Capítulo 5

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Cada día que pasaba su relación con Severus se hacía cada vez más fuerte, viéndolo más como una figura paterna que como su viejo maestro de pociones. Harry había retomado sus clases pero no con los demás, su cuerpo aún no estaba del todo listo como para poder trasladarse de una clase a otra, quizá si estas no estuvieran tan lejos las unas de las otras pero no era así.

Harry había podido notar que su maestro no era tan estricto en las otras asignaturas como lo era en pociones, incluso se podría aventurar a decir que le apasionaba enseñarle Defensa Contra las Artes Oscuras y no hablaba de la parte práctica, si no de la teoría que había en ella. El tenía un don natural para esa clase lo que le había ayudado a tener un Supera las Expectativas en los años anteriores y eso quizá se debía a que no habían tenido buenos maestros que la impartieran, ninguno de ellos le había dado una teoría más sólida como la que estaba resiviendo con el señor Severus.

Era algo increíble saber el porqué se utilizaban ciertas maldiciones en algunas criaturas e incluso saber de dónde provenían estas mismas, le era alucinante toda la información que había aprendido sobre ellas que incluso se podría aventurar a decir que podría luchar el solo contra alguna de nivel inferior. Harry era tan buena en esa clase que incluso iba adelantado a sus compañeros, Hermione se iba a volver loca si se llegaba a enterar de esa situación y para ser sinseros le provocaba un poco de ansiedad solo pensar en ella.

Pero no todo era de color de rosas en sus demás asignaturas como era de esperar, el señor Severus le hizo un examen para saber que tan avanzado iba con las otras materia para partir de ahí. Esa noche, fue la primera vez en mucho tiempo que Harry le volvió a tener miedo. El profesor Snape hizo que varios de los libros se cayeran, al igual que varios objetos de metal se rompieran cuándo escucho que el mismo se saboteaba en la mayoría de los cursos, es cierto se molesto de que el mismo se hiciera eso pero todo cambió cuándo le pidió la razón de sus acciones.

EL desde que inició sus estudios fue condicionado por sus tíos para estar apenas arriba de las notas aceptables para que no humillara a su primó, el era un niño con una inteligencia superior a los niños de su edad por su trágico pasado. Había sido tanto el condicionamiento que incluso ahora que estaba lejos de ellos aún lo seguía haciendo a un nivel subconsciente.

Esa noche el profesor Snape le pidió permiso para que pudiera ver esos recuerdos, Harry no estaba muy seguro de darle permiso de ver algo tan privado pero al final terminó por aceptar que lo hiciera. Al principio se sintió un poco extraño tenerlo adentro de su cabeza pero al cabo de unos minutos se acostumbro, para su sorpresa su maestro estaba en su jardín secreto. Le había explicado que ese lugar era un arte casi olvidado por los magos, ese lugar servía para mantener todos sus pensamientos, recuerdos, conexiones y muchas cosas más seguras de los intrusos. Resivio una felicitación por su arduo trabajo e incluso le prometió que le enseñaría a poder mejorar sus protecciones cuando estuviera completamente sano.

Todo iba bien ahí, pero todo se fue tornando turvio cuando llegaron a donde el guardaba esos recuerdos oscuros. Ahí el jardín se volvia más salvaje y pero a la misma vez ausenté de vida, Harry nunca se había dado cuenta de ese horrible lugar todas las veces en las que habia estado ahí e incluso estaba seguro de que ese lugar nunca había estado las veces anteriores. Su profesor le explicó que el podía hacer algunas partes visibles o incluso ocultarlas según sintiera la necesidad y que esa parte había aparecido porqué estaban buscando esos recuerdos.

Todo se fue por un tubo cuando accidentalmente ingresaron aún recuerdo donde el tenía seis años pero su aspecto físico no lo hacía ver mayor a un niño de cuatro y como si eso no fuera lo suficientemente impactante el estaba parado en una esquina del comedor viendo como la familia Dursey estaban comiendo un rico desayunó mientras que el se mordía el dedo gordo del hambre que sentía. Harry vio como la postura de su profesor se tensaba al igual que su mirada se volvia de nuevo en una que prometía dolor, el casi como reflejo se alejo todo lo que podía del adulto no queriendo ser el receptor de su ira.

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