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- Se lo merecía, ¿no?- dijo JJ tratando de evadir la sensación incómoda que teníamos todos desde que Ward murió. 

- ¿Estás de coña?- preguntó Kiara.- Claro que se lo merecía. 

- ¿A caso alguien merece la muerte?- pregunté mientras tomaba el sol tumbado al lado de John B.

- Los asesinos lo hacen.- me respondió Kiara. Rodé los ojos sin estar de acuerdo con mi amiga. 

- No había visto a nadie volar por los aires.- añadió Pope. 

- Pues táchalo de tu lista.- contestó JJ burlón llevándose una reprendida por parte de Kiara. 

-  Por Dios, estáis hablando del padre de Sarah.- me incorporé sobre las manos.- Podíais al menos mostrar un poco de tacto, para nosotros no es más que un despreciable asesino pero para ella, nuestra amiga y novia de JB, es su puto padre. Creo que no burlarnos de su muerte es lo mínimo que podíamos hacer.- me gire para poder mirar directamente a John B.- Y tú deberías hablar con ella, cuando el barco saltó por los aires la vi derrumbarse y no fuiste capaz de apartar la mirada de satisfacción para ir con ella, si yo fuese ella ahora mismo no querría volver a verte en la vida. 

- ¡Eros, no te pases!- me regañó Kiara sentándose al lado de John B. 

- No me estoy pasando, Ki.- me defendí.- Tú más que nadie sabes lo que es perder a un padre. 

- Si, tengo que hablar con ella.- murmuró John B, puse los ojos en blanco sin creer lo que el pecoso estaba diciendo. 

- JJ,- llamé la atención del rubio- ¿puedes llevarme a casa?

- ¿No te quedas está noche?- negué con la cabeza volviéndome a poner los zapatos.- Tengo que hacer de niñero. 

Me despedí del resto y fuimos juntos hasta su moto, esperé a que él se montase y luego me subí detrás suya aferrándome a su cintura, apoyé el rostro sobre su espalda y cerré los ojos para evitar que el polvo que se levantaba me entrase en los ojos. 

Cuando sentí la motocicleta parar le solté la cintura y baje sin esperar que él lo hiciese. 

- Nos vemos mañana.- me agarró la mano y tiró de ella acercándome a él para dejar un beso en mi mejilla.- Y no seas tan duró con John B, parece que no, pero se siente mal por Sarah. 

- Necesitaba que alguien le dijese la verdad, fue un insensible.- me expliqué.- Espero que se haya dado cuenta y reaccione a tiempo. 

- Ya conoces a JB, arreglará las cosas y Sarah volverá, supongo que solo necesitan tiempo. 

- Lo supongo.- suspiré. Pasé las manos por su nuca y lo acerqué a mi juntando nuestros labios.- Adiós, JJ. 

- Adios, Eros. 

(...)

Estaba sentado en uno de los sofás del porche del Chateau, con la cabeza de JJ sobre mi regazo dejándome peinar su pelo, mientras escuchaba a Pope leer el diario de Denmark Tanny, que según nos habían contado a Ki y a mi, se lo había dado el profesor de historia a la salida de su examen de geometría, asignatura que ni Kiara ni yo cursábamos. 

- "15 de agosto. Zarpamos desde Puerto Príncipe con el mar en calma, hemos encontrado el barco español San José incendiado, las llamas devoraban la cubierta, y oíamos los gritos de los hombres atrapados, al capitán español solo le importaba una cosa,  su valiosa carga: la cruz de Santo Domingo e innumerables lingotes de oro. Tras subir la cruz al Merchant les ayudamos, pero el capitán Limbrey nos ordenó armarnos con bayonetas, y no dejar que los españoles subieran a bordo. Les robó y les dejó morir".- leyó Pope dejándome con una sensación extraña en el estómago. 

- Así que, no se hundió frente a las Bermudas.- afirmó JJ. 

- Y de nuevo fue un jodido Limbrey el que la robo.- dije entre dientes. 

- El diario confirma que tanto el oro como la cruz iban a bordo del Royal Merchant.- dijo Pope mirándonos a todos. 

- ¿Y por qué no estaba en el pozo?- preguntó JJ jugando con un mechero.- O sea, si Denmark pudo llevar ese pedazo de cruz desde el Merchant hasta la orilla, ¿por qué no la escondió con el oro?

- Porque era muy grande.- John B respondió.- Tuvo que esconderla en otra parte. 

- Pero, ¿dónde?- preguntó Kiara. 

- Justo antes de que lo ahorcaran Denmark dijo que había enterrado el tesoro a los pies del ángel.- nos dijo Pope. 

- Creía que la clave estaba en la llave.- dijo JJ confuso. 

- Eso, ¿entonces qué conexión hay?- preguntó Ki. 

- En muchas ocasiones las reliquias de la Iglesia tienen cajones secretos donde guardar objetos milagrosos o algo así.- respondí recordando las veces que había visitado alguna catedral o algún lugar religioso importante. 

- Que inteligente eres.- me sonrió JJ y dejó un beso corto sobre mis labios. 

- "El camino comienza en la sala de la isla"- Pope recitó lo que había leído. 

- Pero, ¿cúal es la sala de la isla?- preguntó Kiara cansada de no entender nada. 

- ¿Sabéis que me ayuda en estos casos?- JJ se levantó desenredando mis dedos de su pelo.- Fumar cerveza y beber maría.- todos lo miramos extrañados pero ninguno objetó nada.- Las ideas me vienen a montones. Si nos quedamos aquí intentando averiguarlo, no llegaremos a ninguna parte. Pero, si nos ponemos creativos y vamos a la hoguera de esta noche, puede que lleguemos a algún sitio, quien sabe. 

- Bueno, mis padres me han desheredado.- dijo Kiara.- Y ya soy un miembro oficial del club "no tengo nada que perder".

- Supongo que mi padre no me pondrá ningún inconveniente.- levante los hombros sutilmente, y todos miramos a Pope esperando su respuesta. 

- Estamos tan cerca...- dijo rehusándose a dejar de pensar. 

- A ver,- JJ se sentó frente a él.- Piensa en todo en lo que podrías pensar si le dieras un buen descanso a tu cerebro.- me miró no muy seguro. 

- Venga, vale.- todos celebramos la respuesta del moreno. 

- Hay que pillar birras antes.- JJ me tomó de la mano evitando que fuese con el resto. 

- ¿Qué pasa?- pregunté confuso. 

- Nadie más de Outer Banks sabe que estoy contigo ni que me atraen los tíos.- se rascó la nuca nervioso. 

- Y supongo que quieres que no me acerque a ti de ningún modo que pueda parecer que hay algo más que una simple amistad entre nosotros. 

- Se que no te gusta la idea.- se acercó a mi rodeándome la cintura con sus brazos.- A mi también me encantaría gritarlo a los cuatro vientos. 

- Pero no lo vas a hacer, ni siquiera vas a susurrarlo.- suspiré apoyando la frente sobre su hombro.- Está bien, me mantendré alejado. 

- No es eso lo que estoy pidiendo.- susurró en mi oído.- Es solo que aún no quiero que nadie lo sepa y la gente empiece a hablar...

- ¿Te avergüenzas a caso?- pregunté separándome completamente de él.- Por supuesto que te avergüenzas. 

- Joder, Eros.- se frotó el puente de la nariz frustrado.- No es eso, sabes de sobra que te quiero, pero... 

- No, está bien, lo entiendo.- le sonreí falsamente. 

 

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I N E F A B L E (JJ Maybank)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora