EL CHICO GIRASOL | nohyuck

SUNSPOT

Todo tenía que salir a la perfección. Observó, con detalle, cada uno de los elementos situados en la mesa y dio un asentimiento hacia los meseros que estaban alineados.

—Hijo, no tienes que ser tan meticuloso.

—¡Tiene que salir perfecto!

—Lo sé, pero te aseguro que a Haechan le gustará la sorpresa.

—Es nuestro primer aniversario. Necesito que todo salga bien.

—Y lo hará. ¡Tan sólo mira la hermosa vista! —Señaló el balcón, el cual estaba a unos cuantos metros.

—Tienes razón. Aunque, sólo falta un detalle más. —Tomó un bello arreglo floral y se lo brindó al mesero—. ¿Podrían entregarlo a mi pareja justo después de que sirvan el vino? —Los empleados asintieron—. ¡Gracias!

La mujer sonrió al observar la genuina felicidad que su hijo emanaba; sin embargo, el dolor también se hizo presente. Lo sabía. Aquel brillante sol inminentemente se apagaría en un futuro.

🌻

Sus pies dolían. Había recorrido el centro comercial en su totalidad y la fatiga ya comenzaba a hacer estragos en su fatigado cuerpo. Se sentía frustrado. Había buscado por cada una de las tiendas el regalo perfecto; sin embargo, no encontró nada.

Frente a él, observó el cristal que exhibía una rasuradora. La idea de comprarla resultó tentadora; sin embargo, desistió al concluir que tal objeto no era lo suficientemente genuino para expresar todos los sentimientos que albergó a través de los doce meses de noviazgo. Sabía que Jeno no era una persona superficial y que él sería feliz con cualquier cosa que le regalara, incluso si es un pedazo de papel; no obstante, Haechan deseaba entregarle un obsequio que realmente expresara sus sentimientos a la perfección. Por lo cual, a pesar del cansancio, siguió recorriendo el gigantesco lugar en compañía de Renjun, quien se había dado un pequeño tiempo para acompañarlo.

—Deberíamos detenernos un poco, Hae, pareces exhausto...

—¡Estoy bien! Necesito encontrar...

—"El regalo perfecto" —completó, interrumpiéndolo—. Lo sé. Lo has dicho como veinte mil veces, pero no creo que encontremos un buen regalo a estas alturas. Llevamos horas caminando y hemos revisado cada tienda más de cinco veces. Quizá tu regalo predilecto se encuentra en otro lugar...

—¡Necesito encontrarlo aquí! Nuestro aniversario es mañana y todavía no tengo nada para entregarle.

—¿No lo pedirías por internet?

—No encontré nada que fuera bueno... Creí que aquí encontraría algo mejor, pero veo que me equivoqué. —Haechan suspiró, rendido—. Lo mejor será irnos. Supongo que compraré esa tonta rasuradora.

—Creí que te gustaba Jeno con bigote.

—¡Me gusta! Es jodidamente sexy, pero cuando nos besamos es un poco frustrante, ya que su barba me pica. —Renjun rió—. ¡No te burles! No sabes lo difícil que es para mí tener que soportar la irritación en mi barbilla.

—Bien. Entonces la rasuradora será.

Ambos se dirigieron hacia una de las tiendas que ya habían recorrido en plenitud, pero hubo algo que llamó la atención de Haechan a medio camino. Se desvió, para acercarse a un 'stand' lleno de peluches de todo tipo; sin embargo, hubo algo en especial que lo atrajo. Sonrió.

—Haechan, ¿qué haces? La tienda queda por allá. —Señaló.

—No hace falta. Ya encontré el regalo perfecto...