Shooting Star- Hyunlix.

Con amor desde Krabi.

-Los hechos de la siguiente historia son en su mayoría "muy convenientes para la trama" es decir que es tremendamente cliché. Pero esa es la gracia de los fanfics basados en aventuras aún más fantásticas.

-Espero que esta historia sea de su agrado, si existe algún error ortográfico o gramatical me disculpo de antemano.

-Esta historia está inspirada ¿O quizás adaptada? por la película Stardust la cual recomiendo profundamente.

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Al mirar el cielo cada noche podemos encontrarnos con el espectáculo astral más hermoso de todos, "Las estrellas", ellas siempre se han encontrado allí y aun cuando la noche es cubierta por nubes ellas siempre continúan observando en nuestra dirección, vigilando cada paso que damos, cada equivocación que podamos cometer o cada logro que pueda hacernos feliz.

Hace unos años atrás un niño envió una pregunta a un científico. Aquel de tanto pensar en una buena respuesta realmente no supo dar coherentemente con una que fuera satisfactoria para lo que aquel niño estaba consultando, aquella pregunta formulada fue la siguiente:

"¿Somos humanos por que miramos las estrellas?, o ¿Miramos las estrellas porque somos humanos? "

El cuestionamiento tal vez jamás seria resuelto, así como el millón de cosas que aún no tenían explicación. Las estrellas siempre estuvieron, están y estarán al pendiente de cómo viven los humanos, ya que para ellas seguimos siendo un instrumento de admiración dado a nuestro inexplicable comportamiento.

Así fue como un pequeño pelinegro creció escuchando esa historia de boca de su madre, cada noche antes de dormir miraba las estrellas con la esperanza de conocer alguna en la vida real.

Habían tantas cosas que su mente curiosa deseaba preguntar y ansioso de que alguien las respondieran. Una de ella era ¿Tendrían vergüenza ajena aquellas estrellas con las cuales conversaba cada noche al notar su imprudente y a veces humillante comportamiento?

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-¡Hyunjin!, llegaras tarde a clases si sigues sentado en la cama, ¿En qué estás pensando?- la voz de su madre lo saco de sus enamoradizos pensamientos- Hyunjin, te estoy hablando.- resoplo algo vencida por la nube que parecía envolver a su retoño- Hijo apúrate.

-Ya soy un hombre adulto, mujer, déjame dormir – escondió la cabeza bajo la almohada cuando sintió una pequeña patada en el trasero.

-Insolente.- dijo su madre amenazando con lanzarle el desodorante a la cara si no se movía de allí – Podrás ser muy un "señor universitario" pero sigues viviendo aquí y sigo teniendo que despertarte.

-Bueeeeeeno mamá, ya voy. – Arrastro su perezoso cuerpo fuera de la cama para ir asearse y luego terminar de ordenar las cosas que creía necesarias para su día, es decir, unas cuantas hojas de cuaderno y un lápiz sin tapa – ¡Ya me voy mamá!- grito desde la entrada casi cerrando la puerta mientras su madre contestaba desde la cocina, cuando cerró la puerta se cercioro de la hora en su teléfono y noto que realmente iba tarde.