Nota: Personajes de Masashi Kishimoto, historia mía. One Shots.
Mí secreto
Siempre supe que era especial. Desde el primer momento que lo ví. Él brillaba como el Sol, con calor y felicidad. Te daba fuerzas con una simple sonrisa, sus ojos claros eran el cielo, su cabello rubio como el oro.
Naruto era mí luz en mí vida oscura.
Nuestra vida había sido arrasada por un accidente de avión, tantos niños sin padres. Nosotros sólo éramos dos más, niños solos que se criaron en un orfanato. Nos entendíamos, con sólo una mirada sabíamos cuando estábamos de humor para hacer travesuras o estábamos melancólicos, extrañando el amor de nuestras madres o la seguridad de nuestros padres.
La vida nos hizo amigos, casi hermanos.
Nos contábamos todo, mientras crecíamos. Él me contó por su enamoramiento por Sakura, una niña de la escuela. Lo consolé cuando ella lo rechazó. La destroce cuando ella me confesó que me amaba. Yo ni siquiera podía verla, ella había roto el corazón de mí amigo, de mí hermano.
Crecimos, pasando por la época de la adolescencia. Naruto creció alto y ancho, su cuerpo poderoso dónde el mío era delgado. Él sólo creció para ser una estrella, brillando con su propia luz. Yo era un planeta, que me alimentaba de él, vivía cuando él me alumbraba y daba calor.
Los sentimientos crecieron sin que yo me diera cuenta.
Simplemente estuvieron allí.
Poco a poco comencé a notar el ángulo de su boca, la curva de su labio inferior. La forma en que su lengua se asomaba cada vez que se burlaba de mí. La forma en que sus ojos celestes se afilaban cuando sonreía. Los músculos de sus brazos cada vez que me saludaba con su puño. Su perfume cada vez que se acercaba. Sus dedos grandes y gruesos, su mandíbula afilada, su nuez marcada.
La bondad de su corazón. Sus ánimos de siempre ayudar, su alegría y simpatía.
No pude controlarlo.
No podía controlar a mí corazón, que se agitaba con su sonrisa. Ni a mí cuerpo, que se excitaba con su presencia. Ni a mí mente que siempre lo tenía presente.
Él me consumió. Naruto era una estrella tan grande, con la fuerza gravitatoria más fuerte que yo, que no pude evitar flotar hacia él.
Sabía que no terminaría bien.
Naruto amaba a las mujeres, él se divertía con ellas después de su primer rechazo en el amor. Yo lo sabía, lo veía, lo acompañaba. No me importaba verlo con una mujer diferente todos los fines de semana, porque ninguna significaba nada para él. Mucho menos para mí, simplemente hacia lo que creía que para él era lo correcto. Las mujeres tuvieron mí cuerpo, pero él tenía mí corazón.
Nos compartimos todo, secretos y ropa. Pero nunca pude ser sincero con mis sentimientos, sabía que nunca serían recíprocos. Pero mientras él me mirara con esa sonrisa, yo podía ser feliz.
Había un suéter que amaba usarlo, sólo me lo prestaba a mí. Su hermano. Era ancho, incluso para él, era cómodo y abrigado. Siempre tenía su colonia, a mí me gustaba sacarlo de su armario, olerlo y ponermelo. Era como estar rodeado de Naruto, como si él estuviera siempre conmigo. Un día, él dijo que me lo regalaría, que me quedaba mejor a mí que a él. Una mentira, ya que yo era tan alto como él, pero no tenía sus hombros y cuerpo. Yo había sonreído, diciendo que nunca usaría en público una cosa tan fea.