Capítulo 03:

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Tanjiro deseaba destrozar el mundo en sus manos.

Senjuro estaba en peligro y por alguna razón sentía que todo era su culpa, Senjuro siempre era muy estricto con sus horarios, amaba su rutina y siempre se apegaba a su padre o Kyojuro para sentirse en control y protegido, al ser un Sub buscaba al alfa más fuerte y que mejor que un Dom de tu propia familia para darte la protección que necesitaba, hasta cierto punto ese hecho le había caudado enfermizos celos ¿Por qué no buscaba protección de el?

Tarde se había dado cuenta que Senjuro significaba mucho en su vida, para cuando logro descifrar los extraños sentimientos de posesividad u abandono, era demasiado tarde Senjuro había despegada a otro país, claro, su carrera lo había ameritado, quedarse en Japón solo lo hubiera estancado, pero Tanjiro sabia la verdadera razón por la que Senjuro escapo, fue por el hecho de que eran parejas destinadas y Senjuro se había sacado conclusiones erróneas al verlo tan "enamorado" de su actual novia de ese tiempo, Kanao.

Era verdad que estuvo un poco enamorado por la mujer, pero siempre había sentido un tipo de crush mal sano por el hermano pequeño de su mejor amigo.

Era tan hermoso y cuando lo veía salir con esos leggins y short apretados, irrevocablemente terminaba esa noche masturbándose, con la imagen de ese pequeño culo de burbuja, su mirada completamente fuera de control y por alguna razón ninguna sesión con ningún Sub lo satisfacía, tal vez sus dinámicas se controlaban, pero muy en el fondo había un rencor e insatisfacción que dolía.

Y cuando supo que Senjuro regresaría supo que sus rezos fueron escuchados, el volverlo a ver encendió interruptores que pensó nunca despertarían, su ambición por dominar, mimar y cuidar reanudados, su dinámica dormida encendida.

Su mirada varias veces en los años en la ausencia de su pareja se había descontrolado, filtrándose dolorosamente, teniendo una severa abstinencia dinámica, así que había optado por solo dar coordenadas a Subs que se le cruzaban de vez en cuando en un bar o en la calle.

Su naturaleza era querer la total sumisión de Senjuro y no le exigiría nada, era mejor que eso, Tanjiro quería que Senjuro lo dejara entrar en su cama y su corazón por voluntad propia, que sea porque él lo allá decidido así.

Así que había decidido darle tiempo, pero al parecer todo lo había hecho mal, porque Senjuro comenzó a satisfacer su dinámica mientras dormía, evitaba a toda costa toparse con su persona y lo más doloroso era ver la mirada triste en sus ojos cuando lo observaba y pensaba que no se daba cuenta.

Siempre lo quiso y lo quería siempre.

Su estúpida dinámica solo pensaba en arrinconarlo, destrozarlo, hacerlo llorar, pedir más, quería que Senjuro...

Una sonrisa sádica se formó en sus labios, sus instintos dinámicos clamaban por ver a Senjuro a sus pies, su sumisión a flor de piel.

¿Qué acababa de pensar? era el deseo de su Dom por dominar, ese no era el momento, ni el lugar para dar rienda suelta a su estúpida dinámica.

Respiro hondamente y apretó el pequeño delgado collar que había escogido especialmente para Senjuro, con su nombre grabado en él, Kamado Senjuro, en su bolcillo.

Tanjiro siempre quiso que fuera suyo y ese collar era la prueba de su devoción.

Kanao estaba dañada, una Dom poco equilibrada, lo buscaba cuando todo se salía de control, era su ancla, por eso los encontró aquella noche que desato todo este alboroto.

— Senjuro no contesta el teléfono — un fuerte estruendo se escuchó al momento en que Kyojuro estampo el aparato contra la pared.

— Está en peligro, tú lo escuchaste — sus manos temblorosas peinaron su cabello largo rubio.

Inefable⌠TanjiSen⌡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora