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Seokjin totalmente alterado al comprender la veracidad del mensaje, soltó su celular como si quemara sus manos

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Seokjin totalmente alterado al comprender la veracidad del mensaje, soltó su celular como si quemara sus manos. Se levanto totalmente inquieto sintiendo que las imágenes se hacían mas vividas y reales ante una nueva posibilidad de suceder.

Todo empezó con un gesto amable. Podía estar molesto y decepcionado, pero no dejaría de ser quien era. Y llevaría a casa a Taehyung a pesar de la molestia. Cuando llegaron a casa de Taehyung, este no pudo evitar suspirar mirando algo impresionado de que Seokjin le hubiera traído a pesar de su evidente molestia. Aquello le conmovió un poco y le excito en mayor medida, por lo que se atrevió a invitarlo a entrar y comer algo que había preparado con anterioridad. Seokjin le miro incrédulo, pero se encontró con un gesto amable y que parecía sincero. Su mente le decía que aquello era peligroso. Su lógica le gritaba que debía rechazar aquella oferta, pero su cuerpo se movilizo hacia un asentimiento y pronto apago el motor de su auto.

Pronto, Seokjin pudo darse cuenta que estar en casa de Taehyung era un gran error. Sus palmas sudaban y su pulso se había disparado casi como una locomotora. Todo pasaba en cámara lenta y a la vez rápidamente. No supo en que momento tuvo un postre en sus manos y a un Taehyung insistiendo en que lo comiera.

— Vamos Hyung, sé que te gustara. Me esforcé mucho en el glaseado.

Seokjin probo el primer bocado y su mano no pudo evitar mostrar lo nervioso que estaba.

— ¿estas nervioso? — pregunto con una sonrisa Taehyung al ver la mano de Seokjin temblar.

— ¿Qué? — quiso hacerse el desentendido.

— No tienes porque estar nervioso hyung — hablo en un susurro mientras se acercaba a él — yo no muerdo. — dijo quitándole el postre y quedando muy cerca a él bajo la mirada asustadiza de Seokjin.

— Taehyung no... — sus labios fueron silenciados con los dulces labios de Taehyung sobre los suyos.

— Déjame probarte hyung. Estoy seguro que eres dulce. Muy dulce — dijo y lamio su labio inferior pegándose más a su cuerpo. El dulce y embriagador olor de Taehyung golpeo fuertemente los sentidos de Seokjin, haciéndole entrecerrar sus ojos y sentir como sus rodillas casi se doblaban.

Taehyung aprovecho elaturdimiento de Seokjin para apegarse más a él, enredando sus manos en sucuello y siguiendo con la tarea de besarlo con parsimonia. Seokjin no pudoevitar gemir y llevar sus manos a la cintura de Taehyung. Su deseo seincrementaba y no pudo reprimir su impulso de apretarlo contra su cuerpo. YJusto ahí, Seokjin supo que no había marcha atrás. 


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