En tu mirada (Hawks x Dabi x TN) FINALIZADA

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Perspectiva de Dabi

Luego de un buen rato volando llegamos a casa. A una destrozada y revuelta casa. Hawks se quedó parado en la barandilla del balcón y T/n que venía detrás nuestro, se adelantó para entrar por la ventana de la habitación, fue hasta la sala y nos abrió la puerta para que pudiésemos entrar.  

-Siéntalo en el sillón, iré a buscar el botiquín para curarlo. - dijo mientras caminaba de un lado para otro. 

El alado me dejó donde ella dijo y se sentó a mi lado. Nunca se había sentado tan pegado a mi y eso me alegraba, sentí que la brecha entre ambos se iba a acortando. 

-Ya estoy aquí. - me enseñó un botiquín. 

Lo abrió y de él sacó algunas cosas para curar mi herida y vendarlo. Se agachó frente a mi sin mostrar ningún tipo de emoción en su rostro. Mi primer impulso fue estirar el brazo para acariciarle la cara. 

-Quédate quieto o te harás daño. - dijo en tono de orden. 

Después de eso no dije nada más, solo miraba a Hawks y él a mi, ambos intentando averiguar qué hacer por ella. T/n, me curaba con todo el cuidado posible pero cada vez que sus dedos cambiaban de posición o movía mi pie, sentí una oleada de dolor horrible. 

-Esto no va a ser suficiente...-me lo vendó y se levantó. - Vas a necesitar un yeso para que te puedas recuperar bien. 

H: Pero no podemos llevarlo a un hospital. 

-A uno normal no - se sentó en el suelo delante nuestro. Suspiró. - Necesito que os quedéis aquí, yo iré a ver a alguien que puede que nos ayude. 

D: No te vamos a dejar sola en tu estado. 

-Sí, lo haréis. - se levantó. 

Iba a salir por la puerta del balcón cuando Hawks le lanzó varias plumas que la tiraron al suelo y le impedían levantarse. 

H: ¡No vas a salir! - se puso encima suyo - Deja de hacerlo todo sola, deja de tirarnos a un lado cuando las cosas se ponen peligrosas, deja de sobre exigirte...

-Keigo...

H: No, estoy cansado de solo verte sufrir, de sentarme y ver cómo estás, estoy cansado de ser un espectador de tu vida. - lo escuché llorar - Por favor, t/n, por favor...te lo suplico. 

D: Hawks...

H: Déjanos quererte, déjanos cuidarte, déjanos mimarte...¡Déjanos ser parte de tu vida! - Jamás había escuchado a Hawks tan desesperado. 

Perspectiva de T/n. 

Me sentía miserable, me sentía la peor mierda del universo. ¿Por qué lo había hecho sentir de esa forma? ¿Por que no le había atendido más? ¿Por qué no había escuchado más sus sentimientos? 

-Keigo...suéltame. 

H: No quiero, si te suelto te vas a ir - decía llorando a mi espalda. 

-Ay, tontito... -me metí en las sombras para escapar de su agarre y volví a salir frente a él. - Si me hubiese querido ir, lo habría hecho en cualquier momento - lo abracé. Perdóname. 

H: ¿Qué? - me miró con los ojos llenos de lágrimas. 

-Perdóname por no haberme dado cuenta de cómo te sentías, de la ansiedad que mi actitud te estaba creando. Perdóname por desplazarte porque lo quiero hacer todo hacer yo sola. 

H: T/N...-me abrazó de vuelta - Ya no hagas eso más, por favor. 

-Vale, te lo prometo - me levanté primero y lo ayude a levantarse. 

Miré a Touya, que nos miraba atentamente. Me acerqué a él y me senté en su regazo pasando mis manos al rededor de su cuello. 

-Touya, también perdóname. 

D:Coincido con el pollo, tienes que confiar más en nosotros y dejar de intentar solucionarlo todo tú sola, ¿de acuerdo? - rodeo mi cintura con sus brazos. 

-De acuerdo... Por cierto, llevo un rato sintiendo algo extraño que se frota con mi trasero, por algún casual no será...

D: Bingo - sonrió y yo me intenté levantar pero me sujetó más fuerte. - Ahora no me vayas a dejar así.

-Mira, ahora estoy - me deslicé en una sombra y salí en la puerta- y ahora no. 

Los tres nos echamos a reír durante un rato. Me di la vuelta y miré la luna a través del cristal. En mi mente pasaron mil y una preguntas que quería hacer, no a ellos sino a mi. ¿Hice lo correcto? ¿Fue mi culpa? ¿Podré proteger todo lo que quiero? ¿Podré seguir haciéndolos sonreír? ¿Podremos seguir siendo...los tres? 

D: T/n... - me giré- Adelante, vuela alto. Ve a donde tengas que ir y vuelve, aquí, con nosotros. - me sonrió. 

-Gracias - puse mi mano en su cara y él se apoyó. 

D: Sabes que nunca he sido una persona que se interese por otras, pero, también sabes que no puedo ignorar esa mirada que tienes justo ahora. 

-Siempre me miras a los ojos - le sonreí. 

D: Porque tu mirada me dice mucho más de lo que tú me dices - puso su mano sobre la mía.- No sé a dónde irás ni el tiempo que pueda tomarte, pero si tienes que estar un minuto, una hora, un día, una semana o, incluso, un mes para ordenar todo lo que tienes ahí dentro...adelante. 

H: Estaremos esperando a que vuelvas. - se escondió detrás de sus alas. - Vuelve, pronto, baby bird. 

Sé que ambos quieren que esté bien, sé que están haciendo esto por mi, sé que ahora mismo lo único que quieres hacer es encerrarme y no dejarme salir...sé que quieren llorar y pedirme que me quede. 

-Keigo, ven aquí - se acercó y los abracé- Volveré pronto, lo prometo. 

H: Es una promesa, tienes que volver. 

D: Es una promesa - sonrió, esa sonrisa que ponía cuando éramos niños. 

-Tenéis que ser buenos el uno con el  otro, ¿de acuerdo? - les sonreí. 

D: Yo cuido al pollito, no te preocupes. 

H: ¿Tú a mi? Pero si estás cojo...

D: Yo soy mayor. 

H: Y yo más responsable. 

Tomé a ambos de las manos y los miré a los ojos, sabiendo que habían entendido todo lo que quería decirles: Los amo. Le di un beso a cada uno, me giré y me fui volando en mitad de la noche.