Un Hoseok

2.4K 282 31
                                    

Taehyung tenía sus brazos cruzados frente a su pecho y su mirada pesada e intimidante puesta firmemente en Hoseok, quien estaba sentado en el sillón con Jungkook a su lado.

—Uno, dos, tres, cuatro...

—¿Qué está haciendo?

—Cuenta hasta cien cuando tiene sobrecarga de estrés. —contestó el menor con una sonrisa, porque siempre le daba gracia mirar la expresión de Taehyung cuando se frustraba o se enojaba, además de darle miedo. 

—Jung Hoseok, ¿qué estás haciendo aquí? —el peliazul interrumpió su conteo, que quedó en quince, y cerró la puerta del departamento de un azote.

El nombrado se puso de pie y sonrió avergonzado, porque de nuevo estaba sintiéndose incómodo.

—Tae, Hoseok es mi amigo. —el híbrido se puso de pie también, con sus orejas bien erguidas.

—Tú no hables, tienes la boca llena de chocolate, ¿creíste que no me daría cuenta? Pequeño embustero…

Jungkook cubrió su boca bajando con poco sus orejas; a Hoseok le pareció gracioso. Pero entonces frunció su ceño y se cruzó de brazos, básicamente el que debería estar indignado y sometido al estrés era él y no Taehyung, porque le ocultó que se había besado con alguien más. Así que caminó hasta quedar frente al de cabellos azules y lo miró mal.

—Tú eres el único pequeño embustero aquí. —dijo firme, no quería gritarle ni nada por el estilo porque el que estuviese enojado no significaba que ya no lo quisiera.

Taehyung lo miró confundido. 

—No me digas pequeño, gato malo. —contestó.

Jungkook ignoró sus palabras pero no cómo lo había apuntado con su dedo como si fuese un niño mal portado.

—No me apuntes con tu dedo de Slender Man. —empujó la mano del mayor lejos de sí mismo con un manotazo. 

Hoseok se limitó a rodar los ojos y evitar reír por la expresión de indignación que Taehyung dibujó en su rostro; era la pelea premarital más tonta que haya visto entre un gato con sonrisa de conejo y un flacucho de cabellos teñidos de azul.

—¡Estoy molesto contigo, Kim Taehyung! —añadió finalmente el menor en un grito. Regresó al sillón y tomó a Hoseok de la muñeca para levantarlo y llevarlo frente al mencionado. 

Taehyung los miró confundido, Jungkook estaba actuando muy extraño, y el hecho de que estuviera Hoseok acompañándolo corroboraba aún más todo. Además, no sabía cuál era la razón de que Hoseok estuviese en su departamento y quería saberla, no le gustaba que su chico le tomara de la mano a otro. ¿Ahora intentaría robarle a Jungkook? Sabía que debió convencer a Namjoon de sacrificarlo. 

—Hoseok vino a pedir disculpas por haberte besado... —el híbrido suavizó un poco su expresión porque podía sentir que el chico a su lado estaba un poco incómodo a causa de todo el drama estúpido que estaban haciendo— Pero tú ni siquiera me lo contaste.

Taehyung se dio cuenta del desánimo que sus palabras denotaron de un momento a otro; definitivamente no le gustaba ese tono de decepción salir con la voz de Jungkook. Era cuando se daba cuenta de su error totalmente a pesar de que lo hubiese tenido en frente todo ese tiempo. ¿Entonces de eso se trataba? Era que su novio sabía de lo que pasó y él simplemente decidió y pretendió ignorarlo.

—Ah, Kookie…

No tenía ninguna excusa, no tenía ninguna explicación.

Debería tener un pastel de chocolate.

—Yo pensé que ya no me querías y que por eso me lo ocultaste —se apresuró a interrumpirlo, explicando un poco de toda la tormenta de pensamientos tristes que había imaginado—. Eres muy malo, Taehyung. —se quejó ahora golpeándolo repetidas veces en su brazo.

—¡No me pegues, Jungkook! —se apartó un poco con el ceño fruncido. Pero comprendía que el del error fue únicamente él; no tenía nada qué recriminar— Lo siento. —se limitó a murmurar, puesto que no quería decir de más con Hoseok con ellos; claramente no se pondría romántico con él ahí. 

—¿Y no traes un pastel también?

Y Jungkook sonrió un poco al ver que Taehyung negó, porque sabía que se enojaría un poco debido a ese pequeño detalle.

—No debes comer eso, te vas a estreñir —fue ahora el peliazul quién lo miró con desaprobación, y seguido a Hoseok, quien había permanecido a lado del menor en todo el momento—. Además, Namjoon me va a fosilizar si se entera. 

—No estás lejos de ser un fósil, duermes como si estuvieras extinto —contestó, para seguidamente darle una amplia sonrisa—. Estás disculpado, Tae, solo porque estoy feliz ya que Hoseok dijo que me podía llevar al parque.

—Tú no tienes permiso de ir a ningún lado, gato insolente. —rápidamente tomó a su novio de la mano que sujetaba la de Hoseok, apartándolo del chico y dejándolo al lado suyo. Ignorando que su dulce híbrido lo llamó fósil.

—Taehyung... —Hoseok llamó.

—¡Tú no digas nada! —interrumpió bruscamente— Ya le has dado chocolate, es suficiente.

Jungkook suspiró, porque a veces creía que él era el infantil, y otras veces se daba cuenta de que no era el único.

—Tae, hace mucho que no voy al parque, a ti no te gusta llevarme...

—Eres un gato, no necesitas que te saque a pasear, ¿no?

—Pero quiero ir... —formó un puchero, olvidándose de que su boca seguía manchada de chocolate.

—Yo puedo llevarte, no necesitas un Hoseok. —habló cruzándose de brazos, mirando al nombrado frente a él.

Hoseok también se cruzó de brazos, esperando que alguno de los dos lo golpeara o algo así; ya podía esperar cualquier cosa.

—Yo quiero que él me lleve.

Taehyung volteó a ver a Jungkook, dejando caer sus brazos a los lados; primero lo prefería por encima del chocolate, y ahora por encima de Hoseok. 

—¿Ah sí? —regresó su mirada al chico y luego a su novio, y así de nuevo, agotado de argumentos— Debí usar tu sangre en un ritual. —siseó entre dientes, caminando rápidamente hacia su habitación.

—¡Tae! —el híbrido iba a seguirlo, pero decidió esperarlo cuando escuchó cómo movía cosas dentro del cuarto— ¿Qué haces?

—Busco tu gorrito y tus guantes, iremos al parque todos juntos.

—¿De verdad?

Jungkook sonrió feliz cuando Taehyung regresó hacia ellos por el pasillo con lo mencionado en manos. Le puso el gorro y le dio los guantes, y además le colocó la capucha de la sudadera que tenía ya puesta.

—Sí, llevaremos a pasear a Hoseok.

Taehyung por lo menos había encontrado una razón para no arrepentirse de que Hoseok no hubiese sido sacrificado, y es que Jungkook se miraba muy feliz con su compañía, y eso está bien para él a pesar de todo.












GATO MALO. ➸taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora