La Cabaña 2

Cap7- La Lista

Día Actual

Tae

– Corre, corre, vienen por nosotros–dice una voz lejana.

No estoy entendiendo nada. Todo es confuso.

El lugar es oscuro, como si fuese una habitación grande y sin salida. Trato de mantener la calma y poder analizar dónde puedo encontrar a esa voz.

– ¿¡A dónde!?– pregunté aterrado, viendo que en la habitación solamente estoy yo.

Observo bien y de pronto aparece una chica encapuchada– ¿Qué pasa Tae, no me conoces?–su voz es... es espeluznante, su forma en como lo dice es cínica y hace eco en el lugar, atormentando mi cabeza. 

Me acerco tembloroso, hasta que ella se quita la capucha y puedo ver bien su rostro.

– ¡ELENA!– grité.

Me levanté... Me levanté...

Todo fue un sueño, nadie me estaba siguiendo, abro mis ojos y aún estoy en la habitación, no recuerdo con exactitud quien soy, pero recuerdo todo de ella, sus ojos, su sonrisa y su piel suave, me da miedo que ella sea...

Observo que la puerta se abre desviando mis pensamientos, y entran dos chicos, uno es rubio y el otro moreno.

– Ya despertó, es hora de decirle–mencionó el moreno.

¿Decirle? ¿A quién?

Ellos se acercan.

– ¿Dónde está Elena?– dije rápidamente, mi voz se quebró al mencionar su nombre.

Observo sus rostros y están confundido, me observan como si estuviera loco, no entiendo lo que está pasando, ella estaba aquí, yo la ví, iba a decir algo, pero ellos se adelantaron–¿Quién es Elena?– los dos lo dijeron al mismo tiempo, mi corazón se aceleró y aquí es donde viene el temor y la inseguridad.

-4 Días antes del suceso y -15 horas restante para el siguiente día.

Elena García

– Pensé que nunca ibas a abrir– su voz suena tranquilamente, mientras que yo estoy asimilando.

Su porte de seriedad y de misterioso no cambia–Tenji, ¿Por qué dices que tienes pistas del desconocido?

Él sonríe.

– Te explico en el camino, traje el auto, ¿nos vamos?

Mi mente está procesando su tranquilidad, aún estoy intacta en el mismo sitio, él se da cuenta y me toma de la mano, por primera vez veo sus ojos.

Nuestra mirada se cruzaron...  ¡¡Y aún no se han despegado!!

Él transmite ese misterio como su hermano Tae. Sus manos están cálidas, y veo que su corazón está latiendo apresuradamente. Trato de dar un paso pero estoy hipnotizada, no por él, sino que quiero explicación porqué llegó a mi casa diciendo que tiene una pista. Solo estoy indagando en sus ojos. La inquietud no me deja tranquila, y decido hablar– ¿Qué pista tienes?–dije sin moverme, para mí es extraño confiar y ahora que el desconocido está cerca de mí, no puedo bajar la guardia.

– Elena tranquila, te resumiré, él también juega conmigo, no se el porqué, pero siempre que estoy cerca para atraparlo pasa algo, por ejemplo, pensaba que era Carl o mi papá, hasta dudé de tu amiga– bajó la mirada y siguió hablando– lo siento, y siempre alguien me desvía, pero él está jugando con tu mente, con la mía y hay que unirnos.

Aún no responde mi pregunta, se lo repetiré–¿Qué pista te dió?

– Él me escribió en una carta, diciendo que Elena está de regreso en el juego...– hizo una pausa– desde el momento que llegó Tae.