Cita.

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—Nos vemos el domingo a la noche, mi reina—se despidió Ignacio, tomando a la colorada por las mejillas quien lo miraba algo triste;—Perdón, prometo que te lo voy a compensar, lo juro—murmuro, dejando varios cortos besos sobre los labios de su novi...

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—Nos vemos el domingo a la noche, mi reina—se despidió Ignacio, tomando a la colorada por las mejillas quien lo miraba algo triste;—Perdón, prometo que te lo voy a compensar, lo juro—murmuro, dejando varios cortos besos sobre los labios de su novia—la vas a romper porque vos sos Cazzu, la jefa del madafacking trap—sonrió divertido y la jujeña soltó una risita.—bueno, me tengo que ir, te voy a estar hablando, cuidate, te amo mucho mucho—le robo un último beso para separarse y agarrar su valija y mochila.

—chau mi amor, ti amis—sonrió, y saludo con su mano, mirando como el tatuado se iba.

Se quedo algunos minutos parada, mirando a la nada con su mente en blanco.
Sacudió su cabeza al sentir su teléfono vibrar, lo prendio; 21:04 de la noche. Frunció su ceño; hace cuatro minutos tenía que haber estado en el restaurante.
Colgó su cartera en su hombro y salio a paso apurado hacia su vehículo. Subió allí y arrancó hacia el local.

[...]

Ivo comenzó a prepararse desde las 19 de la tarde.
La ansiedad de saber que estaba por tener una cita con Julieta otra vez lo emocionaban al cien por cien.
Claramente los dos sabían que eso una cita no era, pero él se convencía de que si lo era.

Nervios empezaron a apoderarse de su cuerpo al ver que ya eran las nueve y cinco, y Julieta no llegaba.
Se autoconvencia de que quizás había mucho tráfico. Se hicieron nueve y trece, y ni rastros de Julieta.
Suspiro, rindiendose; Ju lo dejo plantado.

Se levantó con intenciones de irse y mágicamente una sonrisa apareció en su rostro cuando la jujeña se paro frente  él, quedando a solo centímetros de sus labios.

—¿A donde te ibas?—Sonrió Julieta mirando sus labios con disimulo.

—Me estaba volviendo triste a mi casa porque pensé que me dejaste plantado—Se encogió de hombros, mirando los labios de la jujeña y aunque quería hacerlo, solo dejo un beso en la mejilla de la misma en forma de saludo.

Julieta soltó una leve risa y se sentó en su lugar correspondiente;—perdón, es que fui a llevar a Nacho a que tome el buquebus y se me pasó la hora—explicó, acomodando su flequillo despeinado.

Ivo se quedo como gran bobo mirandola, observandola de extremo a extremo. Julieta se sintió algo incomoda y carraspeo su garganta para hablar; 

—¿Ya pediste para comer?—preguntó, sacando un tema.

Ivo sacudió su cabeza, y negó—Todavía no. No se que pedir, ni nada de este restaurante, te estaba esperando para que pidas por los dos.

Julieta sonrió. Que la dejen pedir la comida a ella era un gesto hermoso, aun así sea una boludez. Ella asintió y llamo al mozo, pidió los platos que le iba a hacer probar al rubio, acompañado de la champaña más cara.

Ivo frunció su ceño escuchando a la jujeña hablar francés, ordenando los platillos en ese idioma, le parecía extraño y le daban miedo.—¿Estás segura que...—hizo unos raros gestos con sus manos;—qué eso no me va a envenenar?, Acordate que soy alérgico a las nueces.

Algo Aparte - Kheazzu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora