Ellos no son los mejores amigos.
Hay cierta tensión entre ambos.
Era más probable que se ataran si estaban solos en una habitación,
Pero cuando Imperio Ruso y Estados Unidos pasan una noche juntos, toda su fachada de enemigos se cae.
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CON LOS DEDOS
― ¿Dónde demonios está Rusia?―USA le cuestionó a Imperio Ruso tras verlo cruzar tranquilamente la sala con una caja de cereal en un brazo y una bolsa de dulces en la otra.
Imperio Ruso sólo estaba vestido de la parte inferior, dejando al descubierto su perfecto pecho y abdomen. USA tuvo la tentación de pasar los dedos por sus cincelados abdominales.
Se suponía que estaba de visita en casa de Rusia para arreglar unos contratos y acuerdos entre ambos, pero por alguna razón, el ruso mayor también se encontraba ahí.
―Se debió ir a buscar unos documentos. ―Abrió la caja de cereal y luego la dejó en el mostrador para extender el envase con dulces al menor―. ¿Quieres?
―¿Tú no tenías tu propia casa?―cuestionó mientras agarraba un caramelo.
―No, ―dudó― sí.
USA encaró una ceja.
―Esa es la casa que uso cuando llevo a alguien para dormir conmigo o cuando me fastidio de estar con URSS y Rusia. ―Admitió―. Pero por lo general me quedo aquí.
El rubio asintió. Imperio lo había llevado a esa casa la noche que estuvieron juntos.
Incluso habiendo pasado ya varios meses desde eso, quedaban fragmentos de recuerdos que no lograba encontrar y mucho menos conectar con los demás.
La repentina necesidad de preguntarle si hubo alguien más en su cama desde él cruzó su mente. Se cacheteó mentalmente por tal morbosa pregunta.
Su cuerpo guardó vestigios de aquella madrugada durante semanas, no podía evitar sentirse inquieto y querer saber si así de rudo era siempre.
―¿Quieres más?―volvió a extender la bolsa.
―Estoy bien―enrolló su dedos en su ropa ante la tentación de agarrar más.
―¿Seguro?―sonrió altanero―. Yo creo que quieres más.
Al ver que no respondería, Imperio Ruso se acercó a él tras dejar las golosinas de lado y se acostó delante suyo.
―Cuéntame, América―apoyó la cabeza en una mano y siguió sonriendo―¿has estado con alguien más desde esa noche?
―¡No te interesa!
―Eso es un no, ¿verdad?―se puso boca arriba y soltó un suspiro― lamento haber sido tan rudo. No soy así normalmente.
USA lo barrió con la mirada. Rodó los ojos.
―No importa―lo vio―no es como si pudieras devolverme todo ese tiempo que pasé adolorido.
Imperio Ruso sonrió y se apresuró a ponerse entre sus rodillas. Tanteó con dos de sus dedos, haciéndolos subir poco a poco a lo largo de su pierna. USA le dio una mirada extrañada.
